CAPÍTULO 27

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Un día de primavera

El olor a tierra húmeda y fertilizante se infiltraba en su nariz.

Después de haber cortado algunas ramas, se quedó sentado en el pasto, cruzado de piernas mientras veía a su padre podando las plantas de gardenias, que sinceramente, había descuidado desde que su madre falleció.

Nunca fue un amante de la jardinería, pero ese día se obligó a mantener la mente ocupada y dejar de extrañar el color destellante en los ojos marrones de Christopher o el tenue timbre de su voz. Su ausencia era algo que en días como esos se volvía casi insoportable, pues sentía que lo estaba llevando a la locura.

- Papá, ¿Alguna vez has tenido la sensación de quedarte estancado?

Seungho se detuvo un momento al notar que su voz sonaba apagada y que desde hace rato estaba inusualmente callado.

- Muchas veces. - respondió mirándolo por el rabillo del ojo comprendiendo que algo mantenía intranquilo a Seungmin - ¿Así es como te sientes?

A pesar de que ambos habían avanzado mucho en su relación padre-hijo, se ponía nervioso cada vez que Seungmin se abría un poco más a él.

- Es solo que todos a mi alrededor parecen avanzar en sus vidas mientras que yo siento que me hundo cada vez más.

- Ya veo... - dejó de lado lo que hacía, se quitó los guantes y después se sentó frente a su hijo - ¿sabes? a tu edad, es común sentirse de esa manera. - podía identificar la aflicción asomada dentro de sus ojos - Sientes que deberías tenerlo todo realizado, sientes que has fracasado en tus propias expectativas. La sociedad te promete que a los veinticinco ya deberías tener una vida ordenada y alcanzar tus objetivos principales. Pero todo esto es una impresión engañosa, entre los veinte y los treinta empiezas a sospechar que no hay un éxito como el que te han garantizado. Eres joven pero no lo suficiente como para permitirte dejar las cosas a la suerte, ahora eres completamente responsable de ti mismo y es un poco desalentador porque también te das cuenta de que no eres el presidente del país o una estrella de rock. Muchos a esta edad ya han sentado cabeza, se han casado o tienen hijos, pero no todos tienen las mismas aspiraciones. - suspiró mirando al cielo - ¿Sabes lo que necesitas? - alzó las cejas esperando a que Seungmin tuviera un indicio, sin embargo, solo negó cautivado por la forma en que le hablaba - encontrar la pasión en tu vida y tener experiencias extraordinarias. Tienes que dejar de ver la vida como un camino que va en línea recta, a veces es bueno salirse del sendero y tener una nueva perspectiva, otras veces habrá más obstáculos, pero lo importante es seguir avanzando - Seungmin tenía la mirada perdida mientras intentaba guardar en su memoria cada una de sus palabras - Hijo, si tienes ese sentimiento tan persistente, la cuestión es ¿qué estás haciendo tu para cambiarlo?

Seungmin se quedó en silencio reprochándose por no estar haciendo más que esperar a que las estrellas cambiaran su destino. Se sintió patético y se llevó las manos a la cara dejando escapar un profundo lamento dentro de ellas. Hace un año, ni en broma se hubiera imaginado que fuera su padre el que estuviera dándole una charla motivadora.

- Lo sé, lo sé, ya lo sé - dijo recostándose sobre el pasto viendo a las nubes moverse lento en el cielo - es solo que... siento que mi vida se detuvo junto con él y cuanto más lo pienso, peor me siento.

- Hijo, la vida es lo que sucede justo ahora, no lo que sucederá mañana o cuando Christopher despierte. El que rehagas tu vida mientras él está en coma no significa que dejarás de amarlo.

Cada una de sus palabras eran tan jodidamente acertadas que ni siquiera él se atrevía a poner una excusa.

- Me ofrecieron la oportunidad de ser parte de un voluntariado en Tailandia. - La cara de Seungho se encendió de emoción al oír tan buena noticia. - serán seis meses.

Stars & Raindrops |I Chanmin I|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora