16

18 2 0
                                    

Max

El sábado me tocaba trabajar junto con mi hermano y Oliver para hacer una entrega de flores a una boda en el centro de la ciudad. Llevábamos varias semanas trabajando en los ramos para que estos estuvieran en sincronía con las decoraciones del salón.

Mientras terminaba los últimos detalles, Alex llegó con una bolsa de comida. Lo miré entusiasmada, no había comido nada desde temprano y mis estómago gruñó de hambre.

—¿Trajiste el desayuno para tu linda hermana?

Alex sonrió.

—Oh por dios, ¿tenemos otra hermana? No conozco a ninguna linda hermana. Bueno, estás tú.

Entrecerré mis ojos.

—Debí dejar que el camión de la basura te llevara cuando me lo pidieron.

—Entonces tu vida estaría muy vacía, hermanita —soltó la bolsa en la mesa.

Dentro había varios topper con comida revuelta. Parecía vómito de perro.

—¿Qué es esto?

Alex me miró como si estuviera loca.

—¿Cómo que qué es? El desayuno, yo lo preparé.

Abrí mi boca para decirle que ni loca iba a probar eso, pero me ganó Oliver.

—¿Estás seguro que eso es comestible, Alex? No quiero que mates a mi cuñada tan pronto, me gusta como hace los ramos.

—¿Por qué todos desprecian mi comida? Quizá si la probaras te darías cuenta que es buena. Estás juzgando al libro por su portada —reclamó.

Abrí el topper encontrándome con olores extraños. Era un intento de ensalada mezclada con pollo quemado. Entonces también me llegó un olor a pescado.

—No sé que sea esto, Alex, pero estoy segura que ni Lucifer o Dustin que son animales hambrientos todo el tiempo se lo comerían.

Me quitó el topper de las manos y comenzó a comer furiosamente su platillo. Oliver y yo lo miramos con atención, estaba segura que trataba de disimular su asco.

—Está delicioso —comentó con la boca llena.

—Seguro —dije con sarcasmo.

Entonces Alex se fue con la excusa de haber tomado mucha agua. Seguro fue al baño a vomitar la basura que había cocinado. Mientras Oliver y yo terminamos los ramos que faltaban.

Teníamos que estar en el salón de bodas a las dos de la tarde, así que apuramos a Alex y nos subimos en la camioneta acomodando los ramos de forma que no se cayeran. Al llegar al salón, nos encontramos con toda una salía de bienvenida con toque muy elegantes. Lo único que le faltaba a la decoración eran nuestras flores.

Entre los tres nos esforzamos por acomodar todo los ramos, eran demasiados y la boda empezaba a las siete. Todavía no acabábamos de decorar el salón principal y las mesas, así que tuvimos que correr de un lado a otro, dejando todo presentable y hermoso.

Las tonalidades que eligieron los novios eran colores muy pasteles como el amarillo claro y azul cielo. En la mesa de los novios decoramos la parte trasera con una pared llena de flores y luces.

Al terminar, tomamos varias fotos y uno de los familiares amablemente nos dijo que podíamos quedarnos en el banquete en forma de agradecimiento. Me emocioné un poco, ya que amaba las bodas y ver cómo dos personas se prometían para siempre.

Nos asignaron un espacio cerca de la salida, donde vimos a otros trabajadores en la mesa del final. La recepción de la boda empezó con música nupcial y fue muy linda, los novios en verdad se veían muy enamorados.

La manifestación del amor | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora