Vocalist/l.t

Capitulo 37.

Capítulo 37.

El doctor está desde hace 15 minutos en la habitación de Harry. Le tuvimos que decir a Paul ya que es el manager de la gira, que Harry se sentía mal y le dolía la garganta porque estuvimos en la lluvia por mucho tiempo y sin suéter o algo que nos abrigara como si fuéramos niños pequeños. Entonces llamó a un doctor que llegó 20 minutos después.
Este salió junto con Harry. Fue con Paul para decirle lo que pasaba, nosotros nos acercamos para oír.

—El señor Styles tiene tos leve con un poco de rinofaringitis la cual le causó los síntomas de la elevada temperatura en su cuerpo. Ya le di antibióticos y jarabe como tratamiento.—dijo acomodandose el estetoscopio en su cuello.

Paul y todos nos quedamos sin palabras.

—Muy bien, ok, ahora, dígalo en español. —Louis dijo con ironía.

El doctor rodó los ojos.

—Harry tiene tos y principios del resfriado común por eso también le dio calentura y ya le di medicamentos para que empiece a recuperarse.

—¿Esto afecta algo en sus cuerdas vocales? ¿Puede cantar?—pregunte interrumpiendo a lo que Paul iba a decir.

—Si puede pero no debe, la tos hace que raspé su garganta y tiene la voz ronca ahora. Si canta afectara más y no podrá hablar. —dijo con una mueca—Ya que es cantante, recomiendo reposo tanto de su cuerpo y de su voz.

En vez de decirme eso solo diga "No puede cantar" y ya, no es tan difícil, sólo le da vueltas y vueltas a eso.

—¿No quieres que te revise a ti también? Te ves enferma.—el doctor me dijo desprevenida.

Tenia la nariz y ojos rojos y sorbía la nariz a cada rato obviamente se iban a dar cuenta.

—No, yo estoy bien gracias.

—¿Segura?—Zayn puso su mano en mi espalda preguntándome.

Asentí y el doctor siguió hablando de Harry.

Me salí de esa conversación y entré a su habitación, él estaba acostado en su cama sobre sus cobijas. Viendo hacia el techo.

—¿Como te sientes?

—Mal.—dijo sin verme y con voz ronca.

Vaya Peyton, que pregunta tan más estupida. Me senté alado de el. Se veía agotado y su frente sudaba por la calentura.

—El doctor dijo que no debes hablar por un pequeño tiempo.—dije acariciando su cabello.—Menos cantar.

Éls me miro con sus ojos rojos, se volteó hacia la parte donde estaba su lámpara dándome la espalda. Okay, lo entiendo, no poder cantar es horrible, lo he sentido, me pasó.

Suspire pesadamente. Me paré y le puse una cobija encima. Apagué la luz donde el reloj del buro decía 11:34pm. Es tarde.

—Buenas noches, Harry.

Me dirigí a la puerta dispuesta a abrirla pero esta se abrió por que Louis quería entrar. Me hice hacia atrás y el se sorprendió.

—¿Esta despierto?

—No lo sé, no tiene casi nada que se acomodó. Puedes pasar.

Él hizo una línea recta con sus labios.

—Mejor mañana vengo. Lo dejare descansar.

Asentí y cerramos la puerta.
Estornudé y me cubrí la boca. Louis saco de su bolsillo papel, me lo tendió y lo acepte. Me di la vuelta dándole la espalda para que no me vea sonandome la nariz, que vergonzoso. Escuche su risa. Termine de limpiarme y voltee. Louis puso ambas palmas de sus manos en mis cachetes, sus manos en mi cara hacían que me viera aun más pequeña. Sus manos estaban calientes y ladeo la cabeza.

—¿Segura que te sientes bien?—asentí aún teniendo sus manos en mi cara. Una sonrisa se curvó en sus labios.—¿Porque te ruborizas?

Y entonces entendí que el calor que sentía en mis cachetes no era que él lo transmitiera por sus manos, sino porque me estaba poniendo roja. ¿Porqué me pongo así?

—Es porque estoy enferma.

Dije alejandome de él para que quitara sus manos. Él aumentó la sonrisa.

—Hace 5 segundos dijiste que estabas bien.—levanto una ceja.

—Ve a dormir, Tomlinson.

Mi cambio de tema le hizo reir.

—Ya que se supone que tienes que compartir habitación con Harry y él está enfermo y tu también y si duermen encerrados será como una incubadora de virus y así ninguno de los dos jamás se pondrán mejor puedo ofrecerte mi habitación, me toco dormir sólo así que puedes usar la otra cama.—dijo calmado, sin nervios, confiado.

Me dejo atónita, tiene razón pero no había pensado en eso. Sé que debería de empezar a relajarme y acostumbrarme al Louis amable pero la situación jamás deja de ser incómoda.

—No creo que quieras que te contagie.—dije haciendo una mueca.

Él se encogió de hombros.
Al final acepte, entré a la habitación de Harry por una pijama y por el cargador de mi celular. Después fui a la de Louis y me metí a su baño para cambiarme. Hice mis necesidades, me cambie de ropa y me hice un chongo con mi cabello. Me desmaquille y me lave la cara. Salí de ahí y Louis estaba viendo la tele ya metido en su cama. Yo me metí a la mía, alado puse pañuelos por sí acaso y me tome una pastilla para el dolor de cabeza. Vi mi celular y ya era más de media noche. Lo puse a cargar y se escucho que apagaban la tele.

Yo veía hacia el techo, no podía dormir, a un lado de mi se escuchaba que se movían y movían cambiando de posición. Agarre mi celular y entré a Whatsapp.

Peyton:¿Estas despierto?😴

Peyton: No, creo que no, sé que tienes trabajo mañana. Que duermas bien.

Peyton:Te extraño 😭❤️

Deje mi celular en el mueble.

—¿No puedes dormir?—escuche la voz de Louis.

Me espantó un poco.

—No. —suspire—Pensé que ya estabas dormido.

—Jetlag.—dijo refiriéndose a que no podía dormir por la diferencia de horario.

Aunque España es una hora más que Londres ya nos acostumbramos al horario de otros países.

—¿En que piensas?

—En Harry.—contesté.

Parece como si estuviera hablando con el techo.

—No puede cantar y sé lo que se siente. Esa impotencia.

Dije recordando mi "intento" de audición ya que mi garganta se cerró y no podía cantar ni hablar. Quedándome afónica por un día completo. La habitación se quedo en silencio completamente, esperaba una respuesta de Louis pero nunca llegó.

—¿Ya te dormiste?—pregunte aún acostada.

—Sigo aquí—lo dijo como si hubiera aguantado la respiración.

—¿Porque eres tan lindo y amable conmigo?—solté.

Tenia esa pregunta rondando en mi cabeza todo este tiempo.

—Antes no eras así ¿Que te hizo cambiar de actitud?

Dos minutos exactos pasaron y Louis aún no respondía, yo sabía que aun seguía despierto y no iba a hablar hasta que él respondiera.

—Ve a dormir, Hollister.

Dijo y se escuchó que se movía a un lado tomando una posición buena como para dormir bien.

—Oye, no me cambies de tema.

—Tu lo hiciste hace rato después de lo que te pregunte, no veo porque yo no lo pueda hacer.—dijo canturreando.

Mierda. Tiene razón.

—Buenas noches, Tomlinson.

Me acomode boca abajo abrazando a la almohada.

—Buenas noches, Hollister.