Capitulo 28.

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🌙

Ese día Yoongi no se presentó a la agencia y la verdad es que tampoco quería quedarse en casa así que sin decir a nadie salió.

Hacía mucho tiempo que no salía solo y la verdad sentía que le hacia falta.

No podía alejarse mucho de todas formas así que simplemente fue a uno de los parques.

Aunque eran casi las once de la mañana el parque estaba con gente, algunas personas haciendo algo de ejercicio y otras simplemente paseando a sus mascotas.

Parecían todos tener un día agradable y se sintió mal.

Conocía el trabajo de Jimin, sabía que en algún momento iba a pasar aquello más sin embargo no esperaba que todo fuera tan pronto. Apenas habían estado juntos cuatro meses y se había acostumbrado tanto a él.

Idiota!

Cuántas veces se dijo que no podía permitirse acostumbrarse a los demás, que no podía depender de los demás.

Y el que Jimin le haya dicho que podían ir juntos, realmente no lo hizo sentir mejor.

Por una maldita mierda, no podía ni siquiera levantarse de la maldita cama solo, ¿Cómo mierda esperaba que se fuera con él un año?

Dios! Tenía que calmase, Jimin no tenía la culpa de nada, pero maldita sea que la situación le molestaba mucho.

¿Por qué mierda tenía que estar en esa maldita silla de ruedas? Fue el pensamiento que volvió de nuevo a su cabeza, pensamientos que se habían ido en esos meses de conocer a Jimin.

Limpio su rostro con brusquedad, no debió permitir que esto sucediera.

Miró hasta la bonita pareja que andaba por el parque mientras el chico parecía enseñarle a la joven a patinar.

Jimin y él ni siquiera podían salir a la calle sin miedo de que una maldita cámara los fotografíe.

¿Por qué tuvo que meterse en esto?

Escucho su celular sonar y vio el remitente de Jimin, no contesto.

Dios! Se sentía una mierda.

—¿Min Yoongi?. — escucho su nombre y al mirar se encontró con unos ojos negros.

— Hola. — Yoongi hizo un saludo con su cabeza. — ¿Que haces por aquí?

— Vivo cerca. — Jungkook sonrió sentándose en la banca aún lado de Yoongi. —¿Y tú?

— Bueno, ya sabes dónde vivo. — alzó sus hombros y Jungkook río.

— Me refiero a que haces aquí. 

— Solo salí a tomar aire. — alzó sus hombros. — No fui al trabajo ¿Y tú?

— Mi día de descanso.

Yoongi asintió y ambos se quedaron en silencio unos minutos.

— Hay una heladería aquí cerca ¿Quieres venir? — pregunto el pelinegro mirando al palido.

— Bien. — alzó sus hombros.

—¿Te molestas si te guío?. — pregunto señalando las agarraderas de su silla y Yoongi negó, así que Jungkook se puso tras él y comenzaron a andar.

No pasaron más de dos cuadras cuando llegaron a la bonita heladería y entraron.

—¿Que te gustaría Hyung?. — pregunto Jungkook mirando el letrero en la pared

— Vainilla. — Jungkook asintió y se dirigió a ordenar mientras Yoongi iba a buscar una de las mesas desocupadas en donde uno de los empleados de ayudo a quitar una silla para él poder acomodarse.

Cuando Jungkook llegó con Yoongi se sentó frente a él mientras miraban el bonito jardín del local.

— Y bien Jeon Jungkook cuéntame de ti.

— Soy un prodigio. — sonrió. — Me gradué de la universidad a los  quince y ahora a los veintiuno soy uno de los Kinesiólogos más jóvenes del país.—  Yoongi abrió la boca en forma de una o haciendo reír a Jungkook. — ¿Suena increíble, no? — Yoongi asintió. — Si, fueron los peores años de mi vida hasta hace dos años.

—¿Por qué? Si es que se puede saber. — dijo mientras disfrutaba su rico helado.

— Bueno, la gente es muy cruel. Siempre había estado orgulloso de lo inteligente que era, mamá decía que lo había heredado de papá y eso me hacía muy feliz. Pero cuando comenzaron a llevarme a grados más altos de dónde debía estar, ellos fueron muy cueles. Yo solo era un niño a lado de puro adulto. — alzó los hombros. — solo de recordarlo hace que mi piel se erize. — vio como sacudió si cuerpo ligeramente y luego le miró. — ¿Y que tal tu historia?.

— No hay mucho que contar, mi papá murió cuando tenía 17 y prácticamente he estado solo con mi nana y Mark. A diferencia de ti, tuve que atrasar mis estudios luego del accidente así que tarde en graduarme y pues hoy soy productor musical y letrista de Jung Entertainment.

— Wow, me esperaba todo menos eso. — dijo verdaderamente sorprendído.

— Si bueno, mi verdadero sueño era ser un jugador de Básquetbol profesional. — alzó los hombros sin mucho interés. — Pero como te darás cuenta, fue imposible.

— No creo que sea imposible, creo que no has luchado por ello. — Jungkook sonrió. —  Ven conmigo, hagámoslo juntos.

—¿Cuántas probabilidades hay de que yo vuelva a caminar? — miró su helado.

— Hay muchas. — busco su mirada. — Yo diría que un 50% claro, si comienzas pronto. Mientras más tiempo dejes pasar, tus articulaciones pierden aún más sensibilidad. — le sonrió. — ¿Que dices?

— Quiero intentarlo. — hizo una mueca y Jungkook asintió.

— Bien, voy a realizar un calendario con rosas nuestras actividades y estaré enviándotelo por mensaje. — el pálido asintió y continuaron disfrutando del helado y de la vista.

Colorful - JIMSU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora