Malas noticias.
Eso fue lo que tanto Twilight como Sombra pudieron ver mayormente en la expresión de Zecora cuando ella los recibió en su hogar. Aún no había dicho ni una palabra, pero el semblante afligido de su mirada fue un hecho que ninguno de los dos pudo pasar por alto.
Twilight tragó saliva y apretó un poco más la mano de Sombra en busca de un apoyo inconsciente. Él también apretó la suya mientras ella comenzaba a hablar.
—¿Y bien? —preguntó luego de dar otro paso adelante—. ¿Qué es eso que quieres decirnos?
Zecora no respondió por unos segundos, entonces dejó salir un breve suspiro y terminó por invitarlos a sentarse en un mueble cercano. Ambos se sentaron juntos en el sofá que estaba más cerca.
—Disculpen mi tardanza para darles una respuesta, pero no sabía que contestar ante esta situación tan molesta —aclaró mientras hacía un leve gesto cansado con su mano y se sentaba en uno de los sillones.
Ante esto Twilight no pudo evitar sentir con más fuerza los nervios crecientes en su interior, aumentado aún más por el hecho de haber visto antes la expresión de su mirada. Pero aunque al principio había querido creer que sólo fue una conjetura de su propia mente, ahora no podía negar que realmente no era nada bueno lo que debía decirles.
—Está bien, estamos aquí para que nos lo digas, sea bueno o malo —Ella volvió a verlo, y en sus miradas ambos supieron que estaban listos para oír lo que sea que fuera a decir—. Porque la verdad es que ya no soportamos seguir con esta incertidumbre tan pesada.
Sombra también miró a la mujer y le dio un asentimiento leve con su cabeza, estando de acuerdo con Twilight.
—No importa lo que sea que hayas averiguado, aun así necesitamos saberlo —expresó en un tono firme y seguro que logró ocultar la verdadera ansiedad que había aparecido dentro de él con anterioridad.
Zecora los miró por unos instantes más, como si los estuviera analizando. Al final determinó que no valía de nada alargar más lo que tenía por decirles. Realmente ambos merecían saberlo, a pesar de las consecuencias.
—Bien, después de todo este tema les concierne únicamente a ambos —dijo al fin con un suspiro cansado mientras se levantaba. Caminó en cierta dirección, hacia un estantería cercana que no parecía contener nada más que libros. Aparentemente.
Ella demostró que era todo lo contrario cuando un cajón oculto se reveló luego de deslizar un libro específico que terminó en su mano. Dejó este a una mesa cercana y abrió el cajón, ante las miradas de Twilight y Sombra que la veían con cierta expectación.
—Después del gran trabajo que me costó hacerlo, pero con una gran ayuda por todo lo que me conseguiste para ello, Twilight —contestó mientras la miraba con gratitud; sin embargo, su mirada pareció oscurecerse cuando la devolvió a la gaveta y sacó algo de su interior—, pude dar con la causa de todos los problemas que los aquejaron.
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Lazos del Alma [Twibra]
Fiksi Penggemar«Cuenta una antigua leyenda oriental que un invisible hilo rojo conecta las almas de aquellos destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, el lugar o las circunstancias. Este hilo puede estirarse, tensarse o enredarse, sin embargo, nunca podrá...