LEVIHAN HISTORIAS CORTAS

Luz y Sombra

I wanna be your slave, I wanna be your master
I wanna make your heartbeat run like rollercoasters
I wanna be a good boy, I wanna be a gangster
'Cause you could be the beauty and I could be the monster

Hange Zoe habita en la dimensión mágica de Alfheim, hogar de elfos y hadas. Su misión es proteger su hogar de los ataques de los seres oscuros. Levi Ackerman, por otro lado, es un vampiro que reside en la ciudad oculta de Râșnov, un lugar habitado por vampiros, hombres lobo e híbridos. Los caminos de ambos se cruzan cuando se ven obligados a proteger a la creadora de vida, Historia Reiss, una humana de 17 años. Hange siente una profunda curiosidad hacia los vampiros, pero detesta su forma de alimentarse. Mientras que Levi no tiene ninguna consideración por los elfos pretenciosos.

Las reglas de los seres sobrenaturales resonaban con solemnidad en el Gran Salón del Palacio de Cristal. Hange Zoë, una elfa guerrera de cabellos castaños y ojos color marrones, las escuchaba con atención, grabándolas a fuego en su memoria. No era la primera vez que las oía, pero esta vez su significado era más profundo. En una semana, se embarcaría en una misión crucial junto al Consejo de Hechiceros. Su misión proteger a una niña humana.

Las normas eran claras e inflexibles: 

Los elfos no podían enamorarse de seres mortales, ni sentir atracción por la oscuridad. Compartir su magia o conceder la inmortalidad estaba terminantemente prohibido, y el amor hacia un vampiro era considerado un acto de traición a su raza. Hange las comprendía, las había aceptado como parte de su identidad desde niña. 

La idea de conocer a los "chupa sangre", como se les llamaba despectivamente a los vampiros, la intrigaba. Imaginaba seres pálidos y de colmillos afilados, envueltos en un aura de misterio y oscuridad. La perspectiva de reencontrarse con sus amigos brujas y magos también la llenaba de alegría. La misión prometía ser desafiante y llena de peligros, pero Hange estaba preparada. Su espíritu guerrero y su lealtad hacia su pueblo la impulsaban a cumplir con su deber, sin importar los riesgos que implicaba.

Levi acunaba el cuerpo frágil de la joven humana contra su pecho, sus dedos pálidos se deslizaban por su piel tersa con una mezcla de ternura y ferocidad. Un susurro ronco escapó de sus labios mientras se inclinaba para beber de su cuello, sus colmillos rozando la piel con una precisión casi sensual. La sangre de la chica fluía cálida y deliciosa por su garganta, un néctar embriagador que saciaba su sed de una forma que ninguna otra cosa podía.

A pesar de la intensidad del momento, la chica permanecía tranquila, sus ojos cerrados y su respiración serena. La mordedura de Levi, lejos de ser dolorosa, la había sumido en un estado de ensoñación placentera gracias al poder de convulsión del vampiro. Su cuerpo se sentía ligero y cálido, y una ola de placer recorría sus venas cada vez que los colmillos de Levi se hundían en su piel.

Levi podía sentir el latido acelerado del corazón de la chica bajo su mano, un ritmo frenético que reflejaba la mezcla de emociones que la embargaban miedo, fascinación y un deseo inesperado. Una sonrisa se dibujó en los labios del vampiro, una sonrisa que era a la vez cruel y seductora. La muchacha murió en sus brazos, dejo caer el cuerpo junto a los demás

- ¿Por que siempre haces eso sobrino? No es necesario darles tranquilidad cuando nos alimentemos de ellos -Pronuncio Kenny con enfado.-

- Es mi manera de ser -se limpio con cuidado sus labios y mano con un pañuelo.