XIV

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Inmerso en su mundo creativo, Jungkook con pinceles danzando entre sus dedos mientras daba vida al lienzo en blanco frente a él. La luz del sol se filtraba suavemente por la ventana, iluminando la habitación con un resplandor cálido y acogedor. El joven artista se sentía en paz, perdido en el proceso de crear algo hermoso.

La música de fondo añadía una melodía suave y melancólica al ambiente, inspirando aún más su creatividad. Cada trazo de su pincel era deliberado, cada color cuidadosamente elegido para capturar la esencia del paisaje que tenía frente a él.

De repente, la puerta se abrió con suavidad y el padre de Namjoon entró en la habitación, sosteniendo una carta en la mano. Con una sonrisa amable, le entregó la carta a Jungkook, quien la recibió con curiosidad.

Jungkook observó la carta con sorpresa, preguntándose qué podría ser. Con manos temblorosas, abrió el sobre y leyó las palabras impresas en el papel. Una oleada de emoción lo invadió cuando se dio cuenta de que era una carta de felicitación de la universidad, elogiando su talento en el campo de la pintura.

Una sonrisa radiante iluminó el rostro de Jungkook mientras absorbía la noticia. Era un reconocimiento significativo de su arduo trabajo y dedicación a su arte, y significaba mucho para él. Se sintió lleno de gratitud y determinación, renovado en su pasión por la pintura.

El padre de Namjoon observó con orgullo mientras Jungkook se sumergía en un estado de felicidad y satisfacción. Sabía que su hijo estaría igualmente emocionado al enterarse de la noticia, y estaba ansioso por compartir la alegría con él cuando regresara a casa.

Con la carta en la mano y el lienzo aún esperando ser completado, Jungkook se sintió lleno de energía y determinación. Sabía que había mucho más por crear y explorar en el mundo del arte, y estaba listo para enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su camino.

Jungkook, emocionado por la noticia, sacó su teléfono y marcó el número de su madre con ansiedad palpable. Sin embargo, su emoción se desvaneció cuando su madre respondió seco y abrumada.

— Mamá, ¿me escuchas? —preguntó Jungkook con emoción en su voz mientras sostenía el teléfono con fuerza.

— Lo siento, Jungkook, estoy ocupada con tu hermana menor. ¿Podemos hablar más tarde? —respondió su madre con frialdad.

Jungkook se sintió desanimado por la respuesta breve y poco entusiasta de su madre. Bajó la mirada hacia el suelo, conteniendo la decepción que crecía en su interior.

— Sí, está bien... —murmuró, apenas audible.

El padre de Namjoon quien estaba en la habitación notó la expresión de desaliento en el rostro de Jungkook.

— ¿Qué sucede, Jungkook? ¿Qué te dijo?—preguntó con preocupación al notar que la llamada no duró ni un segundo.

— Mamá... está ocupada —respondió Jungkook, intentando disimular su desánimo.

El padre de Namjoon comprendió de inmediato la situación y se acercó a Jungkook con una expresión comprensiva.

— Lo siento, hijo. Pero recuerda que estoy aquí para ti —dijo, colocando una mano reconfortante en el hombro de Jungkook, sabía que aunque no era el papá biológico del joven lo había criado desde pequeño y lo quería como un verdadero hijo—. Estoy muy orgulloso de ti.

Jungkook asintió con gratitud, agradecido por el apoyo de papá en ese momento difícil. A veces solo a veces deseaba con todo su corazón que el padre de Namjoon también fuera el suyo. Desde pequeño siempre lo vio como el suyo y daba gracias por el amor que esté le brindaba.

The theacher|| Kookjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora