Capítulo 31

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«Es un hecho que podrías morir»

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«Es un hecho que podrías morir»

Twilight sintió como su mundo se resquebrajaba bajo el peso de aquellas palabras. La información había caído sobre ella como una especie de bomba que en ningún momento había esperado, dejándola desprotegida ante sus efectos. Sintió la repentina necesidad de apoyarse contra Sombra, y él la agarró en medio del caos que se había desatado en su mente.

Los latidos de su corazón siguieron aumentando de forma gradual.

—Mierda...

Él tampoco sabía qué pensar respecto a todo aquello. De lo único que estaba seguro era de la fuerte punzada de temor e incertidumbre que cada vez crecía más, alojándose en el interior de su ser como si fuera un parásito que amenazaba con engullirlo todo. Sin embargo, no era por él en lo absoluto, todo era por ella. No pudo evitar abrazarla como consuelo, aunque él también lo necesitaba por parte de ella.

El agarre con el que ella se aferraba a él se volvió más fuerte de repente.

—¿Twilight? —habló de pronto la voz de Zecora en un tono preocupado al notar su errático estado.

Eso fue lo que terminó de alertar a Sombra de lo que pasaba. Rápidamente miró su rostro y la punzada de temor que sentía se convirtió en una sensación de pura angustia al ver como ella comenzaba a hiperventilar en sus brazos.

—¡Twilight!

Twilight no lo escuchó del todo.

El sentir asfixiante de saber que prácticamente no había escapatoria la engulló por completo e hizo de su mente un lío indescifrable. El pecho le dolía cada vez más por los latidos acelerados de su corazón y su respiración salía en fuertes jadeos, buscando un poco de ese aire que se le escapaba como agua de entre sus frágiles dedos.

Estaba en pleno ataque de pánico.

—No... no puedo...

Su voz fue ahogada por el sollozo que escapó de sus labios. Lo único que pudo escuchar después fue una mezcla confusa de sonidos que se detuvieron cuando ella cayó sentada en una superficie suave. A pesar de todo no aminoró el dolor.

Twilight se rodeó a sí misma con los brazos y cerró los ojos con fuerza. Su corazón aún latía con furia y las lágrimas que eran pocas con anterioridad, ahora se habían convertido en dos surcos que no dejaban de correr por sus mejillas. Pero lo peor de todo era la opresión.

La opresiva sensación de que su mente caía en un profundo pozo de oscuridad del cual nunca podría salir sin ayuda. Porque nadie vendría en su ayuda.

Sin embargo, no era del todo así.

Aún había alguien a quién acudir.

—Twilight...

Ella comenzó a escuchar su nombre como si fuera un sonido distante y lejano, sin embargo la voz que le hablaba era tan suave y tranquila que poco a poco empezó a transmitirle ese mismo sentimiento. Su respiración se fue normalizando con la misma lentitud.

Lazos del Alma [Twibra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora