𔓕.ᅠ ᅠᅠ𝗬𝗢𝗨'𝗥𝗘 𝗦𝗨𝗖𝗛 𝗔 𝗣𝗥𝗘𝗧𝗧𝗬 𝗕𝗢𝗬 ˒
ᅠᅠᅠᅠ ⸻En 𝟭𝟴𝟵𝟵, la era de los forajidos
ᅠᅠᅠᅠ y los pistoleros estaba llegando
ᅠᅠᅠᅠ a su fin. Estados Unidos se convirtió
ᅠᅠᅠᅠ en una tierra de leyes y el...
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ᅠᅠᅠᅠEra el momento de rescatar por fin a Sean. Cuando Dutch se encontró con Josiah Trelawny en Valentine, este le informó de todo lo que sabía sobre el paradero de Sean MacGuire, uno de los miembros de la Banda que fue capturado tras su golpe fallido en Blackwater.
Todo en sus vidas últimamente giraba alrededor de ese maldito golpe.
Para hacer algo de reconocimiento, Dutch mandó a Charles, Javier, Arthur y Natalie para reunirse con Trelawny cerca de Blackwater, pero no lo suficiente como para ser detectados —de ser vistos, probablemente tendrían el mismo destino que Sean—. Arthur aún no había llegado, pero Natalie, Javier y Charles ya se encontraban vigilando la ciudad de Blackwater desde lejos.
—¿Charles, eres consciente de que como nos vean nos envían directamente al calabozo, verdad?
—Dime algo más que no sepa, Natalie —suspiró el hombre, utilizando sus prismáticos para observar con detenimiento la ciudad—. Por lo que Trelawny nos dijo, Blackwater está lleno de carteles con las caras de Dutch y Hosea —añadió, pasándole sus prismáticos a la chica—. Pero hay que tener cuidado.
—Relajaos, amigos —dijo Javier, quien se encontraba dejando los caballos atados a unos árboles cercanos—. Desde aquí no nos van a ver.
Habían cabalgado una colina enorme justo detrás de la ciudad de Blackwater para observar desde allí e intentar encontrar a Sean. Solo llevaban dos prismáticos y serían cuatro personas en cuanto Arthur llegase, por lo que deberían ir turnándose para mirar hasta que Trelawny apareciera.
Con un solo vistazo, pudieron notar que a pesar de haber pasado ya varias semanas, los Pinkerton no se rendían en cuanto a encontrar a la banda Van der Linde.
—¿Cuántos? —preguntó Javier tumbándose junto a ellos.
—Un montón —respondió Charles—. Hay hombres uniformados por todas partes.
—¿Veis a Sean?
—No. Creo que no —respondió esta vez Natalie, pasándole los prismáticos a Javier—. ¿Dónde demonios está ese viejo británico pomposo?
—Espero que llegue pronto —dijo Charles.
Cuando Arthur llegó, se tumbó también en el suelo, entre Javier y Charles quitándole los prismáticos al segundo para poder ver lo que se cocía en la ciudad de Blackwater.
—¿Dónde está ese pequeño cabrón irlandés? —preguntó Arthur, refiriéndose a Sean.
—No estamos muy seguros —respondió Natalie—. Se supone que Trelawny ha ido a averiguarlo, pero no sabemos nada de él todavía.
—Me pregunto por qué no habrán colgado a Sean…
—Es un alivio que no lo hayan hecho aún, Arthur. Igual quieren hacerle una especie de juicio público.