Capítulo 47.

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Capítulo 47.

Después de regresar al hotel en un taxi que por la hora me daba un poco de miedo, aun así, llegue bien. En el camino me quede pensando, con la mirada perdida. Siempre lo arruino, no puedo tener nada estable porque siempre lo hago mal a pesar de no tener la intención.
Entrando al elevador, me solté a llorar, por todo, lo bueno es que no había nada adentro ya que es media noche. Pensé antes de entrar a mi habitación, mi hermana estaría ahí y si esta despierta no quiero que se de cuenta que llegue temprano, relativamente o que me vea los ojos llorosos y estar dándole explicaciones. Es mi hermana, lo sé, pero no puede saber eso, no ahora.

En fin, espere en el pasillo para que pasará un tiempo y que se me bajara lo rojizo de mi cara y ojos por llorar.

Al día siguiente me pare, con mucho trabajo, temprano y le deje una nota a mi hermana diciendo que no tardaría y que puede pedir su desayuno a la habitación.

Salí por la parte atrás y camine unas cuantas cuadras para entrar al hotel donde se hospedaba Sam. Tenemos que aclarar las cosas.

Fui a su habitación, toqué muchas veces y nunca abrió, lo llamé para escuchar el tono de llamada de su celular y saber si estaba adentro y no me quería abrir, pero nada, no se escuchó nada. Regresaría más tarde para hablar con él.
Saliendo del elevador, antes de salir del hotel, curiosamente mire al restaurante de este y ahí estaba, poniendo atención a su desayuno.

Bingo.

Entré y me senté en una silla, en su misma mesa, enfrente de él. Él subió la mirada, sorprendido, cuando vio que era yo, puso los ojos en blanco y siguió desayunando.

—¿Podemos hablar?—pregunté dudosa.

—Ya lo estas haciendo.—dijo encogiendose de hombros, sin mirarme.

—Estoy hablando en serio.

—Como sea.

Susurró. Él iba a pararse y dispuesto a irse pero lo detuve agarrando su brazo y jalandolo, volviéndolo a su asiento, en un momento de enojo. Me desesperé.

—¡Esta bien! ¡Si! Lo acepto. Llegue muy tarde.—dije explotando—Pero no se compara con las veces que tu también lo haces y a pesar de todo yo estoy ahí. Te espero y no me voy. Si tu lo haces está bien, pero si a mi me pasa una vez, es el fin del mundo. No fue porque quise, se complicó todo y no puede llegar a tiempo. En verdad lo siento pero no es justo.

Aguante las lágrimas que amenazaban con salir.

—Siento que todo lo que hago está mal.

Se paró de su asiento y puso las manos en su cara. Casi no habían personas aquí así que ni a mi, ni a él nos importaba que nos vieran pelear.

—Que llegaras tarde no me afecta tanto.—dijo viéndome ahora—Es que hayas llegado tarde por culpa de Louis.

—No hay nada entre él y yo.—aclare—Que nos hayamos hecho amigos y hacer las paces con él no significa nada.

—No significa nada para ti. ¿Pero para él?

Me quede callada. Mentiría si dijera que no veo que Louis quiere algo más...o es mi imaginación. No lo sé. Casi nos besamos en dos ocasiones.

—¿Tu no sientes nada por él?

Cuando nos odiábamos mi respuesta a esta pregunta sería un "no" rotundamente ya que me hacia la vida imposible, literalmente, pero ahora lo que hemos pasado juntos me tiene confundida.

—Niegamelo—me retó.

Silencio de nuevo.
Le mentiría, diciéndole que no para salvar nuestra relación, pero en estas condiciones, no sé si aun existe una relación.

Suspiró.

—Creo que es mejor acabar con todo esto.—dijo dejando su servilleta en la mesa.—Los dos tenemos la culpa, los dos lo arruinamos.

—Creo que es lo mejor para ambos.—me atreví a decir, aun sentada en la silla.

Se volvió a sentar, manteniendo la calma por estar en un lugar público. Noté que mordió su cachete por dentro, aguantando el coraje.

—¿Así se acaba? ¿Terminamos?—preguntó sin verme—¿No dirás nada o impedirás esto?

—A mi también me duele.—puse mi mano sobre la suya que estaba recargada en el mantel blanco—Créeme, fuiste el único que estuvo conmigo, me entendió y me esperó. Te agradezco mucho por eso. Fueron los mejores 10 meses de mi vida y...

—1 año...—me interrumpió. Lo cuestione con la mirada—Llevamos un año juntos...ayer se cumplió el año.

Hizo un movimiento con su cabeza señalando el brazalete que traía puesto en mi muñeca. Me lo puse para que no viera mi falta de compromiso con él, pero ahora ni siquiera sirve. Ahora entiendo todo. Por eso el enojo, por eso el regalo del brazalete, por eso tanto escándalo y no puedo quedar más avergonzada y sentirme peor porque ya no se puede. Sentimiento de culpa recorre mi cuerpo.

—Lo siento.—fue lo único que pude decir. Estoy avergonzada.

Soy la peor chica y novia del mundo.

—Aclara tus sentimientos hacia él.—dijo ignorando mi disculpa.

—No me lo merezco.—me quite el brazalete y lo puse en la mesa.

Él negó levemente con la cabeza, lo empujo con sus manos hacia mi.

—Me gustaría que te lo quedaras—me sonrió.

Él tranquilamente se paró, empujo la silla acomodandola y paso a mi lado. Lo llame y volteo a verme sin decir nada.

—Si te llegue a amar, Sam.

Él me sonrió sin dientes, caminó hacia mi y se inclinó, paró en mi cachete y plantó un largo y duradero beso en mi mejilla. Susurró un "nos vemos luego" y salió de ahí. Todo acabo. Todo esto termino.
Por un lado me siento bien respecto a que él ya no va a sufrir tanto a lo de los chismes en revistas, páginas o vídeos viendo mi cara o mi nombre en algunos de esos. Ya no se va a enojar, ya no estará preocupado si son ciertos o no, se librará de mi. Pero por otro lado me siento de la mierda, él fue el único que estuvo cuando yo me sentía completamente sola y ahora ya no iba a estar más. No acabamos mal, por así decirlo, no acabamos peleando o algo por el estilo. Él lo dejo por la paz para que aclarara mis sentimientos, Sam no puede ser más lindo y bondadoso porque ya no se puede.

Iba a pagar el desayuno pero resulto que la camarera dijo que él ya lo había pagado, no en efectivo pero lo cargaron a la tarjeta de su habitación. Sin decir algo fui a mi hotel.

—Recoge tus cosas.—le dije a Rachel.

Ella guardo sus cosas en su mochila, se arregló un poco porque dijo que no podía estar así como así cuando se despida de los chicos. Exagera pero bueno. Bajamos por el elevador y los chicos estaban en el lovi.

—¿A dónde van?—preguntó Zayn acercándose a nosotras.

—Me va a dejar a mi casa.—Rachel respondió.

—Bien, vamos. —dijo caminando.

Los chicos empezaron a caminar detrás de él. ¿"Vamos"? Me suena a manada. No es por nada pero ahora sólo quiero dejar a mi hermana en su casa y estar sola. Llame a Zayn y me volteo a ver. Me le quede viendo, seria. Esas miradas de los mejores amigos que logran fácilmente descifrar a comparación de otra persona, son únicas. Al parecer entendió y les dijo a los chicos que mejor fueran a otro lado, ellos, sin entender el tema le hicieron caso. Cuando pasaron a mi lado, Louis se me quedo viendo y se acercó.

—¿Estas bien?—preguntó.

Puse una línea recta con mis labios y me di la vuelta. Rachel había terminado de despedirse de ellos, así que me di la vuelta y junto con mi hermana salimos del establecimiento y entramos a un taxi.

Vocalist/l.tDonde viven las historias. Descúbrelo ahora