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— Ugh...— farfulló contra la almohada del sofa.

Se encontraba echada boca abajo sobre el sofá de la sala, con su teléfono en una mano y una cuchara en la otra.

Levantó su mirada un poco para ver nuevamente su chat con él, dándose cuenta que seguía sin responder su último mensaje de: « ¿Cómo te fue? »

« ¡Y eso fue ayer! »

Apagó su teléfono para dejarlo sobre la mesa de centro a un costado del bote de helado vacío.

— ¡Idiota!— gritó para luego volver a ocultar su rostro en la almohada, para que de esa manera pueda bajar el tono sus gritos.

¿Estaba enojada? Sí, definitivamente.

Habían pasado 3 días desde que ellos habían acordado volver a salir, ese mismo día, _____ le dio su número para que así pudiesen estar en contacto y planear la salida. Los primeros 2 días fueron buenos, hablaron básicamente todo el día —entre horas, puesto que ambos tenían escuela y otros asuntos importantes—, haciendo preguntas o simplemente hablando de temas aleatorios, pero hasta ahí llegó eso, porque desde la noche anterior no le volvió a responder.

Lo último que hablaron fue que Mikey tenía una pequeña reunión con algunos miembros de la ToMan, con quienes discutiría respecto al problema que le mencionó la última vez. Le dijo suerte antes de que sus clases extras empezarán y le preguntó cómo le fue cuando salió de la escuela —más o menos, a las 8 de la noche—.

Y él había leído el mensaje, pero ni siquiera se atrevía se responderle.

— ¡¿Quién se cree ese niño?!

Dio un giro para poder mirar al techo, su espalda ahora chocaba contra el sillón y sus piernas estaban cruzadas. Tenía el ceño fruncido y un puchero, ahora decir que estaba enojada era poco.

— Soy _____ Haitani, cualquier chico quisiera la oportunidad que le di a ese tonto y él... ¡Él me dejó en visto!

Puede que esté siendo muy vanidosa y engreida, incluso infantil, pero era algo que no podía evitar puesto que era una Haitani.

— ¡Juro que cuando lo vea voy a...!

El sonido de una notificación le interrumpió, soltando un suspiro tomó su celular pensando que podría ser uno de sus hermanos o incluso esos estúpidos de las compañias telefónicas para decirle que renueve un nuevo plan de teléfono. Sea como sea, mandaría a la mierda a cualquiera.

Cuando prendió su teléfono y pudo ver la notificación en la pantalla, se sentó sobre el sofa de un brinco.

Era un mensaje de él.

— ¡Ja! ¿Enserio piensa que aceptaré?— habló con tono burlón tras leer el mensaje.

El mensaje decía: « ¿Podemos vernos? ».
Si bien fue la pregunta que estaba esperando desde el primer momento, no podía dejar de lado su enojo y simplemente aceptar, ¿verdad?

— ¿Quién cree que soy?

[...]

— Me voy a matar.— murmuró ocultando su rostro con sus manos.

Estaba sentada en una de las banquetas de un parque cerca del centro de Shibuya, era muy lindo a decir verdad y podía ver a varias parejas y familia caminar por los alrededores felices. Pero eso no importaba ahora.

_____ había aceptado verse con él, esto con la excusa de “le voy a decir lo que se merece”. Para luego caer en cuenta de que sería muy inmaduro de su parte, de hecho, todo su enfado fue por algo estúpido. Después de todo, Mikey era un chico de solo 15 años, ¿cómo podía esperar algo serio de él?

Sea cómo sea, también se preguntaba a donde pensaba llegar con Mikey, esto lo tomó desde un principio como talves un juego para ambos puesto que no conocía las verdaderas intenciones de Manjiro, así que pensó que posiblemente ambos se llegarían a cansar de eso más adelante.

Y también... ¿Era correcto intentar algo con él? Ella cumplió los 18 hace unas semanas, era 3 años mayor que Mikey. Si esto lo supieran sus hermanos, enserio que se burlarían de ella.

« Pero bueno... Cumplía con sus requisitos, ¿no? »

— Lamento la demora.— aquél llamado la sacó de sus pensamientos.

Rápidamente quitó sus manos de su rostro y lo volteó a ver. Se le hacía algo extraño verlo con ropa casual, pero admitía que se veía bien, incluso le causaba gracia y ternura que usara sandalias.

— Descuida, siéntate.— se hizo a un lado para darle algo de espacio, rápidamente Mikey hizo lo que ella pidió y se posicionó a su lado.

— Lamento no responder tu mensaje.— comenzó a hablar, captando por completo su atención.— Ayer... No fue un día tan bueno que digamos.

Algo había pasado y eso era muy obvio para _____, se le notaba claramente decaído por más que él tratara de ocultarlo. Y no quería ser entrometida, pero le preocupaba verlo así.

— Si no es mucho pedir, ¿podrias... Contarmelo?— dijo algo nerviosa.

Tenía la vaga idea de que podría ser algo muy personal, si ese fuera el caso, estaba segura de que le diría que no.

— ¿Quieres escucharlo?— cuestionó, tomándola por sorpresa.

—  Si eso te hace sentir mejor, entonces sí.— contestó, ganándose una pequeña sonrisa por parte del menor.

Este procedió a contarle lo que había sucedido el día anterior, _____ le escuchaba atenta a cada una de sus palabras y cuando él terminó de contar todo, ella se sintió aún más estúpida por haber hecho un drama innecesario horas antes.






꒷︶꒷꒥꒷‧₊˚꒷︶꒷꒥꒷‧₊˚

Acá, capítulo nuevo y se pone
potente ok no.
Acá también hago la pequeña
aclaración de que
pese a que es 2005, la tecnología es un
poco más avanzada.

Y acá muestro cómo fue vestida la rayis:

Y acá muestro cómo fue vestida la rayis:

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Una Haitani más  [Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora