Capítulo 23

1.4K 94 60
                                    

Objeciones

Alexander

El corazón se me detiene cuando veo a Hazel saltar al vacío. Me apoyo en el quicio de la ventana mirando hacia abajo con la respiración entrecortada. Me embarga el alivio cuando la veo metida en un contenedor enorme con lo que parecen colchones de cama.

Esta maldita mujer... Joder, cómo la amo. Mía. La única que hay en mi pecho.

Se mueve sin dificultad para salir de ahí y soy capaz de respirar tranquilo. Está bien, no se hizo daño.

Siempre lo tiene todo medido.

一¡Dejadme pasar!

Los gritos de Sophia me tienen harto.

Me concentro en ver a Hazel correr por la calle hasta llegar a un coche negro, se mete dentro y sale tranquila, sin dar ningún tipo de acelerón.

一¡Mi osito!

Me giro hacia la voz y bufo cuando Sophia se viene contra mí. Su contacto me quema y, por más que lo intente, no puedo alejarla.

He gastado todas mis fuerzas en levantarme y abrazar a Hazel.

一¡Apártate!

一No deberías estar tan cerca de la ventana, cariño...

Intenta darme un beso que esquivo como puedo. Miro hacia el pasillo y veo a Diana y a Horn mirando hacia mí, también a mis tíos y a Varick. Dragó está con los ojos bien abiertos mirando la habitación como si no creyese que no hay nadie.

一¡Guardias, sacadlos de aquí a todos! 一ordeno para que hagan algo.

一Pero osito...

一¡Fuera! 一rujo consiguiendo alejarme de ella.

Mi abuela entra a la habitación mirándome con una ceja levantada y noto el principio de una sonrisa. Los guardias crean una barrera delante de mí y Dragó viene corriendo a ayudarme a meterme en la cama.

一Mi amor, necesitas compañía.

一¡Deja de llamarme mi amor! 一espeto furioso.

Maldita sea, solo quiero que me llame así Hazel, como hacía antes.

一Hija, salgamos. 一Su madre la coge del brazo e intenta moverla, pero sus ojos iracundos están clavados en mí con rabia一. Debe sentirse mal por la medicación, déjalo que se calme.

一Alexander, soy tu mujer y...

一¡Cállate ya y márchate de aquí!

Tiro una de las bandejas con jeringuillas y consigo que se vaya. Mis tíos me dan una mirada preocupada, pero no me importa. Quiero salir de aquí e ir con ella.

一Primo, ¿quieres que te traiga algo?

Varick se acerca un paso, pero una mirada basta para que se detenga. Me pesan los ojos un poco y el calor asfixiante en mi cuerpo me tiene mareado.

一Vete, Varick.

Los guardias también se marchan y me quedo a solas con Dragó, que se pone a repasar mis constantes vitales. Me siento asqueroso y muy mareado.

一¿Cómo se ha ido? 一pregunta y sonrío por instinto.

一Saltó por la ventana.

Su cara palidece y se acerca corriendo a mirar por ella.

一Cayó en el contenedor con colchones y se fue 一comento y cierra la ventana negando con la cabeza.

一Eso no debería estar ahí...

ÉreboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora