El maestro de Esgrima (6)

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Hange se ajustaba el uniforme de esgrima, el frío metal de la empuñadura del sable descansaba en su palma, recordaba toda practica y consejo dado por su maestro de esgrima. Ingreso a la pista y conecto el cable, para empezar el combate. Annie, sería primera adversaria, la esperaba al otro lado de la pista, su mirada penetrante la observaba de pies a cabeza.

La castaña respiró hondo, concentrándose en el sonido de su propia respiración. Cerró los ojos por un breve instante, visualizando en su mente cada movimiento, cada ataque y cada defensa. Cuando los abrió de nuevo, su mirada brillaba con determinación, estaba dispuesta a ganar, no se daría por vencida.

Se quitó la máscara protectora, dejando al descubierto su rostro serio y concentrado. Empuñando el sable con firmeza, se dirigió hacia la línea central de la pista, para hacer el saludo correspondiente. El juez dio la señal de inicio y el combate comenzó.

Los sables chocaron con un sonido metálico que resonaba en el espacio cerrado. Hange se movía con rapidez y agilidad, esquivando los ataques de Annie.  Su mente analizaba cada movimiento de su oponente, buscando una abertura, una oportunidad para contraatacar. La intensidad del combate crecía con cada segundo. Los dos oponentes se movían con agilidad y rapidez sobre la pista, sus sables describiendo arcos en el aire. Hange bloqueaba, esquivaba y contraatacaba con precisión.

El público observaba en silencio, fascinado por la destreza de las dos esgrimistas, sus compañeros le daba aliento, Hange había progresado bastante desde que entro a esgrima, algunas veces pensó en renunciar, pero Levi la motivaba de alguna manera extraña, siempre le ponía lo mas complicado y ella no se rendía. Además empezó a desarrollar sentimientos por su maestro. Tras algunos minutos de combate el marcador era 14 a 13 dando ventaja a Hange, si tocaba a Annie ganaría y pasaría a la siguiente ronda.

 Hange vio una oportunidad. Annie había realizado un ataque demasiado confiado, dejando su flanco izquierdo vulnerable. En un movimiento rápido lanzó un contraataque preciso. Su sable golpeó la máscara de Annie con un sonido metálico, haciendo que la cabeza de su oponente se echara hacia atrás. La victoria era suya. 

La de ojos marrones se quitó la máscara, respirando con dificultad. Su cuerpo estaba empapado en sudor, pero una sonrisa victoriosa se dibujaba en su rostro. Había ganado, todos salieron a abrazarla, ahora llegaría el turno de enfrentar a Mikasa.

Nadie notaba que desde una esquina Levi Ackerman se encontraba viendo el combate, tenía la certeza de que Hange ganaría, ella era fuerte, inteligente, era una mujer única que había llegado como un remolino a su vida, estaba hechizado por ella. Solo quería que Hange cumpliera sus sueños, que fuera feliz. Pero deseaba ir tras ella besarla y contarle la verdad. Él amaba a Hange.


Hange se ajustó la máscara, hizo el saludo hacia el público y el juez, se escucharon las palabras "Prets, allez"   empezo el combate, Hange se movió de atrás hacia adelante manteniendo su postura, sin embargo Mikasa moviéndose con rapidez fue directo  hacia el brazo de Hange. La fuerza del golpe la hizo tambalearse, sintiendo el frío metal sobre su piel. Le dolía aquel golpe, pero no se daría por vencida.

Se recompuso rápidamente, bloqueando el siguiente ataque de Mikasa. Era un gran espectáculo verla luchar, Hange era una buena combatiente el marcado aumentaba 9 a 7 a favor de Mikasa. Todos estaban atentos a lo que sucedía, Hange se lanzo en un contraataque, pero la pelinegro la detuvo, en ese momento el cable de Mikasa se soltó, el juez paro el combate.


Erwin Smith se acerco a ayudar a Mikasa, pero le dio una indicación.

- Ataca su brazo, déjala fuera.

LEVIHAN HISTORIAS CORTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora