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Encantador.

Simplemente podía describir el festival como encantador, todo siendo alumbrado por hermosas linternas y los puestos se veían tan llamativos; sin dejar de lado que las personas también daban un ambiente más cálido al lugar.

— Entonces... ¿A dónde vamos primero?— cuestionó Ran observando a su alrededor.

A decir verdad, todavía quería contemplar un poco más el panorama, enserio era demasiado lindo.

— Vamos por algo de beber, muero de sed.— habló Rin empezando a caminar, siendo seguido por Ran y yo.

— Hablamos de agua, ¿cierto?— le pregunté con una ceja levantada.

— Tal ves...

Iba a decir algo al respecto pero Ran me interrumpió.— La noche es joven, no hay que desperdiciarla ______.

— Si terminan tirados por ahí, ni piensen que los llevaré a casa.

— Eso es un sí para mi.— dijo con una sonrisa para luego ir rápidamente hacia Rindou y abrazarlo por los hombros, recibiendo quejas por parte suya.

Aunque lo viera casi a diario, igualmente es divertido ver como Rindou trata de alejar a Ran cuando él lo molesta demasiado, las expresiones de Rin son tan lindas que incluso a mi me dan ganas de fastidiarlo.

— Uhm... Me pregunto que estará haciendo Manjiro.— murmuré.

Se suponía que tenía que venir a este festival con él, después de todo me lo había propuesto apenas supe de esto. Me había hecho muchas ilusiones por ello, todo para que él me dijera en la mañana que no podría porque tenía asuntos urgentes que atender.

No quería ser infantil como la última vez por lo que le dije que no se preocupara por eso, si eran asuntos importante yo lo entendía. De todos formas, desde un principio pensé en venir con mis hermanos.

Sea como sea, solo espero que lo que tenga que resolver no sea muy grave, cuando me lo contó se escuchó muy preocupado.

— ¡_____!— aquel grito me sacó un pequeño susto, tanto que incluso di un leve brinco.

— ¿Por qué me gritar, idiota? Estoy a tu lado.— me quejé tapando mis oidos.

— Te estamos hablando desde hace unos minutos, no nos escuchas.

« Bueno, mi culpa. »

— Solo me distraje por el lugar, es muy bonito.— traté de excusarme con eso, no quería que preguntaran más al respecto o posiblemente termine soltando información.

— Hace tiempo que no veníamos a uno de estos, se siente extraño.— habló Rin para luego darle un sorbo a su lata de gaseosa. Yo lo miré extrañada.

— Pensé que tomarías algo más... Fuerte.

— Vinimos con las motos, de ninguna manera pienso dejarlas acá.

Solté una risa por lo que dijo.

Volteé a ver a Ran cuando este tocó mi hombro levemente, pasandome una botella de agua mientras que él bebía lo mismo que Rindou. Tomé el agua luego de agradecerle.

— Oigan,— dije luego de tomar un poco de agua.— vamos por allá, se ve divertido.

Señalé un puesto en donde se realizaba un juego, era uno de disparo.

Ambos aceptaron; claro, no sin antes pasar primero por un puesto de Takoyakis para comer, estaba delicioso

Cuando por fin llegamos al respectivo puesto, había una pareja —lo supuse por la forma en que la chica animaba al chico— tratando de ganar, el chico pelirubio ponía todo de sí para poder darle al premio mayor.

— ¿Esto tardará?— cuestionó Ran soltando un bostezo, a su lado Rin fingía dormir sobre su hombro.

— No sean así,— les regañé.— ya ganará de seguro y se irán.

Falso.

Uno, dos y tres intentos más pero el chico simplemente no daba en el blanco. Ya me estaba dando algo de pena incluso.

« ¿Cuánto más tardarán? »

En un último intento él logró darle en el blanco a la ficha del premio mayor, sin embargo, el señor que se encargaba del juego le aclaró que tenía que derribarlo o no ganaría nada.

Las ganas de reirme no me faltaron al ver su reacción.

— ¡Al fin!— expresó mi gemelo cuando la pareja se fue.— Menos mal que se fueron o me hubiera burlado del enano ese.

— Ya, no seas tan malo.

— Vamos a jugar ya, quiero ese peluche de arriba.— habló Rindou, señalando el mencionado peluche que colgaba por encima de nosotros. Era uno de Doraemon, uno muy grande y adorable.— Será mío.

Empezamos el juego muy confiados, dispuestos o no irnos sin conseguir un premio. Rindou empezó apuntando al premio mayor, consiguiendolo con facilidad y obteniendo su presiado peluche.
Seguido de eso Ran y yo también lo intentamos, yo conseguí un tierno peluche de panda pequeño mientras que Ran consiguió un llavero de hipopótamo —según él, era lo que quería—.

Íbamos a ir a otro puesto pero en ese momento la lluvia comenzó y las personas no comenzaron a correr para poder buscar un lugar donde poder resguardarse de la lluvia.

— Esto tiene que ser una broma.— se quejó mi hermano menor acomodandose los lentes, tenía el ceño fruncido y claramente se veía molesto.

Estaba de acuerdo con él, nuestra salida se había arruinado totalmente por esta tonta lluvia.

— Mi cabello se arruinará.— reclamó Ran cubriendo su cabello con sus brazos.















Nuevo capituloo
y espero que les guste :3,
lamento si hay
fallas ortográficas.
¡Nos leemos pronto!

Una Haitani más  [Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora