Capítulo 18: Me haces bien

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Bea

— ¿No te duele? — me pregunta.

— Me incomoda.

— ¿Puedo tocarlo?

— No.

— ¿Cuanto tiempo tenemos que esperar? — sigue.

— Una hora — dije perdiendo la paciencia.

— Qué aburrido — protesta.

— Entonces vete a dar una vuelta por ahí — lo mire mal.

— Me aburre dar una vuelta por ahí — se cruza de brazos.

— Entonces callate.

— Ya esta listo — me indica la enfermera —. En media hora vendré a vigilar que todo este en orden.

— Gracias.

— Gracias linda — le suelta Patrick coqueto —. Te esperamos.

La enfermera se ríe y sale mientras Patrick le mira el culo embobado. Ya había pasado una semana en que evitaba los encuentros con hayley y a Matt. Era increíble lo insistente que podía ser Matthias, hasta vino a mi universidad un día. Que siguera rogando el mal nacido. Para mi sorpresa Patrick si cumplió con su palabra y vino a buscarme a mi casa para la quimio. Era un niño inquieto que no se podía quedar quieto y menos callado, solo cuando pasaba alguna doctora o enfermeras .

— Oye, cuñada.

— ¿Qué?

— Si con tal de tener estas vistas, estoy dispuesto a acompañarte a todas las quimioterapia que tengas.

— Eres un tesoro —ironise.

— Eso es evidente a primera vista — se señala entero.

Pongo los ojos en blanco mistras una chica suelta una risita. Se detiene en cuanto la mire.

— Nunca te he visto — me comenta.

— Es la primera vez en este hospital — trate de ser sociable.

— Soy Leah.

— Beatriz.

— Eres muy bonita — sonrio apenas.

Me quedé sorprendía, no por lo que dijo sino por simpática y linda que era. Ya no tenía cabello en la cabeza, estaba pálida y delgada con los labios secos, pero tenía una belleza de esas que no importa como este resalta a primera vista.

— ¿Llevas mucho tiempo con la quimio?

— Etapa tres, llegando a la cuatro — No parecía afectada —. No hay cura.

— Lo siento — me limite a decir.

— Esta bien, siempre supe que me moriría joven.

— ¿Y qué se siente? — le pregunta Patrick.

— ¿Estar enferma?

— Qué te morirás — aclara.

— ¡Patrick! — le di un golpe.

— Es extraño al principio — comentó Leah, sin verse afectada por la pregunta —. En sierto punto lo aceptas y dejas que todo siga su rumbo, pero cuando te das cuanta que cada vez estas más serca por morir te planteas muchas cosas, lo que tubiste que hacer en su momento, el arrepentimiento de hacer cosas que no podrás hacer, las personas — se detiene un momento antes de continuar —. En esta clase de situaciones te das cuanta quien de verdad está a tu lado y quien no.

— Debes tener a muchas personas que te quieran.

Comenté por como lo decía, era todo lo contrario a mi.

La vida no es de color rosa[+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora