Capítulo 9

1.1K 82 8
                                    

Antiguas amistades

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Antiguas amistades

Hazel

Hace muchos años que no pongo un pie en San Francisco, aunque también hace muchos años que no viajo en nombre de la Zarina. Concretamente, desde mi primer año en la central porque me daba miedo que alguien se enterase de mis trabajitos extraprofesionales. Solo hacía trabajos en Francia.

Miro por la ventana, acabamos de pasar el Golden Gate. Es Kadir el que está conduciendo hacia nuestro destino en las afueras.

Que a mí no me hagan daño es una cosa, que no intenten hacerle daño a Melyssa es otra, así que tendré que dejar a Kadir al cargo de ella mientras yo tengo unas palabras con Yuri Itto.

Lo conocí durante mi exilio, mi tío Lev hacía negocios de armas con él y me consta que los siguen teniendo. Itto es un hombre extremadamente inteligente, pero también es un poco frío. Conectamos enseguida, no de una forma sentimental, sí de una forma amigable aunque éramos bastante distintos. Yo sonreía a cada rato y me burlaba cada vez que conseguía sacarle una sonrisa. Que fuese mayor que yo por cinco años no me importaba lo más mínimo.

一¿Alguna vez has venido a hacer turismo? 一me pregunta Melyssa, pero niego. Solo he venido aquí para trabajar一 ¿Y tú, Kadir?

一He hecho trabajos para la Zarina de vez en cuando. 一Se encoge de hombros.

Melyssa no es una chica demasiado habladora, pero es un gran paso que haya podido entablar conversación con Kadir durante el vuelo. Le vendrá bien tener alguien en quién apoyarse cuando yo no esté.

一¿Y ese hombre que buscas, seguro está aquí?

一Podría estar en Japón, pero mis chicos han sabido que está aquí por negocios, así que lo pillaré en su local.

Llegamos a la peor zona de la ciudad y bajo del vehículo pegándome rápidamente a Melyssa. Le pongo el brazo por encima y camino a su lado sintiendo la presencia de Kadir a mi espalda. Meto la mano por dentro de mi abrigo abierto y rozo la pistola que llevo en la cinturilla por si hay algún problema. No es la única que llevo, pero es la única que me dejaría quitar, por eso la toco para que sepan quienes me vigilan que llevo una ahí.

一¿Estamos rodeados, verdad? 一susurra Melyssa y acaricio su brazo para que se le pase el miedo.

一No nos va a pasar nada, quédate tranquila.

一Me asombra que ni siquiera tiembles...

Sus palabras me hacen reír un poco. Ya le he dicho lo que he estado haciendo en este tiempo. Ella sabe que mi sueño era ser espía del ejército francés igual que mis padres, aunque ahora me haya desviado del camino.

La adrenalina que siento cada vez que me meto en algún problema me ayuda a pensar con claridad, cuando debería ser al revés. Tuve que trabajar durante muchos años el control de mi ira y mis nervios. Recuerdo la de veces que fui a torturar a alguien junto al tío Lev y terminaba dejándome llevar...

ÉreboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora