capítulo 4

1.2K 65 9
                                    

Lauren Michelle, se encontraba en medio de la enorme sala observando todo a su alrededor; era una enorme casa, ubicada en una zona de lujo, sin embargo, estaba decorada con muy mal gusto, había muchos objetos valiosos pero que no tenían armonía con la decoración tan exagerada de los interiores.

Jorge, era un hombre al que le gustaban las excentricidades y le llamaba la atención todo lo que fuera costoso, aunque no se viera bien, él disfrutaba gastar el dinero en frivolidades y más si este llegaba de forma fácil a sus manos. Y es que le daba igual, tener una lámpara de color verde chillón y combinarla con unos muebles verdes con rojo.

Era un hombre que aparte de tener muy mal gusto, creía que al poseer cosas costosas, lo hacía ver como un hombre importante. Cabe destacar, que tanto la casa, como todo lo que había en ella, había sido comprado con el dinero de la herencia de Camila, cosa de la que ella no estaba enterada aún.

- Buenos días, bienvenida a mi casa mi querida socia. - Dijo Jorge mientras le daba la mano a Lauren, la cual no esperó mucho tiempo para decirle de una forma sarcástica:

- Querrás decir, mi nueva casa, porque te recuerdo que hasta no culminar nuestro pacto, esta casa me pertenece con todo y el mal gusto que tiene la decoración.

Jorge en ese momento sintió como si le hubieran vaciado un balde de agua fría, no le causó ninguna gracia su comentario, sin embargo, trató de disimular, ya que en el fondo sabía que lo que le estaba diciendo era verdad, puesto que Lauren, había pagado al banco toda la deuda de la hipoteca, por lo tanto, la casa le pertenecía en su totalidad.

- Por favor socia, aún no has conocido a mi sobrina, además, recuerda que este matrimonio arreglado nos conviene a ambos, porque yo seguiré viviendo en esta hermosa casa y tú obtendrás tu herencia.

- Bueno, bueno, ya dejemos de hablar tanto y vamos al grano, estoy aquí como me lo pediste, puntual y ansiosa por conocer a mi futura esposa. Por cierto, pensé que me iba a recibir ella. ¿Dónde está? Estoy ansiosa por conocerla.

- ¡Pero por supuesto! Inmediatamente la mando a llamar. ¡Rosarito!!! Rosarito Por favor trae a Camila.

- ¿Pero es que acaso no puede venir ella por si sola que tiene que traerla tu ama de llaves?

Jorge se puso más nervioso de lo que estaba, ya que no le había contado a Lauren, las condiciones en las que se encontraba Camila.

- No, no se trata de eso, lo que sucede es que hay un pequeño detalle que no te había comentado.

La ojiverde lo miró con el ceño fruncido mientras le preguntaba intrigada:

- ¿Pequeño detalle? ¿Y se puede saber a qué detalle te refieres?

Jorge no tuvo tiempo de responder a la pregunta que le había hecho, ya que en ese momento, estaba entrando a la sala Camila, sentada en su silla de ruedas, ayudada por Rosarito.

A pesar de la condición de Camila, era inevitable no admirar la belleza natural de aquella joven. Era de tez morena, con un rostro verdaderamente hermoso, sus ojos marrones iluminaban su mirada y la larga cabellera con aquel castaño natural, definitivamente la hacían verse como una diosa.

Cuando Lauren la miró, se quedó tan impregnada de su belleza, que por un instante, se olvidó por completo de la silla de ruedas.

Por su parte, Camila, la miró fijamente a los ojos, ella estaba sorprendida al ver a aquella mujer de estatura alta, bien fornida, elegantemente vestida y perfumada. En medio de su nerviosismo y al mismo tiempo temor por conocer al que ella consideraba su peor enemiga; se había imaginado a una mujer totalmente opuesta a lo que sus ojos estaban viendo.

-DESTINOS CRUZADOS-  [camren gip]                                  ❝Adaptación❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora