capítulo 22

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Había sido un día lleno de muchas sorpresas para todos, pero en especial para Camila,algo dentro de ella había cambiado totalmente, sentía que ya no era la misma joven ingenua que había vivido durante cinco años, bajo el mando de su tío Jorge.

La vida le había mostrado un lado muy oscuro de las personas en quienes contaba, sentía que ya no podía creer en nadie más y que la única solución, era tomar las riendas de todo el imperio de los Jauregui y transformarse en una mujer fuerte e implacable, a la que nadie se atreviera a lastimar de nuevo, quería ser temible e inalcanzable, pero sobre todo, vengarse de los que le habían hecho daño; y tenía todas las armas para hacerlo, era bella,millonaria y muy joven.

Lo único que la limitaba era el no poder caminar, sin embargo, con todo el dinero que tenía, podía buscar al mejor médico del país, para que la operara y así poder liberarse por completo de esa silla de ruedas, que la tenía presa de miedos e inseguridades. Quería ser una mujer libre e independiente, valerse por sí misma. 

(...)

Ya se había hecho de noche, se encontraba en su habitación, la misma que tan solo horas antes compartía con Lauren, la que la había hecho mujer y la cual amaba con toda su alma. Se asomó a través de la ventana para verla marchar, la ojiverde había salido de la mansión con sus maletas y las estaba subiendo a su lujoso auto, al parecer, el único bien material que le había quedado, ya que al momento de hacerse la lectura del testamento, sus tarjetas de crédito fueron canceladas, más todo el dinero de sus cuentas bancarias pasaron automáticamente a manos de la heredera. 

La ojiverde nunca se preocupó por hacer su propio capital, ya que tenía el dinero de su padre a manos llenas y además, siempre estuvo seguro de que iba a recibir toda la herencia; ahorano tenía ni siquiera a donde ir, así que no le quedaba otra alternativa que empezar de cero, aceptar el trabajo en la empresa que ahora era de Camila y conformarse con ganar un sueldo modesto que al menos le diera para vivir una vida totalmente diferente al lujo al que estaba acostumbrada. 

Lauren antes de subirse al auto, alzó la vista hacia la ventana y vio que Camila se encontraba allí, pero ella al darse cuenta de que la ojiverde la miraba, enseguida se apartó no pudiendo evitar que le salieran algunas lágrimas.

"Daría cualquier cosa por saber si en algún momento sentiste algo por mi" —decía Camila mientras agarraba su pecho, tenía un dolor profundo y unas ganas locas por salir de allí y decirle que no se fuera.

Por su parte Lauren, permanecía parada mirando hacia la ventana, esperando que tal vez ella cambiara su decisión y le impidiera irse, sin embargo, eso no ocurrió. Tenía los ojos llenos de lágrimas y pensó en voz alta como si Camila pudiera escucharla:

 "Te amo y voy a luchar por reconquistarte, te voy a demostrar que sí estoy enamorada de ti y que no me interesa que te hayas quedado con la fortuna de mi padre."

Dio la media vuelta, se subió a su auto y se fue, dejando atrás toda la vida de lujos que siempre había tenido, pero lo que más le dolía, era dejar a la mujer de la que se había enamorado.

 (...)

Al día siguiente:

 —Buenos días señorita Camila. —dijo Rosarito mientras colocaba la charola con el desayuno sobre la pequeña mesita redonda de la habitación.

—¿Qué haces aquí aún? Te dije claramente que te quería fuera de la mansión y además, no me digas "señorita" te recuerdo que soy la señora Jauregui.

Ella bajó la mirada mientras decía:

—Perdón, señora Jauregui, es que no quería irme sin antes asegurarme de traerle el desayuno, como ya la señora Lauren se fue.

 —¿Y qué hay si Lauren se fue? A partir de ahora, me valgo por mi misma, no necesito ni de ti, ni de nadie para seguir con mi vida. Quiero que te largues en este momento, no quiero bajo ningún pretexto volver a verte.

—Si tan solo me dejara explicarle.—ya te dije que te largaras, anda y ve con Jorge, es allí donde deberías estar por traidora.

 En ese momento llegó la sirvienta que tenía años trabajando para la familia Jauregui, interrumpió diciendo:

— Dispense señora Camila, pero ya está aquí la señora Alicia.

 — Gracias, hazla pasar y por favor acompaña a Rosarito hasta la puerta y asegúrate de que esta señora no entre más a esta casa.

— Si señora, como usted diga.

La sirvienta sintió un poco de pena por Rosarito, ya que en los días que había estado viviendo en la mansión, se había ganado su estima. Sin embargo, debía obedecer las órdenes de la nueva patrona.

 Alicia al llegar a la habitación, enseguida se acercó a Camila con afecto:

— Hola, buenos días, vine tan pronto como me mandó a llamar.

— Gracias por venir Alicia, pero por favor toma asiento. ¿Ya desayunaste? ¿Quieres un café o un jugo? Lo que quieras.

 — No se preocupe, ya desayuné, pero dígame, ¿Por qué me mandó a llamar con tanta urgencia? ¿Pasa algo?

— Sí, lo que sucede es que quiero contratarte como mi enfermera personal y además pedirte que me recomiendes a algún médico que pueda hacerme caminar de nuevo. 

Alicia la miró con una sonrisa amable, luego le respondió:

 — Pero, no entiendo, ¿Porqué necesita una enfermera?

— Porque quiero tener a alguien de confianza cuando encuentre al médico que pueda operarme.

— Veo que está muy segura de lo que va a hacer y eso es bueno, porque a veces no basta solo con el tratamiento médico, también tiene que haber voluntad y fe para que dé buen resultado si se somete a una operación. Y sí, conozco al mejor traumatólogo del país,él la puede ayudar, sin embargo, no podemos adelantarnos hasta que él no le dé un diagnóstico de su caso.

 —¡Perfecto! Entonces llévame hoy mismo con él.

— Jajajaja, calma señora Camila, primero debo saber si él se encuentra en el país, la última vez que supe de él, estaba en Houston haciendo un congreso.

 — Pues muy bien, entonces trata de contactarlo y dile que necesito que me vea lo mas pronto posible.

— ¡Perfecto! Inmediatamente me pongo activa en eso.

 — Y con respecto al trabajo que te acabo de ofrecer ¿Aceptas?

— Pero, ¿No es mejor esperar a que el doctor la examine antes?

— No, la verdad es que no me expliqué, necesito que te quedes a trabajar conmigo a partir de ahora. Es que no tengo a nadie más en quien pueda confiar y la verdad es que en estas circunstancias, necesito a alguien que me ayude, por lo menos hasta que pueda valerme por mi misma. Por eso me urge que el doctor me vea cuanto antes.

 — Pero.... — Alicia no estaba muy convencida de aceptar la propuesta de trabajo, así que Camila enseguida le preguntó:

— ¿Pero qué pasa? No te veo muy segura de mi oferta, si es por el dinero, no tienes de qué preocuparte, ganarías el doble de lo que te pagaba el señor Jauregui.

 — No señora Camila, no se trata de dinero, además recuerde que el señor Jauregui, me dejó muy bien asegurada, lo que pasa es que no quiero tener que enfrentarme a la señora Martha, ella no me tiene buena voluntad y yo no quiero tener problemas.

— No te preocupes por eso, ahora la dueña de todo soy yo, además la señora Martha tendrá que salir de esta casa como lo ha hecho su hija. Voy a cumplir a cabalidad la última voluntad del señor Mike, que a pesar de no haber podido conocerlo mejor, sé que era un hombre justo; por eso te he buscado a ti para que seas mi aliada, porque él confiaba mucho en ti y ha de ser porque eres una buena persona.

 En ese momento entró a la habitación sin avisar, Martha, quedando sorprendida al ver a Alicia allí.

— ¿Pero qué hace esta mosca muerta en mi casa?

(...)

-DESTINOS CRUZADOS-  [camren gip]                                  ❝Adaptación❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora