Capítulo 47

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La moción de censura

Hazel

Dejo que la luz de la luna me bañe el cuerpo y disfruto viendo los diferentes colores de las auroras boreales. Me apoyo en la barandilla del porche de la casa disfrutando de esta hora que tenemos de noche. Estamos en pleno verano y es complicado ver la luna.

Me dejo caer en el sillón y subo mis piernas a la mesa. Acaricio la zona de la cirugía, no hay absolutamente nada ya. Puedo andar, correr, saltar... Llevo la última semana haciendo un entrenamiento tranquilo por si tenía alguna complicación siguiendo el consejo de Vera, pero está todo bien.

一¿Vuelves mañana a París? 一me pregunta Kadir.

一Sí, salgo a primera hora de la mañana para llegar a la moción de censura.

一¿No los volverás a llevar contigo? 一pregunta refiriéndose a Rasiel, Melyssa y Adrik.

一No sé lo que va a ocurrir, prefiero que estén resguardados aquí con mi tío.

一¿No lo tienes atado?

一Aunque no te lo creas, no puedo tener a todo el mundo danzando a mi son 一suspiro con pesar一. Puede salir cara o salir cruz, y si sale cruz, pondré pies en polvorosa.

A la gente le parecerá que huyo, pero si Horn gana, no tengo nada más que hacer en la CAIF. Si Horn gana, estoy segura de que el escuadrón oscuro desaparecerá.

Tendré que rearmarme, no dejaré a mis compañeros, pero no puedo vivir siempre en el caos.

El caos necesita tiempo para ponerlo todo en orden.

一Espero que todo vaya bien.

一Y yo, Kadir...

Nos quedamos en silencio viendo las luces del cielo. Zora duerme plácidamente en el suelo de madera.

一El otro día tomé café con Sergey 一comienza一, me dijo que casi se lo comen.

一Fue a tocarle la cabeza a Adrik, te puedes imaginar la que se formó 一me río.

一Sigue con intención de invitarte a tomar algo.

一Me ha estado enviando mensajes, pero he declinado las ofertas una y otra vez...

一Pues parece que no se da cuenta de que no quieres nada con él.

Tomo una de las piruletas que tengo en el canastillo de la mesa y lanzo el envoltorio al cenicero.

一Cuando Zora le arranque la mano, se dará cuenta.

Kadir se ríe por lo que digo, pero no es ninguna broma. Mi Zora es muy dócil, pero de rebanar gargantas sabe mucho.

Cuando Alexei me enseñó los principios básicos de las torturas Ivanov, ella era mi ayudante. Rebanaba gargantas, arrancaba manos, pies....

El móvil vibra encima del cristal de la mesa y me incorporo para ver de quién se trata. Una «A» aparece y frunzo el ceño por la hora que es.

一Esto va a estar divertido...

Lo tomo poniendo el manos libres para que Kadir oiga todo lo que tiene que decir. Nos miramos a medida que va relatando, me relamo los labios con la nueva información y sonrío atusándome el pelo.

一Quiero que lo compruebes, quiero toda la información que puedas obtener 一le digo cuando la llamada se acaba.

一¿Crees que es cierto todo? 一pregunta con cierto temor.

一No creo que mienta con algo así...

一Lo tendrás.

Se levanta yéndose a trabajar y me quedo sola con mis pensamientos.

ÉreboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora