Capitulo 58.

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Capítulo 58.

El viernes no dormí absolutamente nada porque no quería dormir para que se pasará rápido el tiempo. La verdad no quería que llegara el sábado.
Sin pegar un ojo en toda la noche, a las 9 de la mañana quite el libro en PDF que descargué en mi celular y lo bloquee. A las 3 de la mañana lo empece a leer porque el maldito de Louis dejó de responder a esa hora obviamente porque se había quedado dormido. Es un muy lindo gesto porque se quedo conmigo para desvelarse pero no pudo más. Lo entiendo, casi todo el día está ocupado.
Salí de mi cama como un zombie para hacer del baño y entrar a la ducha. Después de eso, me puse ropa cómoda y fui a la cocina para hacerme de desayunar.

Zayn y Louis se ofrecieron a ir, más bien a acompañarme a la primera cita de visita al hospital psiquiátrico para ver a mi mamá. Estoy muy nerviosa, hace años no la veo. ¿me reconocerá? ¿me querrá ver? Esas dos preguntas me rondan la mente desde el viernes. No puedo estar tranquila, sé que no podré hacerlo.

Callada en el asiento de atrás del carro de Louis ya que de copiloto era mi estúpido mejor amigo y según dijo que los hombres siempre van al frente. Maldito machista. Louis subió la mirada rápidamente para ver el retrovisor y verme a mi. Le di una sonrisa sin enseñar dientes para que se tranquilizara. En el camino venimos escuchando música, nadie decía nada.

A las diez empezaba la hora de visitas, ya habían pasado 12 minutos de las diez cuando habíamos llegado. Ambos salieron por sus respectivas puertas y yo me quede adentro, comiéndome las uñas.

Después de minutos ahí, salí porque Zayn había tocado la ventana para que reaccionara. Entramos y la misma sensación fría y vacía de todas las veces que he venido aquí se sintió. Entré sin decirles que hacer a Zayn y a Louis. Era obvio que tenían que esperar en las sillas. El doctor se paró de golpe cuando me vio entrar.

—Ay—dije avergonzada—No toqué antes de entrar, lo siento. Es que me dijo que llegara veinte minutos antes y creo que he hecho lo contrario llegando veinte minutos después.

—No te preocupes.—me saludó estrechando la mano—¿Como has estado?

—Nerviosa.—me senté.

—Platicame de tu mamá—esa pregunta me llegó de golpe. No la veía venir, que directo.

Jugué con mis dedos y me removí en el asiento.

—No sé que platicarle sobre ella.—dije después de minutos de pensarlo y concluir con nada.

—¿Quieres verla?

Parpadee varias veces.

—No lo sé...si—dije más como pregunta-—No la he visto desde hace mucho pero tengo...

—Miedo—me ayudo a terminar mi respuesta. —Muy bien Peyton, un psicólogo que diagnosticaría en tres o cuatro sesiones, yo, un psiquiatra te puedo diagnosticar en menos de diez minutos.—Ni una sola gota de modestia tiene este señor. —Tienes un trauma desde pequeña, se fue incrementando mediante el tiempo, ya que no tuviste ayuda psicológica después de lo sucedido y entiendo esto, no es fácil procesar que tu mamá quizo...matarte. —mi corazón se empezó a acelerar—Pero tranquila creo que con este paso ayudaría a ti como a tu mamá. Ella mejorando en su enfermedad y tu superando el miedo que le tienes a ella.

Asentí sin decir algo ¿Que se supone que tendría que decir?

—E irá disminuyendo tus formas de rechazo.—frunció el sueño—Me refiero a que irá bajando tus movimientos de nerviosismo como removerte en el asiento, morderte las uñas, jugar con tus dedos, etc.

Me pare de mi asiento y le extendí mi mano en forma de despedirme, el la estrecho y me sonrió acomodandose los lentes.

—Gracias—agradecí sinceramente.

Vocalist/l.tDonde viven las historias. Descúbrelo ahora