𝗣𝗥𝗘𝗧𝗧𝗬 𝗕𝗢𝗬,ᅠ arthur morgan.

ᅠᅠ cap 13. el beso

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ᅠᅠᅠᅠ La realidad era que después de todo lo que estaba ocurriendo con la Banda, Natalie necesitaba unos días de descanso. Le importaron poco las palabras de Dutch, que la llegaban a amenazar incluso con expulsarla de la Banda. ¿La razón? Que Natalie llevaba varios días sin hacer de las suyas para proveer al campamento.

—En vez de quejarte de que Arthur o yo no traemos el dinero que tanto ansías, podrías mandar a más personas a hacer de las suyas. Porque, por si no lo sabías, en ese maldito libro de cuentas sólo están nuestros nombres seguidos de cantidades desorbitadas de dinero mientras que algunos aquí solo traen unos pocos centavos.

—¡Estás en esta banda por mí! —exclamó Dutch en un tono de voz que pocas veces había utilizado antes.

—¡Estoy en esta banda porque Hosea y tú os encaprichasteis con el dinero de mi escote, Dutch! Pero ese no es el caso. De verdad creo que me merezco un descanso. Y quieras o no, voy a tomármelo.

—¡Tú...!

—Deja que la chica descanse unos días, Dutch. Ha hecho más que suficiente por la banda —añadió Hosea poniendo su mano sobre el hombro del líder de la Banda.

—Ni que os estuviera abandonando, joder, solo quiero vivir unos días como Natalie Miller, simplemente eso.

Dutch soltó un largo suspiro antes de hacer un gesto con la mano y dar la vuelta para volver a su tienda. El círculo de personas que se había formado alrededor de ellos empezó a disolverse y Natalie apretó los puños emocionada por esos días que podría tomarse de descanso. Buscó con la mirada a Arthur, justo para darse cuenta de que ya había cogido su yegua y había salido del campamento.

—Me gusta tu coraje, Natalie Miller —dijo Josiah Trelawny, acercándose a la mujer por detrás con una encantadora sonrisa en su rostro—. Pocas personas se atreven a plantarle cara a Dutch de esa forma.

—No sé qué le pasa últimamente, nunca le ha molestado que me tome unos días de descanso —suspiró Natalie, mirando hacia la tienda de Dutch. El hombre estaba discutiendo con Molly, otra vez—. Últimamente está raro.

—Yo también lo estaría con todo lo que os está ocurriendo últimamente, querida amiga —respondió el británico, no borrando su encantadora sonrisa—. Disfruta mucho de tu descanso, lo tienes bien merecido. Yo ahora iré a Rhodes por un trabajo con el que Arthur me va a ayudar, que por cierto, antes de que te vayas, ¿cómo van las cosas con él?

Natalie soltó una pequeña risa suspirada, mirando disimuladamente hacia la tienda de Arthur. Dirigió su mirada de vuelta a Josiah y suspiró de vuelta.

—Algunas chicas me han dicho que quizás, por fin, empieza a ser mutuo —respondió, y la mirada de Josiah se iluminó—, yo también estoy empezando a creerlo, pero creo que al haber sido algo que he querido tantos años, se me hace irreal.