Capítulo 57.

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Capítulo 57.

—Siento que no haya sido el día que esperabas.—dije al bajarme del coche inclinándome para alcanzar la ventana y verlo que estaba del lado del piloto con su mano en el volante.

—Es como la novena vez que me lo dices, Peyton.—sonrió—Y en todas te he dicho que no hay problema.

Me sonrojé.

—Está bien, lo siento.—hice una mueca—Nos vemos.

Puse mi compostura normal y me di la vuelta para entrar por la puerta a mi edificio. Paré mi paso porque escuche que gritaron mi nombre, di media vuelta y Louis trotaba hacia mi, antes de que yo entrara por la puerta principal.

Cuando llegó cerca de mi me sonrió.

—Se me olvido decirte—se rascó la nuca—Pasado mañana voy a ir a Doncaster...emh...que es donde vivía, donde vive mi familia, entonces yo...pues...quería que...

Ver a Louis nervioso y ligeramente sonrojado era lo más tierno del mundo, así sé que no soy la única que se pone así. Aunque me causa aun más ternura que sea por mi. Le sonreí pára que siguiera seguro.

—Para que me acompañarás, ya sabes.—dijo tratando de sonar relajado. Suspiró por su intento fallido—Por favor no me hagas explicártelo.

Sonreí enseñando dientes.

—Sería un placer acompañarte a ver a tu familia en Doncaster.

Él sonrió también enseñando dientes.

¿Y ahora? ¿Me voy? ¿Me despido? ¿Él se despide? ¿Me doy la vuelta? Que momento tan más incomodo.

—¿Entonces...?—no sabía que decir.

—¿Así es como te despides de Louis Tomlinson?—levantó una ceja, pícaro.

Yo levanté una ceja. ¿Qué se cree? Está bien, es un arista famoso pero que egocéntrico.

—Así es como me despido de Louis Tomlinson.—levanté mi mano y levanté el dedo de en medio.

Escuche su risa mientras me daba la vuelta y bajaba mi mano. Louis en un acto rápido cuando bajaba mi brazo el agarro mi muñeca haciendo que diera la vuelta otra vez hacia a él. Me pegó a su pecho. Fue un acto demasiado rápido, nuestras respiraciones agitadas, levanté la mirada divertida, es para que no notara mi nerviosismo a tanto contacto cercano.

—Hazlo de nuevo.—levanto una ceja, retandome.

Claro que lo iba a hacer de nuevo, nadie me reta a hacer algo. Si no lo hago mi orgullo estaría por los suelos.

Trate de levantar mi mano de nuevo pero él la tenia agarrada de mi muñeca, no la podía subir y mucho menos mi brazo. Tramposo.

Levanté de nuevo mi mirada al ver que me tenia totalmente inmovilizada. Puse mi frente en su pecho, dándome por vencida. Él gruñó para que quitara mi frente y lo volteara a ver a los ojos.

—Peyton, más tarde te daré unas clases de modales.—se relamió los labios—Por ahora, me despediré como se debe.

Sentí que soltaba mi muñeca y subía su mano para ponerla en mi mejilla.
Se acercó para posar sus labios en los míos, primero delicadamente después ladeo la cabeza para profundizarlo. Sentía cada parte de sus labios rosados en los míos, tenia su aliento a menta lo cual lo hice más fresco, se sentía tan bien y por esos segundos me hizo olvidar todo lo que paso en este día, todo lo malo, mis preocupaciones, mis problemas. Sólo él podía hacer eso. Sólo él podía causarme eso.

—Paso por ti.—dijo minutos después de separarse de mi.

Soltó poco a poco mi otra mano mientras se alejaba para volver a entrar a su carro. Suspiré y entré cerrando la puerta detrás de mi. Vi que la señora portera del edificio se me quedaba viendo, mi cara de enamorada debe ser muy notable. Me puse sería y la salude con un gesto moviendo la cabeza hacia abajo.
Mientras subía por el ascensor empece a ver las notificaciones de mi celular.

Vocalist/l.tDonde viven las historias. Descúbrelo ahora