Lazos del Alma [Twibra]

Capítulo 5

Su paso del sueño a la vigilia estuvo rodeado de estúpidas complicaciones que amenazaban con quitarle el poco buen humor con el que solía despertar.

En primer lugar, por el sueño tan extraño que acababa de tener y al que no le hallaba ningún sentido, y en segundo, por el hecho de que la alarma de su teléfono no paraba de sonar en un molesto pitido que realmente hacía que quisiera tirar el maldito aparato contra la pared del otro lado de la habitación.

Sólo cuando esa sensación de no saber si estaba despierto comenzó a irse, fue que se dio cuenta del sonido tan distinto al habitual que llenaba sus oídos. Eso terminó de despertarlo por completo mientras tomaba el dispositivo con una de sus manos para pulsar la entrante llamada.

Su voz salió en un gruñido que expresaba la evidente exasperación que comenzaba a sentir y que no se molestaba en ocultar.

—Más te vale que tengas una buena razón para haberme despertado a las seis de la mañana —dijo después de levantarse.

La habitación antes a oscuras se aclaró un poco más cuando las largas cortinas de las ventanas se corrieron, mientras la voz del hombre detrás de la línea parecía emitir un ligero resoplido.

—¿De qué hablas si de todas formas sueles despertarte a esta h-

—Habla rápido que no tengo el día —Le interrumpió, sintiendo una molestia cada vez más creciente mientras recorría la habitación.

—Bien, ya puedo notar que no te despertaste del mejor modo —Quién sea que estuviera detrás de la línea terminó por emitir un suspiro—. Trataré de ser rápido. Ya sabes que en estas últimas semanas ha habido una cierta escasez bastante grande de productos en el mercado, las empresas no dan abasto y la competencia es cada vez mayor...

—¿Adónde quieres llegar? —preguntó en un cierto tono de suspicacia, a pesar de que ya podía hacerse una idea bastante clara de sus intenciones.

—Oh vamos, sabes a lo que me refiero. Shades S.A es la corporación más grande en todo el estado y eso ha sido gracias a tu buena gestión...

—Ahórrate las adulaciones, sé eso perfectamente —cortó sus palabras una vez más, en esta ocasión mientras apretaba con sus dedos el puente de su nariz en un intento por mantenerse sereno.

Demás estaba decir que no funcionó muy bien.

—La cuestión es que tengo una propuesta que puede beneficiarte.

Otra vez, apartó la mano que había puesto sobre su cara y dejó salir un suspiro. Sin embargo, a pesar de todo no pudo evitar esbozar una leve sonrisa de complacencia ante sus recientes palabras.

—Está bien, si lo que quieres es una reunión te la concederé.

Después de lo que dijo, la voz de quién estaba detrás de la línea pareció dejar de contener el suspiro ahogado que al parecer, no sabía que había estado reteniendo, como si en realidad no se hubiera esperado su reciente afirmativa. Y la verdad es que no se lo esperaba.