Sus manos se movían con rapidez y precisión, limpiando cada superficie del hotel con una meticulosidad casi obsesiva. Una sonrisa amplia de oreja a oreja lo acompañaba. Su mente solo estaba ocupada por una cosa volver a su habitación.
Allí, le esperaba Hange. La imagen de sus labios, tan suaves y cálidos, se repetía en su mente anhelaba sentir su sabor de nuevo, perderse en la intensidad de sus besos. La sesión que habían comenzado se había visto interrumpida por las obligaciones del trabajo, pero ahora solo faltaban unos minutos para que pudieran retomarla donde la habían dejado.
El brillo de las superficies pulidas Finalmente, con un último movimiento rápido, terminó de limpiar la última ventana. Se giró sobre sus talones y salió corriendo del lugar, impulsado por la irresistible fuerza de la atracción. Sus pasos resonaban en el pasillo vacío, pero fue interrumpido por su jefe Erwin Smith
-Levi necesito que lleves estos paquetes a los clientes de las habitaciones 3, 4, 30, 42. Son importantes
- Yo no soy mensajero, soy de la limpieza, además acabe ...
-Soy tu jefe y debes acatar mis ordenes, ahora haz lo que te dije
- Erwin...
-Señor Smith, te tengo confianza, pero no te aproveches.
Levi estaba molesto, ni siquiera era su obligación llevar aquellos paquetes, ese trabajo era de Nanaba, pero Erwin siempre caía antes sus encantos y la dejaba libre, suspiro molesto empezando a tocar las puertas de los clientes.
- Ojala te diera diarrea Erwin Smith
Erwin se encontraba en la recepción del hotel, saludando a los invitados con una sonrisa cortés de repente, una ola de náuseas lo invadió, amenazando con hacerlo vomitar allí mismo. Su mano se dirigió a su abdomen hinchado, presiono con fuerza para contener la oleada de heces que amenazaba con salir de forma incontrolable.
Un gemido ahogado escapó de sus labios mientras se tambaleaba, buscando un lugar donde refugiarse. "Necesito un baño" . Sus ojos se posaron en el baño del hotel, ubicado al final del pasillo. Con pasos temblorosos y la frente perlada de sudor, se dirigió hacia allí, rogando por llegar a tiempo, no quería desparramarse por todo el pasillo.
Al entrar al baño, se encerró en un cubículo y se sentó en el inodoro, sintiendo como la vergüenza y la humillación lo inundaban. Un hedor nauseabundo comenzó a impregnar el aire mientras Erwin luchaba por mantener el control. No entendía que comió, se estaba alimentando sanamente, se le puso la cara roja al escuchar clientes entrar del baño por el olor desagradable.
Levi casi acababa de entregar los paquetes, sin embargo, la habitación número 40 no se encontraba la persona. Se enfureció "Maldita sea", me voy a demorar más, detesto esto. Con un movimiento brusco, se sentó en el suelo frente a la puerta, el paquete descansando sobre sus muslos.
- Ojalá te salieran alas y te fueras a entregar solo, te dejaré aquí...
Movió su mano, se levanto yéndose del pasillo y dejando el paquete solo, no se percato cuando Las palabras que había pronunciado, se habían convertido en un conjuro inesperado. De repente, el paquete se estremeció, como si cobrara vida propia. Dos alas brotaron, expandiéndose, salió volando por la ventana.
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LEVIHAN HISTORIAS CORTAS
FanfictionAttack on Titan Hange Zoë y Levi Ackerman En esta colección de historias cortas, te adentrarás en universos alternativos donde Hange y Levi viven aventuras y romances únicos. Cada historia tendrá entre uno y cinco capítulos acción, romance, humor...