Una Haitani más [Tokyo Revengers]

21

[Narra _____]

— Son las 1 de la mañana, ¿está bien que llames a tu hermano menor a estas horas?

Dirigí mi mirada hacia donde provenía su voz, traía puesto una sudadera y una bolsa con dos botellas de lo que yo supongo era lo que le pedí.

— ¿Está mal que quiera ver a mi hermanito?— cuestioné acomodandome mejor en la banquete de aquel parque.

Llevaba ahí un aproximado de 2 horas, solo mirando el cielo nocturno desde que terminó mi cita con Mikey.

Tenía algunas cosas en clase cuales pensar, muy aparte del casi “beso” que tuvimos.

— ¿Trajiste lo que te dije?

Él levantó la bolsa que tenía en manos y sonrió.— El vino me parecía una mejor opción que la cerveza.

Reí.— Siéntate y dame una.

Él hizo lo que dije y se sentó a mi lado.

— ¿Dónde se metió Ran?— cuestioné mientras tomaba la botella entre mis manos.

— Dijo que tendría una cita con Mika, pero no dijo a que hora volvería.— respondió para luego tomar un trago directamente de la botella.

— Ugh, solo escuchar su nombre me dará náuseas.— comenté tomando un trago también, el dulce sabor del vino hizo que sonriera levemente.

Rió.— Vas a tener que soportarla hasta que Ran se canse de ella.

— Sonará feo, pero cuando lo haga hay que celebrar.

Ambos reímos por lo que dije y seguimos tomando de nuestras respectivas botellas de alcohol. Aunque estábamos en silencio, era uno agradable.

— ¿Me vas a decir porqué?— dijo Rindou repentinamente.

— ¿Por qué, qué?

— No es normal que estés a estas horas por aquí.— contestó mirándome con obviedad.— Sucedió algo, así que dímelo.

Sonreí.— ¿Soy tan fácil de leer?

Él solo asintió y yo suspiré.

« Si sucedió algo... »

— Rin...

— ¿Uhm?— musitó tomando otro trago.

— Yo... Creo que me gusta alguien.

Dicho eso y Rindou escupió lo que estaba tomando, comenzando a tosear a los pocos segundos. Me hubiese reído en cualquier otra situación pero ahora solo estaba avergonzada.

— ¡¿Qué tu qué?!

Cubrí mi rostro con mis manos para ocultar el sonrojo en mis mejillas.— Me gusta alguien.— repetí.

No hubo respuesta de él por unos cortos segundos, posiblemente seguía procesando lo que le había dicho. No era común para él escucharme decir eso.