-DESTINOS CRUZADOS- [camren gip] ❝Adaptación❞

capitulo 13

Lauren abrió el sobre enseguida, se encontró con una hoja de papel que tenía un mensaje con letras recortadas que decía:

— Pedimos la cantidad de un millón de dólares en 48 horas, a cambio de entregarle con vida a Jorge Cabello.

Lauren arrugó el papel y lo apretó en su puño, mientras Camila la miraba aterrada y temblorosa.

— ¿Pero qué pasa Lauren? ¿Qué dice ese papel? Por favor no me dejes así con esta angustia. 

— Esto es una locura, no puedo hacer nada; están pidiendo una suma de dinero con la que no cuento. 

— Camila se acercó a la ojiverde mientras rodaba su silla de ruedas, alzó sus manos hasta donde podía alcanzarla y le dijo suplicante: 

— Por favor Lauren, algo tienes que hacer, no podemos dejar que maten a mi tío, recuerda que me casé contigo a cambio de que le perdonaras todo lo que te debe, yo cumplí siendo tu esposa. ¿Por qué no puedes cumplir con tu parte?

Rosarito se encontraba en el medio de ambas, mientras escuchaba todo lo que estaba pasando, por su parte Lauren caminaba de un lado a otro de la habitación totalmente desconcertada sin saber qué hacer. Tenía sus dudas con respecto a Jorge y más aún ahora que sabía que le había ocultado a Camila lo de su herencia. 

— Necesito que te calmes, no es que no quiera ayudarlo, pero entiende, no tengo esa cantidad de dinero, pero tranquila porque hay algo que no me cuadra en todo esto y lo voy a averiguar, te prometo que a Jorge no va a pasarle nada malo. 

Lauren la abrazó con fuerza tratando de consolarla, mientras que Rosarito se retiró de la habitación sin decir una sola palabra.

(...)

Había sido una noche muy larga para todos, Lauren se había quedado dormida al lado de Camila; al despertar y verla aún dormida, tocó tiernamente su rostro y acarició su cabello, mientras pensaba:

— ¡Qué hermosa es! No sé qué me pasa cuando estoy cerca de ella, es una sensación de querer protegerla.

Camila despertó y al abrir sus ojos, lo primero que vio fue a Lauren, que no le quitaba la mirada encima. 

— ¿Dormiste aquí conmigo? — preguntó la morena exaltada.

— Buenos días, y sí, dormí aquí a tu lado, pero no te hice nada. — dijo en tono de broma.

— ¿Has sabido algo de tío Jorge?

— No, la verdad es que me quedé rendida a tu lado y hace apenas unos minutos desperté, pero en este momento voy a mover mis influencias porque hay algo en todo esto que no me termina de cuadrar y puedes estar segura que lo voy a descubrir. 

(...)

Lauren sin decirle nada a Camila, iba dispuesta a hablar con la policía, ella sospechaba que tal vez Jorge, estaba detrás de su propio secuestro, pero cuando estaba a punto de salir, se encontró en la puerta a Shakira.

— ¿Tú? ¿Pero qué haces aquí después de todo lo que pasó?

— Me enteré por la prensa que te casaste y vine personalmente a ver si eso es verdad.

Shakira, había sido una mujer que había tenido una relación algo tóxica con Lauren, ella siempre había estado obsesionada con la idea de casarse con la ojiverde, pero Lauren nunca quiso hacerlo, porque sabía que ella estaba detrás de su dinero y además la celaba de forma obsesiva.

La ojiverde no quería comprometerse con ninguna mujer, solo quería casarse para cumplir con la petición de su padre, siempre había sido una mujer a la que le gustaba mucho la libertad, por esa razón, había accedido a casarse con la sobrina de su amigo Jorge, pero no contaba con ese sentimiento que estaba comenzando a sentir por Camila.

 — Sí, me casé, así que no entiendo qué haces aquí en mi casa.

— No puedo creer que me hayas hecho esto, teníamos una relación, tú sabías que estaba enamorada de ti y que... —antes de que pudiera decir algo más, Shakira se quedó callada, no se atrevió a continuar hablando. 

— ¡Ah! Te quedas callada, porque sabes que lo que hiciste fue aberrante, no puedo creer que hayas decidido interrumpir el embarazo, sabes perfectamente que también era mi hijo.

— ¿Y de qué me valía tenerlo si de todas formas no te ibas a casar conmigo?

— Vete de aquí Shakira, no quiero volver a verte, como ya te has enterado estoy felizmente casada y no quiero que vuelvas a interponerte en mi vida.

En ese momento bajó las escaleras Martha, y al ver a Shakira, enseguida le dijo:

 — ¡Querida! Pero que sorpresa tan agradable.

— Hola Martha, también me da gusto verte, pero ya me tengo que ir, creo que no soy bienvenida a esta casa.

— Pero claro que eres bienvenida, es más te invito a que te quedes a comer, tenemos que ponernos al corriente.

Lauren le echó una mirada a su madre casi fulminante, la ojiverde sabía que ella siempre había querido que Shakira se casara conmigo, así que sabía cuales eran sus intenciones al invitarla a quedarse.

— Bueno, me tengo que ir madre, debo resolver un asunto muy importante.

— ¿Pero a dónde vas hija? No seas descortés.

 — Lo siento madre, lo que tengo que hacer no puede esperar.

Lauren salió a toda prisa sin despedirse de Shakira, por su parte Martha, la tomó por el brazo mientras le decía: 

— Tu visita me ha caído como anillo al dedo.

— Qué bueno saber que al menos tú te alegres de verme, porque a decir verdad, Lauren acaba de echarme.

 — Tú no le hagas caso que de eso me encargo yo, lo importante es que estás aquí y eso para mi es muy ventajoso en estos momentos.

Shakira la miró con picardía, sabía que Martha era una mujer que no daba puntada sin dedal. 

— ¿Y qué es eso que traes entre manos Martha? Mira que te conozco muy bien.

— Pues ya te voy a poner al corriente, por lo pronto.. — justo en ese momento entró Rosarito quien traía a Camila en su silla de ruedas, cosa que sorprendió a Shakira, dejándola totalmente impactada y sin entender quien era esa joven paralítica.

Por su parte Camila, no sabía quien era aquella mujer bella y elegante, solo se limitó a decir:

— Buenos días. — Shakira la miró de arriba abajo mientras decía:

— ¿Y tú quién eres? En todo el tiempo que he visitado esta casa jamás te había visto aquí.

— Me llamo Camila, soy la esposa de Lauren Michelle.

— ¿Cómo? ¿Pero qué locura estás diciendo? ¿Acaso esto es una broma?

Shakira no salía de su asombro, miraba a Camila y al mismo tiempo a Martha, tratando de que esta le diera una explicación de lo que acababa de escuchar.

(...)