Había llegado la noche, el equipo de policía junto al detective Gustavo que estaba al frente de la investigación, se encontraban alerta esperando alguna llamada en la que pudieran rastrear la ubicación de los secuestradores de Jorge.
Shakira por petición de Martha, aún se encontraba en la mansión, aunque ya la había puesto al corriente con lo del matrimonio de Lauren, no le mencionó lo del vínculo que la unía a Camila, ya que no contaba tanto en Shakira como para contarle ese secreto que podía dejarla en la calle y despojarla de la fortuna que heredaría su hija. Los planes que tenía con ella eran otros.
Camila por su parte se había retirado de la sala, no soportaba la presencia de Shakira y su suegra. Se encontraba tomando un baño en la tina, pero ya tenía mucho tiempo esperando a que Rosarito fuera a ayudarla a salir.
— ¡Dios mío! Perdón, no sabía que estabas tomando un baño. — dijo Lauren muy apenada, ya que había entrado al baño de la habitación sin imaginarse que Camila se encontraba allí.
La morena como pudo se tapó sus pechos con ambas manos, mientras decía:
— Pero has podido tocar antes de entrar.
— Ya te dije que no sabía que estabas aquí, pensé que estarías en cualquier parte de la casa con Rosarito.
— Pues ya ves que no, ella me ayudó entrar a la tina y me dijo que mientras tomaba el baño, daría una vuelta por la casa, pero creo que se le ha olvidado que yo estoy aquí y la verdad ya quiero salir, me estoy muriendo de frío.
— Pero si gustas yo puedo ayudarte a salir de la tina.
— ¡Claro que no! ¿Cómo se te ocurre semejante barbaridad? Además, no se qué haces aquí, deberías estar atendiendo a tu amiga, la tal Shakira.
Lauren sonrió y enseguida le respondió:
— ¡No me digas que estás celosa!
Eso alteró aún más a Camila, que permanecía sumergida en la tina y temblando de frío.
— ¡Pues claro que no es así! Además, ¿Por qué tendría que estar celosa? Tú y yo no tenemos nada, este matrimonio es solo una farsa y tú no te fijarías en una mujer que no puede valerse por si misma.
— Por favor Camila, no te subestimes, tú eres un encanto de mujer. Pero ya dejemos de hablar y déjame ayudarte a salir de la tina, mira que no quiero que te resfríes.
Camila tiritando del frío le dijo:
— ¿Por qué mejor no buscas a Rosarito en vez de estar allí parada detrás de la puerta?
— No es conveniente que haga eso; ¿Acaso se te olvida que para mi familia estamos felizmente casadas? Y ¿Qué clase de esposa no ayudaría a salir de la tina a su otra esposa? ¿Te imaginas lo que van a pensar si llamo a Rosarito? En estos momentos con todo lo que está pasando, nos conviene mas que nunca seguir fingiendo que estamos muy enamoradas.
Por supuesto era razonable lo que decía Lauren, pero al mismo tiempo era una excusa para poder estar a solas con Camila, la ojiverde estaba experimentando una atracción hacia la morena que le era inexplicable, puesto que siempre había sido una mujer mujeriega y muy superficial.
Pero desde que había conocido Camila, algo dentro de ella había cambiado, hasta el punto de no importarle que ella fuera paralítica.
— Bueno, está bien, acepto que me ayudes a salir de la tina, pero solo con una condición.
— Muy bien, la que quieras.
— Tápate los ojos antes de entrar.
Lauren sonrió, le causaba ternura la ingenuidad de Camila, ella estaba acostumbrada a otro tipo de mujer y definitivamente ella, había roto todas sus expectativas..
— Muy bien, estoy entrando y tengo los ojos cerrados. Aquí tengo la toalla, voy a sacarte de la tina con mucho cuidado. ¡Uff pero como pesas!
— Por favor no me vayas a soltar, no creo que Rosarito tenga más fuerza que tú. — le dijo bromeando.
Lauren hacía su mayor esfuerzo de llevarla entre sus brazos, pero como ella tenía la piel húmeda, se le estaba resbalando y antes de que pudiera sentarla sobre el lecho, ambas cayeron sobre la alfombra, haciendo que la toalla se corriera y Camila quedara completamente desnuda ante la mirada de Lauren.
La ojiverde estaba embelesada viendo el hermoso cuerpo desnudo de la morena a pesar de su nerviosismo, se había dejado llevar por ese deseo que sentía desde la primera vez que Lauren la besó.
Ambas se miraron fijamente, la ojiverde se fue acercando hasta clavar un beso en su boca haciéndola estremecer, la morena sentía que su corazón palpitaba a mil por hora, era una sensación que la dominaba y que la hacía desearla, dejando que Lauren hiciera con ella lo que quisiera.
En ese momento para Camila, no existía vergüenza de que Lauren la viera desnuda, lo que estaba experimentando era algo que jamás había sentido y lo único que deseaba eraque la ojiverde no parara y la enseñara a ser mujer por primera vez.
Lauren estaba extasiada con los besos que le daba, comenzó a explorar cada centímetro de su cuerpo, hasta llegar al centro de su paraíso, donde se detuvo a besarla mientras escuchaba sus gemidos.
Se montó encima de ella, hasta penetrarla con su miembro erguido, haciendo que sus jadeos y gemidos, fueran cada vez más seguidos e intensos.
Camila sentía por primera vez el dolor que daba el placer y el deseo de ser mujer; hasta que Lauren desahogó toda su pasión y deseo dentro de ella.
— Te amo Camila. — la morena la miró y le dijo: — Yo no sé como es el amor, es la primera vez que me entrego a alguien, pero si es este deseo que tengo de que no te apartes de mi nunca, entonces yo también te amo.
Lauren la volvió a besar en la boca, sus cuerpos se habían convertido en uno solo, fue la primera noche que durmieron juntas como esposas, olvidándose de lo que había a su alrededor.
(...)
Mientras tanto, Martha se encontraba en su habitación con Shakira:
— Ya ordené a la sirvienta que te prepare la habitación de huéspedes.
— ¿Y qué crees que diga Lauren cuando sepa que me invitaste a pasar unos días en la mansión?
— Por eso ni te preocupes, esta es mi casa y yo mando aquí, mientras ella no reciba la herencia, yo tengo el control de todo. —dijo mientras bebía un trago de whisky.
— Pero siento un poco de miedo con todos esos policías alrededor de la casa y de ese secuestro del que hablan. Por cierto, ¿Quién es ese señor al que secuestraron?
— Es el tío de la paralítica, lo conocí al igual que ella, el mismo día de la boda. ¡ja! Si lo vieras, se le ve lo corriente por encima de la ropa; no me extrañaría que él y su sobrinita, estén detrás de ese supuesto secuestro.
Shakira caminó hacia el tocador y le llamó la atención el medallón que se encontraba dentro de un pequeño cofre que Martha había dejado por descuido abierto.
Lo tomó entre sus manos mientras decía:
— ¿Y por qué odias tanto a esa paralítica?
Martha al verle el medallón, enseguida se lo arrancó diciéndole:
— ¡No toques eso! — Shakira se sorprendió.
— ¡Perdón! Solo lo estaba mirando, no tienes por qué ponerte así. ¿Qué te pasa Martha?
— Discúlpame Shakira, es que me siento un poco estresada con todo lo que está pasando; mejor vamos a ver si ya tu habitación está lista.
— Está bien, como quieras.
Martha enseguida guardó el medallón dentro del cofre, pero esta vez asegurándose de cerrarlo bajo llave. Por su parte Shakira, no salía de su asombro, ya que jamás la había visto tan alterada y menos porque ella tocara una de sus joyas. Pensó que algo raro ocurría con ese medallón.
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-DESTINOS CRUZADOS- [camren gip] ❝Adaptación❞
FanfictionCamila era una joven la cual quedó paralitica a consecuencia de un accidente automovilístico en donde tambien perdieron la vida sus padres, dejándola huérfana cuando apenas tenia 15 años de edad. Quedo a cargo de su tio Jorge, un hombre avaricioso e...