Capítulo 10

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El esclavo

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El esclavo

Hazel

Tal y como dije. Ya me he comprado unas cuantas pelucas rubias que son bastante bonitas. También he adquirido una pequeña maleta para meter la ropa y las dos pelucas que no me ponga en ella. Sé que tendré que tomar el Jet para volar a Río de Janeiro, pero todavía tengo un último asunto en San Francisco.

Voy al baño en una estación de metro, me coloco una de las pelucas, la del pelo largo y me coloco las lentillas verdes. Son de larga duración, así que me pueden durar bastante tiempo, no sólo ocho horas como las normales.

Paso la tarde paseando por el Golden Gate Park admirando las plantas que, a pesar del frío que empieza a hacer, siguen siendo bonitas. Necesitaba este momento de relax. No es lo mismo estar dentro de una cárcel con todo el estrés que eso conlleva a estar libre como el viento.

一Hazel King Ascanier... 一Me dejo caer en el banco de madera admirando el cielo que toma tintes morados, como mis ojos.

Le echo una mirada de refilón al hombre moreno que se ha sentado a mi lado y saco mi teléfono haciendo como que estoy hablando con alguien.

一Así que Andrea te ha pedido información sobre mí...

一Tú me pagas mejor 一comenta encendiendo un cigarrillo一. Haré como todos, nadie sabe nada de tí, ni yo tampoco.

一Pensemos que es solo porque te pago mejor, Lucas... 一sonrío feliz.

一Te debo la vida, ya lo sabes.

Lo veo encogerse de hombros y le robo una calada del cigarrillo. Lo dije con Itto y lo puedo seguir pensando con muchas personas. Hacer obras buenas trae resultados buenos cuando se hacen de forma desinteresada.

一¿Cómo está tu familia?

一La pequeña María ha empezado la guardería ya. 一Su sonrisa se ilumina al hablar de ella. Cuando la conocí era del tamaño de un gato adulto. Están enferma. Tuve que pedirle a Lev que me ayudara a investigar sobre su enfermedad y conseguimos un medicamento.

一¿Y tu mujer?

一Está embarazada, de mellizos...

一¡Vas a necesitar muchos pañales!

一Ese es el menor de mis problemas, voy a volver a no poder dormir en toda la noche.

No suena como un reproche, su voz es limpia y tranquila hablando de su familia. Hasta a mí me gustaría no poder dormir si con eso tengo un hijo... Lo que me recuerda que tengo que decirle a la doctora Vera que me inyecte el anticonceptivo.

一¿Sabes algo del bajo mundo? 一pregunto.

一No creo que haya nada que te interese lo suficiente, nuevos sicarios, nuevos niños de papá que quieren hacerse un nombre...

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