ᅠᅠ cap 9. los pinkerton

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ᅠᅠᅠᅠA la mañana siguiente, Natalie ya le había devuelto su diario a Arthur y, aunque tuvo que esconderle que había leído algunos de sus escritos y que había visto los dibujos que había hecho de ella, retomaron el contacto sorprendentemente rápido. Casi como si no hubiera ocurrido nada.

En realidad, la actitud de Arthur había empezado a ser incluso más cercana hacia Natalie, tanto que ni siquiera parecía él. Había empezado a recoger flores del campo de vuelta, tal y como hacía varios años atrás, pero ahora estos ramos se los daba a las chicas del campamento y, los más bonitos, siempre eran para Natalie.

Mary-Beth, Tilly y Karen siempre rodeaban a Natalie para ver los ramos de cada una, y todas coincidían en que los de Natalie siempre eran los más bonitos y mejor cuidados. Esto, por supuesto, venía seguido de gritos emocionados por parte de todas las chicas mientras que Natalie no podía hacer más que sonrojarse y observar detenidamente el ramo.

—¡Le gustas, Natalie! —exclamó Tilly, tapándose la boca con ambas manos para contener la respiración, muy emocionada.

—¡Eso no lo sabéis! —respondió ella, sonriendo tímidamente.

—De la nada Arthur ha vuelto a recoger flores silvestres para hacer pequeños ramos y, casualmente, los más grandes y los más bonitos te los da a ti —dijo Karen, fumándose un cigarrillo—. Está más que claro que, por lo menos, le has empezado a llamar la atención. Y siendo lo romántico que es, es más que seguro que le gustas.

—Igual un día de estos hablo con él —dijo Natalie, empezando a creer en las palabras de sus compañeras—. Pero no os aseguro que lo haga. Ya hablé de esto con Sadie y no sé si lo haré aún. Además, Dutch no me deja descansar ni un momento últimamente, sigue creyendo que puedo traer tanto dinero como antes pero ya no puedo hacerlo de las mismas formas. Me estoy haciendo mayor, chicas. 

—¿Robando diligencias tú sola acabando con todos los pasajeros sin piedad?

—¿Quitándole los caballos a los más ricos para robar todo lo de sus alforjas?

—¿Acabando con campamentos enteros de O’Driscoll dejándole las migajas a los hombres que van detrás siempre para que no te pase nada?

—Yo no tengo la culpa de que sus caballos sean tan lentos, que yo llegue antes y termine con el trabajo antes de que ellos lleguen no es problema mío.

—Natalie, a veces das miedo.

—Tal para cuál con Arthur —suspiró Mary-Beth, completamente enamorada de la historia de ambos.

—Dos completos psicópatas, tal para cuál —murmuró Karen, dándole otra calada a su cigarrillo.

Después de varios días bastante ajetreados para Natalie en los que no tenía apenas momentos de descanso, a la noche se le presentó un plan muy tranquilo para la mañana siguiente.

𝗣𝗥𝗘𝗧𝗧𝗬 𝗕𝗢𝗬,ᅠ arthur morgan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora