The theacher|| Kookjin

XIII

En la penumbra de su habitación, Seokjin se encontraba solo con sus pensamientos, su mirada perdida en el vacío mientras recorría los recuerdos de su relación con Namjoon. Recordaba los momentos de felicidad compartidos, las risas, los abrazos cálidos y los gestos de cariño que alguna vez fueron el tejido de su amor.

Sin embargo, entre esos recuerdos también emergían las sombras del pasado, los momentos de soledad y dolor que habían marcado su relación. Seokjin recordaba las veces en que Namjoon estaba ausente, sumergido en su trabajo o en sus propios intereses, dejándolo sentirse solo y desatendido.

A medida que revivía esos momentos, una sensación de amargura se apoderaba de él. Recordaba cómo Namjoon a menudo lo trataba con condescendencia, como si su condición de doncel lo hiciera inferior en su relación. A pesar de sus logros y talentos, Seokjin a menudo se encontraba subestimado y menospreciado por su pareja, una sensación que había comenzado a minar su autoestima y su confianza en sí mismo.

Entre suspiros, Seokjin se preguntaba cómo habían llegado a este punto, cómo el amor que una vez los unió se había desvanecido en una maraña de resentimiento y decepción. Aunque aún había amor en su corazón por Namjoon, también había un profundo dolor por las heridas infligidas, por las palabras no dichas y por las promesas rotas.

En la quietud de su habitación, Seokjin se encontraba atrapado en un torbellino de emociones contradictorias, luchando por encontrar una salida a la oscuridad que amenazaba con consumirlo. Mientras tanto, el peso del pasado seguía pesando sobre sus hombros, recordándole las profundas grietas que habían aparecido en su relación y las difíciles decisiones que aún tenía por delante.

En medio de la oscuridad de la noche, Seokjin se encontraba sumido en un profundo remordimiento, un peso abrumador que le oprimía el pecho y le hacía sentir como si estuviera ahogándose en un mar de culpa y arrepentimiento. Cada respiración era un susurro cargado de pesar, cada latido de su corazón resonaba con el eco de sus errores pasados.

Recordaba con dolor el momento en que sucumbió a la tentación, cuando sus acciones impulsivas lo llevaron por un camino oscuro y traicionero. Había sido un error, un acto de debilidad que ahora lamentaba amargamente, pero en ese momento, en medio de la confusión y la desesperación, había creído que era lo correcto.

Sus pensamientos se volvían hacia Namjoon, hacia el hombre al que había jurado amar y respetar, pero cuya confianza había traicionado con su engaño. Seokjin se reprochaba a sí mismo por haber permitido que sus dudas y temores lo consumieran, por haber sucumbido a la paranoia y la desconfianza que habían crecido en su corazón como malezas venenosas.

Sin embargo, a medida que reflexionaba sobre sus acciones, Seokjin también se veía obligado a enfrentar la verdad dolorosa de su propia culpabilidad. Había sido él quien había permitido que la distancia y el desinterés se interpusieran entre él y Namjoon, quien había cerrado su corazón a las señales de amor y afecto que su pareja había intentado mostrarle.

En su desesperación, Seokjin había interpretado mal las acciones de Namjoon, había visto traición donde no la había, y en su confusión y angustia, había buscado consuelo en los brazos de otro. Ahora, con el peso de su error sobre sus hombros, se lamentaba por haber permitido que sus propias inseguridades y miedos lo llevaran por un camino de autodestrucción y dolor.

Con lágrimas en los ojos y el corazón lleno de pesar, Seokjin rezaba por una oportunidad de redención, por la posibilidad de reparar el daño que había causado y reconstruir la confianza que había perdido. Sabía que el camino hacia la reconciliación sería largo y difícil, pero estaba decidido a hacer todo lo posible para enmendar sus errores y recuperar el amor y la confianza de Namjoon.