Capitulo 24.

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— Yeonjun era mi hermano. — dijo mientras dejaba leves caricias en la cintura de Yoongi. Ambos se habían recostado en la cama luego de que cenaran con su nana y Mark. — Yeonjun era tres años menor que yo, éramos muy unidos, era mi hermanito. — sonrió con tristeza mientras recargaba su mentón sobre el hombro de Yoongi quien le daba la espalda. — Yeonjun fue un niño muy saludable, hasta los seis cuando le detectaron Distrofia muscular de Duchenne. — Yoongi tomo su mano. — A Yeonjun le gustaba mucho bailar y mis padres se dieron cuenta de que algo pasaba cuando comenzo a caerse y a tropezarse por cualquier cosa. Al principio bromeabamos con él, pero luego en sus clases de baile ni siquiera podía hacer movimientos más sencillos y no podía ni saltar. Cuando fue diagnóstico el médico le explicó a mis padres que era una enfermedad que lamentablemente avanzaba muy rápido, paso un mes y Yeonjun ya no podía mantenerse mucho en pie, fue cuando comenzó a usar una silla. Mamá se la pasaba la mayor parte del tiempo junto con él en el hospital haciendo fisioterapia. Yo tenía que ir a la escuela y no podía estar mucho tiempo con él, pero cuando llegaba trataba de pasar mucho tiempo con él. — sonrió. — nos gustaba cantar y me gustaba leer con él. Una noche me quedé a dormir en su habitación. — su voz tembló. — Él no quería dormir, decía que si lo hacía no iba a poder despertarse y no quería dejarme. — su voz se quebró y Yoongi soltó su mano y se acomodo para estar frente a Jimin quien tenía los ojos cristalizados. — Me pidió que no lo dejará dormir pero ese día yo había tenido una audición para un concurso y había practicado toda la semana y estaba cansado. — las lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas y el corazón de Yoongi se apretó. — Nos quedamos dormidos y cuando mi alarma sonó, yo lo miré. — su voz sonaba tan dolida. — Estaba a mi lado tranquilo, parecía estar dormido pero él ya no respiraba. — Yoongi lo abrazo y Jimin lloro como no lo hacía en años. — El lo sabía. — Yoongi sintió sus ojos aguarse, Jimin estaba llorando tan desconsolado que podía transmitir su dolor.

Yoongi lo abrazo sin decir nada, acaricio su espalda mientras escuchaba los sollozos lastimeros de Jimin mientras que esté se aferraba al pálido.

Pasaron muchos minutos hasta que Jimin pido hablar de nuevo.

— El médico dijo que tuvo una complicación en su corazón. Dijo que no podíamos hacer nada porque la enfermedad avanzaba más de lo que la medicina ayudaba porque el proceso era lento. — sintió como Yoongi beso su cabeza. — El doctor dijo que el no había sufrido cuando murio y que era más probable que con el tiempo sus dolores incrementarán así que era un alivio que el ya no tuviera que pasar por ello. Mi madre se negaba a aceptar lo que había pasado con Yeon y entro en depresión mientras mi padre prefirió todos los días, todo el día en su oficina. — sollozo de nuevo. — Si tan solo no me hubiera quedado dormido, si...

— No amor, no es tu culpa. — alejo el rostro de Jimin para tomar sus mejillas mientras lo miraba a los ojos. —  Cariño, no hiciste nada malo, mi amor. — limpio las lágrimas del rubio. — Él tenía miedo, pero no tenía miedo de morir él tenía miedo de dejarte. — lo miraba. — Tú lo amaste toda su vida hasta su último suspiroy estoy casi seguro de que él está agradecido de que hayas sido tu el que sostuviera su mano en ese último aliento. Tu no eres el culpable de nada, fuiste un gran hermano mayor y en donde sea que él esté está mirándote orgullo de lo que te has convertido. — lo volvió a abrazar.

—¿Lo prometes?

— Mi amor, te lo juro. — acaricio la espalda de Jimin mientras esté volvia a llorar. Era una herida que siempre permanecería en su corazón.

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Jimin fue despertado por besitos en todo su rostro, la verdad es que le sorprendía un poco/mucho cuando Yoongi era cariñoso.

Sonrió mientras sentía besitos sobre sus labios

—Por favor déjame despertar así siempre. — dijo a lo bajo devolviendo uno de los besos a Yoongi.

— Tendré que pensarlo. — dejo otro besito y vio como Jimin abría los ojos

Ese azul como el cielo brillaban tan bonito que podía reflejarse en ellos.

— Buenos días. —  Yoongi sonrió.

— Bonitos días contigo. — sonrió abrazándolo.

— ¿Tienes trabajo hoy?. — pregunto el rubio mientras acariciaba con delicadeza la espalda de Yoongi.

— Si, pero trabajaré aquí.

— ¿Aún te duele la espalda?. — beso la cabeza del pálido.

— Un poquito. — beso la barbilla de Jimin. — ¿Tienes trabajo?

— Siempre tengo trabajo, pero estoy aquí en tus brazos y aquí quiero quedarme.

— Eres un cursi. — Yoongi sintió su rostro sonrojar y Jimin río.

— Tengo una reunión, estoy harto de las reuniones. Si no fuera ídol, me querrías?.

—No.

—¿No? — Jimin hizo un puchero aunque Yoongi no podía mirarle.

— Necesito alguien que cante mi música y que mejor que tú.

— Bueno, tienes razón. — sonrió. — ¿Acabaste la canción?

— Si, se la envié a Nam para una segunda opinión. Luego dejaré que la escuches.

— Me parece perfecto bebé.— se alejo un poquito. — Yoon..

—¿Si?. — pregunto cuando la puerta sonó.

— Tórtolos, el desayuno está listo . — la mujer interrumpió su burbuja.

Colorful - JIMSU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora