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Hana les mostró cada rincón de la mansión, no para presumir, si no más bien para que se sintieran en confianza.

A sus nietas les obsequio unos lindos vestidos que ella misma había hecho,  para alguna nieta que llegara a tener, pero sorpresa, tuvo dos.

En lo que se encontraban  probando  los vestidos. Hana se acerco a Jimin para darle un pequeño regalo.

— Jimin, esto es para ti, espero te guste. – le extendió una cajita, que dentro de estas se encontraban un par de aretes plateados con pequeños diamantes.

— Esto es muy lindo— jimin los miro conmovido —  Pero de seguro le costaron una fortuna, yo. …. . no puedo aceptarlo.

— No te preocupes por el costo, te los doy de todo corazón. Por favor acéptalo, además se te verán muy bonitos en ti, solías usar mucho de este estilo de aretes antes y veo que no los has cambiado.

— Está bien, muchas gracias Hana, en verdad me encantaron.

En ese Momento, Nina y Anin salieron, mostrando sus vestidos. A pesar de que la madre de Jungkook los confeccionará hace unos años. Eran muy lindo y elegantes.

El vestido de Anin era completamente vino,  con mangas cortas esponjosas y con una pretina negra.

El de Nina, era difieren, la parte de arriba era beige con mangas cortas y de igual manera esponjadas. La parte de abajo, la falda era vino y con vuelo.

— Les ha quedó a la medida. No creí que este momento llegaría.— Hana se le salieron unas lágrimas.

— ¿Podemos quedarnos con los vestidos puesto para la cena abuela? — preguntaron ambas.

— Claro que si, se ven como una lindas princesas.

Cuando bajaron al comedor,  Hana seguía con sus nietas, en lo que Jimin se probaba los aretes.

Ambas pequeño notaron que había un piano cerca del comedor y no dudaron en pedir permiso para ir tras el

— Abuela  ¿ El piano de ahí funciona? -- preguntaron.

— Aún funciona, yo solía usarlo de ves en cuando.

— ¿Podemos usarlo?

— Claro por supuesto, mis princesas.

Las dos niñas se acercaron, abrieron el piano, tocaron unas cuantas teclas como juego y prueba.

Pero no tardando, comenzó a sonar una hermosa melodía de Mozart. Llamando la atención de sus abuelos y de Jungkook e incluso de algunos empleados. Ambas no solo eran buenas en el bailes, si no también en el piano. Era una buena coordinación para esa melodía.

— Su padre no nos habló de que podían tocar instrumentos ¿Quien les ha enseñado a tocar así?

— Cuando teníamos cinco años Papá nos pago unas clases de música. Aprendí a tocar el violín y Anin el Chelo de manera profesional. Y ambas tocamos el piano. Papá Jimin dice que solía ponernos Mozart cuando éramos bebés para poder dormir.

— Su padre las apoya demasiado ¿No es así?— pregunto en Sr. Jeon.

— Sip, papá nos apoya en lo que queramos y a cambio de eso nos esforzamos para tenerlo feliz. – dijeron muy alegres ambas.

—Me alegra que quieran mucho a su papá, pero ahora también nos tienen a nosotros, cualquier cosa  no duden en pedírmelo. – Hana le guiño un ojo.



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A las ocho con veinte minutos, la comida ya estaba sobre la mesa para poder dar inicio a la cena.

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