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Había llegado a la empresa y como siempre, todas las miradas estaban sobre él. Sabía lo que decían del pobre chico en silla de ruedas y del gran ser bondadoso que era el señor Jung al darle trabajo a alguien como él.
Hipócritas.
Todos eran unos malditos hipócritas.
Se dirigió hasta el ascensor y pulso el botón para que se abriera y pudiera entrar, pero antes de poder llegar a su piso las puertas se abrieron.
— No puedes entrar. — dijo sin mirar a la persona frente a él
— Oh, lo siento. — escucho una voz cantarina que lo irritó y alzó su mirada para ver unos ojos azules como el mar.
Le dedico una mala mirada al chico y presionó el botón nuevamente, pero antes de ser cerrado el ojo azul entro.
— Te dije que no podías entrar. — le miró con enojo.
— Lo siento, de verdad necesitaba huir de Jongin.
—Jongin es un idiota. — murmuró.
— Lo sé. — sonrió. — Soy Park Jimin.
— A claro, el chico rubio oxigenado del que todos hablan
— Oye! No soy rubio oxigenado, mi cabello es natural.
— Claro y yo puedo caminar
— dijo sarcástico y con amargura haciendo que el otro chico se quede en silencio.— Eres muy grosero. — murmuró Jimin con un ligero puchero.
— Vaya, que gran descubrimiento. — fue lo último que dijo cuando las puertas se abrieron y al fin pudo salir de ese lugar, pero fue seguido por el rubio al que miró.
— No te estoy siguiendo, bonito. — dijo mirando su celular. — ¿Sabes en donde queda el estudio del Capitxn?.
— Búscalo tú y pobre de ti donde me vuelvas a llamar asi. — dijo de mala gana poniendo el código de su estudio y dejando al pobre rubio con la boca abierta.
¿Por qué le tocaba encontrarse con puras personas insoportables?.
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Jimin miraba la puerta negra que había sido cerrada en sus narices.
¿Que le costaba al chico bonito decirle a dónde ir?
—¿Park Jimin? — escucho la voz de alguien y miro hacia el costado en donde un chico lo miraba.
— Soy Jang Yi Jeong .
— Claro, el Capitxn. — camino a él. — Disculpa sabes porque el chico de ahí. — señalo la puerta.— es tan gruñón? — hizo un puchero entrando al estudio.
— La verdad que no, lo conozco desde hace 3 años y siempre ha sido asi. Aunque debo decirte que tarde mucho tiempo para agradarle y poder trabajar juntos.
— Ya veo. — asintió. — bien ¿Que tienes para mí?.
Ambos estuvieron hablando de música durante 2 horas, ambos amaban lo que hacían por lo que no se dieron cuenta de cuánto tiempo estuvieron abortos en ello.
— Y podríamos agregarle este ritmo y podrían incluirle alguna coreografía.
— Me gusta. — Jimin sonrió mirando la pantalla. — Háblalo con el señor Jung y si lo acepta yo estaré feliz de incluirlo en el álbum.
— Perfecto.
— Gracias por trabajar muy duro. — hizo una reverencia y salió encontrándose de nuevo con el chico pálido quien se dirigia a las puertas del ascensor y solo cuando entro se dio cuenta de la presencia del rubio.
— Dios, ¿Que hice para merecer esto? — dijo arto.
— Eres un amargado. — Jimin por supuesto que entró.
— Mira, rubiecito.
— Uy, así me gustan los chicos, rudos. — le guiño un ojo al pálido.
— Vete a la mierda.
— ¿Me acompañas? — sonrió desapareciendo sus ojos en dos medias lunas, dejando sin palabras al pálido.
Iba a decir algo cuando las puertas fueron abiertas nuevamente dejando ver a Jongin quien lo miró con una gran sonrisa ignorando la presencia de Yoongi.
— Al fin te encuentro bebé.
— No puedes entrar. — se puso frente a la puerta. — toma el siguiente ascensor.
— Claro que puedo entrar bebé, no quieres mi compañía?.
— Jamás, estoy con alguien mejor, gracias. — lo empujó por el hombro alejándolo de la entrada pulsando el botón para que la puerta se cerrará.
—¿Te refieres a eso? — ahora sí miró a Yoongi.
— Vete a la mierda. — respondió tosco el pálido.
— Largo o llamaré a Hoseok. — amenazó.
— Ese niñato no va a hacer nada, es un estúpido, tonto y por supuesto muy ingenuo. Si no, no le hubiera pasado lo que le pasó. — se burló.
— No hables así de mi hermano, hijo de puta. — murmuró con molestia Yoongi sorprendiendo a los presentes.
—¿H-hermano?. — pregunto Jimin.
— Podré estar en esta maldita silla de ruedas, pero conozco el punto exacto para destruirte. ¿Crees que lo eres todo por tener esa cara y ese cuerpo? — sonrió de lado. — Tronando los dedos "este" — se señalo así mismo. — puede destruir tu carrera en cuestión de segundos, así que LAR- GO. — dijo con seriedad mirando al castaño quien le dio una mirada y luego otra a Jimin como amenaza y se dio la media vuelta y se fue.
— Dios! gracias. — suspiro.
— No lo hice por ti, estoy arto de todos. — dijo sin mirar al rubio para salir del ascensor.
—¿ A dónde vas? — pregunto Jimin deteniendo las puertas.
— Lejos de ti. — continuo con su camino.
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Colorful - JIMSU
FanfictionMin Yoongi a los 17 años había sufrido una lesión en la médula espinal que había arruinado su sueño de ser un jugador de básquetbol profesional dejándolo en una maldita silla de ruedas, como él solía llamarla. Ese accidente automovilístico no sólo h...