II

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La luz del amanecer se filtraba a través de las cortinas entreabiertas, bañando la habitación en tonos dorados y plateados. Seokjin se despertó lentamente, sintiendo la calidez reconfortante de las sábanas envolviendo su cuerpo cansado. Con un suspiro de satisfacción, estiró los brazos por encima de su cabeza, saboreando la sensación de paz que inundaba su ser.

Se levantó de la cama con renovada energía, listo para enfrentar el día que tenía por delante. La mañana estaba fresca y tranquila, llena de promesas y posibilidades. Seokjin se dirigió al baño con paso ligero, disfrutando del ritual matutino de prepararse para el día que lo esperaba.

Bajo la ducha caliente, dejó que el agua cálida lavara todas sus preocupaciones y tensiones, sintiendo cómo el vapor envolvía su cuerpo en una nube reconfortante. Mientras se lavaba el cabello recién teñido, Seokjin se miró en el espejo y sonrió, sintiendo una chispa de esperanza brillar en sus ojos.

Después de secarse y vestirse con ropa elegante pero cómoda, Seokjin bajó a la cocina y preparó un desayuno ligero pero nutritivo para comenzar bien el día. El aroma del café recién hecho llenaba la habitación, mezclándose con el suave murmullo de la radio que sonaba de fondo.

Mientras saboreaba su desayuno, Seokjin repasó mentalmente todo lo que necesitaba hacer antes de salir hacia su nuevo trabajo. Revisó sus notas y preparó su bolso con los documentos necesarios, asegurándose de no olvidar nada importante.

Con el tiempo justo, Seokjin se despidió de la casa con una sensación de anticipación en el pecho. Cerró la puerta detrás de él y se encontró bajo el brillante sol de la mañana, listo para enfrentar el día con determinación y coraje.

Conduciendo por las tranquilas calles de su vecindario, Seokjin se detuvo un momento para disfrutar de la belleza del mundo que lo rodeaba. El cielo azul se extendía sobre él como un lienzo infinito, mientras que las hojas de los árboles susurraban melodías suaves en la brisa matutina.

Cada que se acercaba, Seokjin sentía cómo la emoción crecía dentro de él, alimentando su determinación de hacer de este día el mejor posible. Sabía que había cometido errores en el pasado, pero estaba decidido a dejarlos atrás y comenzar de nuevo.

Al llegar a la puerta de su nuevo trabajo, Seokjin tomó una respiración profunda y cruzó el umbral con confianza y determinación. Estaba listo para enfrentar los desafíos que el día le deparaba, sabiendo que estaba en el camino hacia un futuro lleno de posibilidades y oportunidades.

Con paso firme y decidido, Seokjin cruzó el umbral del salón de clases, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo corriendo por sus venas. La sala estaba tranquila y ordenada, con filas de pupitres alineados perfectamente y el aroma fresco de la tiza en el aire. Seokjin se detuvo en el umbral por un momento, admirando el espacio que ahora sería su lugar de trabajo y el escenario de nuevas aventuras educativas.

Después de un instante, avanzó con confianza hacia el centro del salón, donde el director lo esperaba con una sonrisa cálida y acogedora. El director era un hombre mayor, con una expresión amable y sabia en su rostro, que inspiraba respeto y confianza.

─ Bienvenido, Seokjin. Estamos encantados de tenerte aquí con nosotros ─dijo el director, extendiendo una mano en señal de saludo.

Seokjin devolvió el gesto con una sonrisa agradecida, sintiéndose bienvenido y valorado desde el primer momento.

─ Gracias, director. Estoy emocionado de comenzar este nuevo capítulo en mi carrera como educador ─respondió Seokjin con sinceridad.

El director asintió con aprobación, antes de pasar a explicar los detalles prácticos de su nuevo trabajo. Le entregó a Seokjin una carpeta con sus horarios y una lista de los salones de clases asignados para cada clase, junto con algunas instrucciones adicionales sobre los procedimientos de la escuela.

The theacher|| Kookjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora