16 | "𝐿𝑎𝑠𝑐𝑖𝑣𝑜 𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠𝑒𝑜"

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Llevaba dos días sin ir al trabajo y me sentía demasiado bien, nunca me di cuenta de lo mucho que me estresaba "Ann, tráeme esto" "Ann, anota esto" "Ann, di esto" "Ann, haz esto", dios santo, soy su maldita esclava, lamento decir que ese es mi estúpido trabajo.

Aveces pienso en abandonar todo ¿saben? dejar la universidad, mi trabajo e irme a vagar por el mundo ¿mal plan? probablemente, pero es jodidamente agotador ser un adulto, y es peor ser un adulto sin jamás haber sido un niño.

Hace un par de horas David me dijo por mensaje que tendríamos un nuevo jefe en el estudio, esto podría ser interesante, espero sea alguien un poco más humano que David.

— ¿Ann? ¿puedo pasar? — escuché al otro lado de mi puerta.

— Si Victoria, adelante. — entro y volvió a cerrar la puerta. — ¿Qué sucede peque? — le hice un signo para que se sentara a mi lado.

— Bueno... yo hice algunos amigos en la escuela. — se sentó a mi lado. — y quizá dije que organizaria una pequeña fiesta. — ¿Qué? tiene 10 malditos años, yo a los 10 años no pensaba en fiestas, quizá como criaron a los niños de hoy en día.

Me quede en silencio durante unos segundos ¿de verdad debo dejar a mi hermanita de 10 años hacer una fiesta? ni siquiera es su maldito cumpleaños, faltan meses para eso.
Lo pensé, lo pensé bastante, al diablo ¿por qué no? yo nunca pude hacer nada divertido a su edad, que la pase bien con sus amigos me haria muy feliz.

— Mmhmm. — me hice la que pensaba para ponerle un poco más de tensión al asunto. — Esta bien Vi. — le sonreí

Siempre trato de ser comprensiva con ella, quizá aveces sea un poco tajante y enojona pero es la costumbre, de a poco iré cambiando eso.

— ¿De verdad? ¿no es problema? — me miró con brillo en los ojos, adorable.

Solté una risita y asentí. — Claro que no lo es, solo espero que no sean muchos, el departamento no es muy grande.

— Pues, no son tantos. — se encogió de hombros. — Luego vendré a decirte las cosas que necesito ¿esta bien? — Asentí y salió corriendo mientras se reía, que lindo es ser niño.

Al parecer no tendré tan libre como creía, tengo que encargarme de una fiesta, una fiesta de malditos niños de 10 años ¿que se supone que harán? ¿ver televisión y comerse los mocos? no se me ocurre nada más.

Luego de unos minutos Victoria llegó con una hoja de papel y un lápiz.

— Bien Vi ¿que necesitamos?

— Para empezar necesitamos... — empezó a enlistar cientos de cosas ¿que tanto necesita? dios mio.

Le tape la boca con mi mano. — Victoria, no podemos meter un escenario en el departamento, de todas maneras ¿para que lo quieres?

— Bueeeenoo... — tomó aire. — si, tal vez no querían venir y se me salio decir que Tom me cuidaba de vez en cuando y cuando supieron que era Tom Kaulitz me preguntaron si el podría estar aquí con los demás y talvez dije que obviamente estarían aquí porque me adoraban y aja... — dijo todo eso sin respirar, tiene futuro en el rap.

— ¿Disculpa, que?

— Dije que los chicos estarían aquí... — soltó un suspiro.

Comenze a reír frenéticamente. — N-no, no lo hiciste Victoria. — me miró, la mire, me volvió a mirar. — No lo hiciste Victoria. — me sonrió.

— Dios santo! ¡¿en que demonios estabas pensando?!

— Lo siento! solo quería hacer amigos.

— Esa no es la manera Victoria, ellos no son malditas mascotas, no pueden venir solo porque tu lo pides!

Be mine ; Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora