BeaSu mano entrando una y otra ves dentro de mi, su boca chapado cada uno de mis pezones a la vez que entiero mi mano en su suave pelo. La exitante sensación que me recorre por completo con cada toque que me da. Después de acostumbrarme a su pene en mi interior, el dolor se volvió en un placer que crecía dentro de mi cuerpo que pedía cada vez mas. Cada embestida se volvía mas rápida y fuerte a la vez que mis gemidos. La viva imagen de su collar moviéndose arriba de mi en cada embestida se volvió como un íntimo recuerdo de nuestra noche juntos.
Ojalá solo fuera un recuerdo en el pasado, si no fuera que estado soñando todos los días con ese recuerdo de Matt arriba de mi, dejándome una espectacular vista que se volvió mi religión.
— ¡Bea! — me grita Hayley.
— ¿Qué?
— Casi te choca un auto — entrelaza nosotros brazos mientras el hombre que casi me choca me saca el dedo del medio —. Te lo podes meter bien en el ****.
— Perdón, estaba pensando...
— En el sexi militar — me giña un ojo.
— ¡Claro que no! — me sonrojo , esquivando su cara.
— Si, claro. Te creería si no fuera que tienes sueños húmedos todos los días.
— No todos los días — aclare.
— Pero los tienes — esboza una sonrisa perversa.
La ignoro cuando me doy cuenta que caí sola en su trampa.
— Mañana tienes esa fiesta — murmura Hayley, recordándomelo.
— ¿Vendrás?
— Claro que si. ¿Y perderme a esos bombones que no pude probar el año pasado? Ni hablar.
<<Con bombones ya sabemos a que se refiere>>
— No quiero ir — subimos al metro —. Será un infierno.
— Un infierno con buenos demonios — Hayley se adelanta y le gana el asiento a un chico que la mira con odio —. Te acuerdas el año pasado cuando me metí...
— ¡Lo recuerdo! No hace falta que lo digas.
— Solo decía.
Solo pensar en ese día me pone la piel de gallina. En la última fiesta que organizaron mis padres Hayley tenía en la mira a un par de chicos. No creí que fuera para tanto hasta que entré en mi habitación y la vi teniendo sexo con siete chicos a la vez.
<< Mis respetos los tienes Hayley>>
— ¿Pero porque no quieres ir?
La miro como si preguntara lo más obvio del mundo.
— Sacando a tu familia — comenta.
— Conoceré a mi prometido — murmure.
— ¡¿QUE DIJISTE?! — todo el mundo se voltea hacia nosotras, me adelanto y le tapo la boca.
— ¿Puedes no llamar tanto la atención?
— ¿Cuando te enteraste? — me saca la mano.
— El día que fui a cenar a la casa de mís padres.
— Y no me lo dijiste en todo este tiempo — se pone una mano en el corazón mientras finge llorar —. Ya no eres mi amiga.
— Soy la única que tienes — le recuerdo.
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La vida no es de color rosa[+18]
RomanceBeatriz con tan solo dieciocho años, se entera que tiene cáncer. Sin tener algún plan o deseo, decide vivir su vida como la de cualquin adolecente sin que se entere nadie de su enfermedad menos su mejor amiga, Heyley. Una noche es arrastrada por Hay...