Capitulo 4.

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🌙

Yoongi llegó a casa siendo recibido por Hyuna quien le sonrió.

—¿Que pasa, cariño? — la mujer se sentó aún lado del pálido cuando esté se sentó en el sofá.

— Minseok me habló para tener una reunión. — ella asintió, lo sabía. — El me pidió volver a trabajar y bueno, acepte.

—¿Y que te molesta? — pregunto tomando su mano, la mujer le conocía bien.

— Jimin volvió. — miró el agarre. — Minseok dijo que él no está bien y tuvieron que cancelar los últimos conciertos. — miró a la mujer que se vio preocupada. — Él me dijo que ese chico uso a Jimin, que eran amigos o eso creía Jimin pero lo uso, y-yo. — titubeó.

— Nada de lo que haya pasado en esa gira es tu culpa Yoon. — apretó la mano del menor. — Que hayas tomado tu distancia no te hace el malo, el dijo una mentira inofensiva pero al final de cuentas fue una mentira y no está mal que te hayas enojado porque tus sentimientos fueron heridos. Tú confíabas en él pero creíste que él no en ti. — le tomo el mentón para que le mirará. — Tú aunque eras feliz con él, aún te sentías inseguro y haberlo visto con ese chico, el que te haya mentido fue lo que rebasó tu vaso cariño. Tú creías que nadie te querría y esos malos pensamientos te hicieron alejarte.

— Estás buscando excusas para que yo me sienta bien, nana.

— Sabes que no, cariño  o acaso dije alguna mentira. — le miraba atento y el pálido negó.

— Hoy vi al chico, es muy guapo.

— No, no voy a dejar que te compares con nadie Min Yoongi.

— El estaba hablando con alguien y dijo que Jimin sería de él.

— ¿Y lo vamos a permitir?

🌙

Jimin había llegado a la empresa con los ánimos en el piso, no había podido dormir bien y estaba agotado.

— Buenas tardes señor Park. — sonrió la mujer que recibía en la entrada.

Jimin hizo una reverencia y siguió su camino hasta el ascensor y entro cuando esté abrió sus puertas.

Estaba muy agotado, quería volver a su solitario edificio y a su solitaria cama.

Una vez estuvo en la sala de juntas se quedó esperando a Minseok quien no tardó en llegar.

— Disculpa la demora —  dijo el hombre sentándose. — ¿Cómo te sientes?

— Estoy cansado. — hizo una media sonrisa.

El hombre comenzó a hablar y a explicarle que Dior lo quería como su embajador y que tendría horarios accesibles al trabajar con ellos. La empresa no quería que se sobre esforzará y con el mes de vacaciones esperaban que se recuperará y se sintiera mejor.

Iba a decir algo cuando la puerta se abrió dejando ver a la secretaria.

— Señor Jung, el joven Min está aquí.

— Dile que ahora voy. — el hombre comento y la mujer asintió para salir. — Entonces lee los papeles y firmas si estás cien por ciento seguro.

—¿Y-yoongi está aquí? — pregunto ignorando lo otro que le habían dicho.

— Si, está volviendo a trabajar con nosotros. — sonrió.

Jimin asintió y sintió sus manos temblorosas y su corazón doler.

— Creo que te sorprenderas al verlo . — en hombre lo miró. — no dejes que tus errores o tus tropiezos arruinen algo bonito. Todos merecemos segundas oportunidades solo hay que saberlas buscar. — el hombre le guiño y se puso de pie para salir de la sala.


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