Capítulo 84

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3 de mayo.

. . .

—¿A dónde vamos? —Cuestiono.

Mi voz sale algo queda y distorsionada, pues mi cuello va envuelto en una bufanda que cubre hasta la mitad de mi cara.

Es azul, la abuela la tejió para mi cuando tenía quince y nunca la usé hasta ahora, porque no me gustan.

—¿Qué traes puesto? —Dice divertido y se acerca para alejar la tela de mi boca, pero me aparto para que no lo haga, ganándome una mirada interrogativa.

—Fue un regalo de mi abuela y como hace frío pensé que sería buena idea llevarla.

Debo agregar, es la excusa más vaga y estúpida que he dado en toda mi vida, hace calor y el cuello ya empieza a sudarme.

Además de que llevo un vestido de tirantes color azul, con un lindo escote al frente.

Pero no se emocionen.

Llevo un suéter blanco que lo oculta a la perfección.

El punto es que se me enfrían las pantis de tanto en tanto y el vestido ni se levanta debido a la poca brisa, así que llevar bufanda ni siquiera es una opción.

Ashton me observa divertido y sé que no se traga mis palabras.

Me resigno y alejo mis manos para que pueda quitarla.

Lentamente desenvuelve la bufanda hasta dejar libre mi cuello y aunque quisiera ocultarlo, sé que se ha percatado de ello.

Su expresión me lo dice

Aleja el cabello que acomodé hacia adelante y colocando delicadamente su mano en mi barbilla, me hace girar el rostro a un lado.

Su toque en mi mentón quema.

—¿Qué es? —Pregunta, inspeccionando mi piel.

El moretón descansa cerca de la base de mi oreja, un poco más abajo. Y también hay uno cerca de mi clavícula y otro a un costado de mi cuello.

Tres lindos hematomas se extiende sobre mi piel.

—No lo sé —admito—. Pero seguramente debe ser efecto de la quimio —le resto importancia. No es la primera vez que los veo en mi cuerpo, sólo que no habían salido en ese tipo de lugares—. Tengo uno en la espalda y otro en las costillas. Del lado derecho.

Bajo la cabeza.

Él acerca su rostro y se hunde en mi cuello, besa el lugar donde debe estar el moretón bajo mi oreja y luego va por el de mi clavícula.

Lame el que está a mi costado luego de besarlo.

Santa madre de Dios...

A continuación se aleja y acomoda mi cabello hacia adelante.

—Te ves hermosa esta noche y esa bufanda azul desentona con tu cabello —la arroja por la ventana del auto y aterriza en el asiento trasero—. Con tu cabello así no se nota —acomoda mi cabello hacia adelante, cuidadosamente—. En cuanto al resto de los hematomas, preciosa —me toma de la cintura y me atrae hacia su cuerpo para besarme tiernamente—. Me temo que tendrás que desnudarte para mí para que yo pueda verlos.

Me río por lo bajo y le devuelvo el beso.

Me encanta este chico.

.......

—Bien, vamos. —Ashton tira de mi mano.

Oh, mierda, ya me estoy acobardando.

¿Cómo dejé que me convenciera?

—¿El centro comercial? —Levanté una ceja y lo observé curiosa.

—No cualquier centro comercial. Es EL centro comercial —mantuve mi ceja arqueada y él resopló frustrado—. Aquí hay un cine.

—¡Ah! Iremos al cine —reí, en medio del entendimiento.

—No, preciosa, nos colaremos al cine —me guiñó un ojo.

Seguro estaba jugando, pensé.

Pero aquí estamos, con un combo de palomitas, doritos, refresco de uva y también coca-cola y lo que no puede faltar, las gomitas ácidas con forma de ositos.

La comida perfecta para disfrutar una buena película en el cine

Teníamos todo.

Menos las entradas.

—Ash, espera —me abracé a mi misma. Él se volvió a mirarme

—¿Qué sucede? —En un brazo colocó nuestras palomitas y con su mano libre acunó mi mejilla.

—No lo sé —dude—. No sé si hacer esto ¿y si nos ve alguien y llaman a la policía?

Él soltó una risotada y eso de algún modo consiguió relajarme.

—Nena, vamos a cumplir cada cosa de esa puta lista. Así que si tenemos que colarnos a la mismísima habitación de Obama lo haremos, sin ningún problema. Deja de preocuparte. Además, vamos a ver End Game. Disfrutaremos del trasero de América tranquilamente. Eso es suficiente motivación —levanta las cejas una tras otra y me río, un poco más tranquila, aunque no del todo—. Vamos. Y no te preocupes, nadie va a vernos —besa mi mejilla y toma mi mano para guiarnos dentro.

Antes del Cielo [Wattys 2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora