18

1.1K 138 17
                                    

En esos momentos se estaba arrepintiendo por haberle dicho a ese enano donde era que estudiaba, pues jamás pensó que algo como esto podría llegar a pasar.

— Te tardaste mucho.— comentó el cenizo acompañado de una sonrisa juguetona al verla acercarse a él a pasos rápidos.

— Bueno, ¿por qué mejor no culpamos al que vino a mi escuela sorpresivamente?— habló la rubia junto a una sonrisa sarcástica.

Y sí, Manjiro Sano había aparecido sorpresivamente frente a la escuela de ______ cuando ésta terminó sus clases extras. Debido a eso ella no tuvo más remedio que esconderse en su escuela hasta asegurarse de que todos sus demás compañeros y profesores se fueran por completo.

No podía arriesgarse a que alguno de ellos la viera con Mikey y esparciera el algún tipo de rumor en la escuela que de una u otra forma llegaría a oídos de sus hermanos.

Auque esos 30 minutos dentro fue suficiente para que ella pudiese prepararse mentalmente antes de hablar con él.

— Pensé que sería una buena idea.— respondió encogiendose de hombros.— Quería hablar contigo.

— Hubiésemos podido hablar en otro lugar, no hacia falta que vinieras aquí.— argumentó desviando la mirada, levemente nerviosa por la presencia del contrario.

— Entonces vamos a otro lugar.— propuso con apuros.— Donde te sientas más cómoda para conversar.

« Estoy segura de que no aceptará un no como respuesta. »

— Hay un parque a cuatro cuadras de acá.— dijo al cabo de unos segundos.— Es pequeño y no suelen ir muchas personas, sobre todo a estas horas...

— Entonces será ahí.— dijo con una genuina sonrisa para luego bajarse de su motocicleta, confundiendo levemente a ______.

— ¿Piensas caminar hasta allá?— cuestionó por la repentina acción de Mikey, sin embargo, él negó en respuesta.

Se quitó su chaqueta —la cual era su chaqueta de la ToMan— bajo la curiosa mirada de la fémina, acercándose a ella para poder colocarla prenda sobre sus hombros.

— Tendrás algo de frío durante el camino.

______ no pudo evitar que sus mejillas adoptaran un tono carmesí por la inesperada acción del menor, igual que no pudo evitar que su corazón latiera como sí se tratara de un maratón.

— A-apuremonos.— dijo nerviosa y subiendo a la parte trasera de la motocicleta con rapidez. No quería que Mikey viese el rubor de sus mejillas.

Escuchó una leve carcajada por parte del cenizo antes de que él también se subiera a la moto.

— Sujetate fuerte.

[...]

— Querías hablará sobre lo de ayer, ¿verdad?— interrogó la fémina una vez ambos estuvieron sentados sobre una de las banquetas del parque.

Llegaron hace poco en un silencio incómodo según la pelirubia, pero para Manjiro fue diferente, pues disfrutó qua durante el trayecto pudo sentir a la contraria abrazando su cintura.

— De hecho, quería disculparme por lo de ayer.— corrigió, confundiendola un poco.— No fue mi intención incomodarte con lo que dije.

— ¿Incomodarme?

Asintió.— Te notaba tensa luego de eso y tenías prisa por irte.

« No estaba incómoda... Estaba nerviosa. » pensó, queriendo abofetearse por haber dado una idea errónea de sus actitudes anoche.

— Y ahora que lo pienso, no fue una buena forma de confesar lo que sentía.— dijo junto a una risa nerviosa, rascando con su dedo índice su mejilla derecha.— No tengo experiencia con esto y creo que lo arruiné.

Verlo avergonzado de esa forma le causaba gracia y ternura, pues minutos antes parecía estar muy seguro y confiado de sí mismo. Ahora parecía un cachorro regañado.

— Yo ayer no estaba incómoda,— habló finalmente ______, captando por completo la atención del contrario.— solo estaba nerviosa por lo repentino que fue todo lo que dijiste.

— Fue extraño, ¿verdad?

— Un poco,— rió levemente.— aunque de todas formas no te creí cuando dijiste que hablabas enserio.

— ¿Por qué no?— cuestionó incrédulo, tenía el ceño fruncido y un puchero inconsciente se formó en sus labios.

« Adorable. » pensó.

— Mikey, no tenemos mucho de conocernos; me es imposible de creer que te llegué a gustar en tan solo un mes y medio.

— Entonces... ¿Necesitamos más tiempo?— la miró expectante.

______ abrió la boca para poder responder, sin embargo, la cerró inmediatamente al no saber que contestar exactamente.

¿Sí? ¿No? ¿Qué se suponía que debía decir?
Cualquiera que fuese su respuesta daría inicio a una posible relación.

— Tomaré tu silencio como un tal vez.— habló él ante la falta de respuesta por parte de la fémina.— Así que me tomaré el tiempo necesario para demostrarte que hablo enserio cuando digo que me gustas y también para que tú llegues a sentir lo mismo.

Y ahí estaba nuevamente, ese Mikey confiado y seguro de si mismo.

— Mikey...

— Tengo que ir a una reunión.— informó logrando interrumpirla, poniéndose de pie en ese instante.— Mitsuya se enojará si llego tarde ahora que Ken-chin no está.

La Haitani suspiró con pesadez, sabiendo perfectamente que Mikey había dado fin al tema anterior cuando mencionó la reunión. Lo dejó pasar porque no quería estresarse, esa noche quería poder dormir plácidamente.

— Te daré tu chaqueta antes de que te vayas.— dijo mientras intentaba quitarse la prenda mencionada.

Y sí, intentaba.
Esto porque Manjiro se lo impidió.

— Así está bien, puedes devolvermelo mañana.

— ¿Mañana?

Asintió.— Será nuestra primera cita oficial.

« ¿Cita... Oficial? »













  ꒷︶꒷꒥꒷‧₊˚꒷︶꒷꒥꒷‧₊˚
No me termina de
convencer del todo este capítulo,
pero de todas formas espero
que les guste.
Lamento si hay alguna falla
ortográfica 🤧.
¡Cuidense!

Una Haitani más  [Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora