ᅠᅠ cap 11. otra pelea

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ᅠᅠᅠᅠNatalie abrió los ojos sintiendo un ardor insoportable en el abdomen. Miró a su alrededor débilmente, sintiendo su cabeza dar vueltas, sin levantarse del colchón. Estaba en su tienda del nuevo campamento, pero se sentía tan desorientada que apenas sabía el día en el que vivía ni cuánto tiempo había pasado desde que cayó inconsciente. 

Notó un leve peso sobre su mano y, cuando giró lentamente su cabeza, encontró al pequeño Jack tumbado junto a ella, tomando su mano con ternura. 

—¿Jack? —preguntó Natalie con la voz algo entrecortada. 

—¡Tía Natalie! —exclamó el niño, mirando emocionado a la mujer. Sus ojos empezaron a brillar de emoción al verla despierta—. ¡Tío Arthur! ¡Tío Javier! ¡Mamá! ¡Natalie está despierta! 

Jack salió corriendo torpemente de la tienda, Natalie no podía verlo bien pero sabía que tenía la mayor de las sonrisas. 

Al cabo de un minuto, Arthur y Javier aparecieron acompañados de Abigail y Sadie, detrás también estaban Karen, Mary-Beth y Tilly, acompañadas de la señorita Grimshaw, pero todas se quedaron fuera de la tienda puesto que esta no era tan grande como para acogerles a todos a la vez. 

—Qué bien que estás despierta… —dijo Javier, agachándose junto a Natalie mostrando una suave sonrisa y tomando su mano cariñosamente. 

—A medias, pero lo estoy —rió suavemente, tragando algo de saliva. 

—¿Cómo te encuentras, chica? —preguntó Arthur, agachándose junto a Javier, mirando con un ápice de preocupación a la mujer. Una débil sonrisa se deslizó por sus labios. 

—Siento como si me ardiera el estómago —dijo, moviendo lentamente su mano para ponerla sobre su abdomen, sintiendo un ardor aún más profundo. 

Natalie soltó un leve gemido de dolor, agachando su cabeza para mirar al lugar de la herida. Levantó su camisa y vio la herida completamente cubierta con vendas, las cuales estaban completamente limpias, parecía que las habían cambiado recientemente. 

—Fueron Sadie y Abigail las que cambiaron tus vendas, no te preocupes —le aseguró Arthur, sonriendo levemente. 

—¿Cuánto tiempo ha pasado? —preguntó Natalie, mirando a su alrededor. 

—Varios días, has estado casi una semana inconsciente —respondió Abigail, hablando por primera vez en todo ese rato. 

Natalie hizo un esfuerzo para levantarse del colchón y sentarse. Tras unos cuantos gemidos de dolor y algo de incomodidad, logró sentarse en una postura cómoda. 

—Tengo hambre —murmuró. 

—Te traeré un buen plato del guiso de Pearson, está recién hecho —respondió Javier, levantándose del suelo y saliendo de la tienda. 

𝗣𝗥𝗘𝗧𝗧𝗬 𝗕𝗢𝗬,ᅠ arthur morgan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora