Christopher POV
(…)
Cuando cumplí siete años, mi padre me obsequió un lindo avión de juguete, era color azul y podía volar con baterías y un control remoto un poco complicado.
Recuerdo haberle dicho que lo que más quería en la vida, era volar por todo el mundo y poder conocerlo.
Quería vivir aventuras.
También le dije que quería vivir en el polo norte, pero la verdad es que me resfriaba de nada.
Todo eso fue antes de que me diagnosticaran cáncer y papá pasara a convertirse en un extraño.
Un doctor obsesionado con salvar la vida de su hijo. Pero olvidando que era padre y que en realidad tenía un hijo.
Aún recuerdo el día que llegó con mi obsequio, era octubre y se acercaba mi cumpleaños, él sólo dijo:
—Empieza por ahí, campeón.
Que triste que a veces no podamos hacer todo lo que soñamos.
….
Cuando cumplí ocho años, no hubo regalos, sólo quimio.
Me diagnosticaron leucemia linfocítica aguda, unas semanas antes de mi cumpleaños.
Sé que ese fue el día que mi pequeña familia terminó de romperse y aunque mamá haya dicho que no fue así, sigo sintiéndome mal por ello.
Sé que fue mi culpa.
Mamá y papá solían pelear mucho, en casa abundaban las palabras hirientes y ellos ya no se sonreían por la mañana.
Ni nunca. Solo sabían gritarse el uno al otro.
Dejaron de ser mis padres para convertirse en enemigos.
Fue así por mucho tiempo.
Los primeros síntomas de mi leucemia fueron como la lluvia.
Empezó con suaves gotas y luego fue de un rocío a un torrente.
Desde los ocho todo lo que he conocido son agujas, hospitales y dolor.
Y estoy cansado, un niño cerca de la pubertad no debería sentirse cansado.
Debería estar lleno de alegría y energía.
No sentir que está muriendo cuando, efectivamente, lo está.
Lo primero que pude vislumbrar de mi cáncer fueron unas manchas color púrpura bajo mis costillas.
Eran oscuras y no dolían.
Lo guardé para mí y no le di la mayor importancia. Además de que era consciente de que mamá preguntaría cómo habían llegado ahí y que papá se enojaría.
Los primeros meses antes de mi diagnóstico, solía tener fiebre cada día, también estaba siempre cansado y vomitaba varias veces al día.
Para papá, siendo médico, fue un golpe duro.
Pero la persona que más sufrió fue mamá.
Y lamento no haber podido disculparme con ella.
Y con papá.
Le robé su primer amor.
Recuerdo aquel día, un día antes de mi diagnóstico, yo estaba en la escuela, el timbre sonó atronador y mi cuerpo cayó al suelo.
![](https://img.wattpad.com/cover/357981510-288-k289669.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Antes del Cielo [Wattys 2024]
RomanceAndy Coldwater vive un día a la vez. Una vida tranquila entre estudios, familia, libros y cero amor. Ella intenta tener su lugar en el mundo, aspirar a cambios positivos, convertirse en una escritora famosa, encontrar un buen esposo y quizá, por al...