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Cuando Yoongi despertó lo primero que sintió por un ligero peso en su cintura y cuando pareció despertarse por completo pudo sentir la respiración en su cuello.
¡Que mierda!
Se movió un poco para dar con el rostro de Jimin quien estaba bastante cerca del suyo y se sonrojo.
¿Por qué le pasaban estás cosas?
Se quedó mirando al chico a su lado, nunca admitiria lo guapo que era.
Miró como arrugó su nariz y se acercó más a él apretando el agarre en su cintura haciéndolo poner nervioso.
¡Dios! No le gustaba que lo tocaran y sentía el tacto de Jimin quemarle.
Sintió sus ojos picar, quería alejarse pero a la vez no y eso lo irritaba.
—Hey! ¿Que pasa?. — escucho la voz adormilada de Jimin. —¿Qué pasa? — pregunto cuando escucho la respiración de Yoongi alterandose y luego cayó en cuenta de que lo tenía sujetado, iba a alejarse pero la mano de Yoongi lo detuvo.
—E-esta b-bien.
— Lo siento, no quería ponerte incómodo.
— S-solo quédate así un momento. — dijo sin mirarlo recargando su barbilla en la cabeza de Jimin quien lo atrajo más a él para abrazarlo mejor.
— Eres tan calientito Yoonie. — sintió como el rubio sonrió.
— ¿Gracias? — paso sus brazos para abrazarlo de regreso. — Olvide como se sentía un abrazo.
—¿Q-que? — dijo Jimin confundido.
— Nada Jimin, mantente en silencio.
— Pero...
— O te callas o te tiro de la cama.
Jimin hizo un puchero pero no dijo nada y simplemente se mantuvo en silencio mientras podía sentir el aroma a champú del pelinegro.
Ambos disfrutaron del silencio, Yoongi sentía la calidez y la ternura en qué Jimin acariciaba su espalda mientras ambos sentían su corazón acelerado.
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Jimin salió de la habitación luego de dejar arropado a Yoongi quien se había quedado dormido nuevamente.
Camino a la cocina y encontró a Hyuna con Mark mientras platicaban de la madre de Yoongi.
— Yo voy a respetar lo que Yoongi quiere.
— Yo también, pueden ofrecer todo el dinero que quieran pero yo hice una promesa y la voy a cumplir. — dijo el hombre quien se fijo de la presencia de Jimin.
— Joven Park. — el hombre hizo una media reverencia.
— Buenos días— sonrió. — Por favor dígame Jimin
— Cariño ¿Tienes hambre? — la mujer miró al rubio quien le sonrió.
— Si nana ¿Necesitas ayuda?
— No, no te preocupes he terminado el desayuno. Siéntate. — sonrió y Jimin asíntio.
— Yoonie se quedó dormido de nuevo.
—Entonces olvídate de que despierte temprano. — la mujer sonrió y lo miró para entregarle su desayuno. — ¿Le dijiste Yoonie y no te dijo nada?
—¿Debía decir algo?.
— No le gusta que le digan asi. —'comento Mark. — En realidad no le gustan muchas cosas. — el hombre rió.
— Yoongi es un gatito gruñón. — Jimin sonrió.
— Cariño si te escucha decirle así te va a botar todos tus bonitos dientes. — comentó Hyuna haciendo reír a Jimin.
— Puedo soportarlo. — sonrió.
— Mi niño te tiene bajo su hechizo eh. — la mujer alzó una ceja mientras lo miraba y lo hacía sonrojar.
— No a qué se refiere. — dijo aún más sonrojado.
— Somos ancianos, no ciegos hijo. — Mark comenzó a reírse.
— Culpable— alzó las manos.— es que es muy lindo. — hizo un puchero haciendo reír a la mujer.— aunque es un gatito bien huraño. ¿Han visto esa naricita? Es tan bonita. — sonrió haciendo sus ojos chiquitos
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Yoongi había despertado solo en la habitación e hizo un pequeño puchero cuando vio su silla ligeramente alejada.
Suspiro frustrado y se incorporó lo mejor que pudo para estirar sus manos, solo eran unos cuantos centímetros que alejaban su mano de la maldita silla y cuando se acomodo más a la orilla de la cama un mal movimiento lo hizo caer al piso botando un vaso de vidrio que se hizo pedazos.
— Maldita mierda. — murmuró tratando de incorporarse pero las astillas lo estaban lastimando hasta que pudo sentarse y justamente la puerta se abrió.
— Yoongi!. — Jimin lo miró con preocupación.
— Largo. — dijo sin mirarlo y Jimin comenzó a acercarse. — MALDITA SEA, TE DIJE QUE TE LARGARAS!. — grito enojado, Jimin no le hizo caso y con cuidado se acercó y paso su brazo debajo de su rodillas. — SUELTAME, NO ME TOQUES. — Jimin lo alzó recibiendo golpecitos de parte de Yoongi, un tanto bruscos pero los podía soportar. — Sueltame, maldita sea.
Jimin soporto los golpes en el pecho que le daba Yoongi y no dijo nada, solamente lo llevo hasta el baño y lo sentó en la tapa de la taza mientras buscaba con que cuidarlo.
Tomo la mano de Yoongi y aunque esté tiraba manotazos para que lo soltará la tomo y comenzó a limpiar, Yoongi dejo de forcejear.
— No pasa nada. — soplo mientras limpiaba la herida.
Luego de que termino de ayudarlo con las heridas lo miró por uno segundos, luego le regaló una pequeña sonrisa y le acomodo el cabello para volver a cargarlo.
—¿Tienes hambre? Nana preparo un rico almuerzo. — dijo mientras slo sacaba de la habitación, Yoongi escondía su rostro entre el cuello de Jimin mientras lagrimas rondaban por sus mejillas, Jimin podía sentir como su camisa se empapaba y vio el rostro de la mujer preocupada.
Llegaron a la cocina y lo dejó en una silla y se apartó poquito para mirarlo.
Limpio el rostro del pálido mientras que esté tenía la mirada baja, Jimin se armó de valor y tomo la barbilla del mayor para que le mirará.
— Estás bien Yoongi. — le sonrió y se atrevió a dejar un pequeño beso sobre la pequeña nariz del pálido.
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Colorful - JIMSU
FanfictionMin Yoongi a los 17 años había sufrido una lesión en la médula espinal que había arruinado su sueño de ser un jugador de básquetbol profesional dejándolo en una maldita silla de ruedas, como él solía llamarla. Ese accidente automovilístico no sólo h...