Capitulo 3.

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Llegó a casa agotado, era cansado componer pero le gustaba poder expresar todo lo que sentía y que sus palabras fueran escuchadas.

No saludo a nadie aunque los había visto en la sala y simplemente se dirigió hasta su habitación.

Dejo su mochila en uno de los muebles y se dirigió al baño que estaba equipado para que pudiera moverse y asearse solo, así que lo hizo.

Ya limpio fue directo a su cama y con rosas las fuerzas de sus brazos se sentó en la orilla de la cama y luego acomodo sus piernas.

— Joven Min. — escucho la voz de Hyuna.

— Adelante. — dijo mientras cubría sus piernas con las sábanas.

— Te traje de comer, hice tu comida favorita. — la mujer mayor se acercó para sentarse frente a él. — Y pobre de ti donde me digas que no tienes hambre, he traído la cuchara de madera para golpearte esa cabeza hueca tuya. — dijo sacándola de su bolsa.

— Nana ¿por qué eres muy agresiva con este pobre inválido?.

— De pobre no tienes nada. — golpeó su frente descubierta. — Ahora come.

—Gracias nana. — le sonrió a la mujer.

—¿Y que sucedió hoy en esa grande empresa?.

— Conocí a uno de los nuevos idols, creo que débito hace un año o dos.

— Entonces tan nuevo no es. — la mujer se río mientras tomaba de la fruta que le había llevado a Yoongi.

— Eso creo. — bebió de su chocolate con leche. — Es insoportable y me estaba coqueteando ¿Quien se cree?— dijo con fastidio.

— Alguien que te puede coquetear. — la mujer le miró divertida. — ¿Es guapo?

— No lo sé, ni me interesa. — dijo realmente sin interés y vio como la mujer sacaba su celular.

—¿Cómo me dijiste que se llamaba?

— No te dije su nombre, nana.

— Dímelo ahora niño terco. — golpeó su hombro con la cuchara y Yoongi se rió.

— Se llama Jimin, Park Jimin. — le dio un mordisco a su emparedado.

— Wow. — fue lo único que dijo la mujer mientras miraba su celular. — WOW. — repitió mientras Yoongi veía como pasaba las fotos.



— Si tú no lo quieres, le voy a presentar a mi nieta. — comento mirando al pálido quien se atragantó con su bebida.

— Tú nieta le dobla la edad. — comenzó a soltar carcajadas, solo esa mujer podía hacerlo reír con tantas ocurrencias. — Nana, cuando me vaya de aquí te voy a llevar conmigo.

— Sabes que te seguiría a todas partes mi niño. — sonrió acariciando la mejilla del pálido.

🌙

Jimin había llegado a su solitario departamento y lo odiaba, por eso prefería estar en la empresa aunque tenga que estar huyendo del bastardo de Jongin.

Dios! Por qué siempre tenía que toparse con gente molesta? Creía que Jongin era un buen tipo, pero solo quería que se lo lleven a la cama para follar y Jimin definitivamente no sería quien le hiciera el favor.

Por dios! Jimin era cursi y muy sentimental, quería estar con alguien a quien amará y quién lo amará, no quería una follada de una noche, él no era como los demás y le molestaba que Jongin no entendiera.

Se estaba cansando.

Suspiro con frustración y entro al baño para darse una ducha caliente y de un momento a otro se distrajo pensando en el pálido.

No pudo evitar sonreír, definitivamente era bonito.

🌙

Otro día había llegado a la vida de Min yoongi, cada día que despertaba deseaba que fuera el último.

Dio un gran suspiro, se sentía aún más agotado y le dolían los brazos. Cómo pudo se sentó en su silla y con la misma rutina de siempre se dirigió al baño para poder alistarse y salir a su hora de siempre.

— Joven Min le he preparado la comida para llevar. — vio a su nana llegar rápidamente a él antes de salir de la casa

— Gracias nana, ten buen día. — Yoongi le sonrió a la mujer y vio a su madre quien le miraba desde la sala, solo la ignoro.

Pensaran que era egoísta, pero no lo era. La mujer prácticamente lo abandono en el hospital luego de lo que había sucedido con su padre porque según ella se sentía muy mal por la muerte de su esposo, pero y él? Ni siquiera pudo despedirse de su padre, ni siquiera pudo asistir a su funeral y cuando pudo salir del hospital resultó que su madre se encontraba saliendo con un hombre divorciado y con un hijo casi de su edad.

Miró de nuevo a su nana y le regaló una sonrisa para salir de la casa y subir al auto que le esperaba.

Durante todo el camino fue silencioso, en hombre que se había casado con su madre tenía tanto dinero que podía permitirle este tipo de transporte y chófer, pero el odiaba todo esto.

Llegó al edificio y agradeció al hombre mayor quien conducía para este sonreírle y decirle que lo esperaría a su hora de salida.

Entro al edificio y como siempre, las miradas fueron sobre él  y cuando iba a dirigirse al ascensor, la llanta de su silla se atoro.

—Maldita mierda. — susurró mientras intentaba moverse, pero era imposible.

Y las personas en vez de ayudar, solamente estaban mirándolo. Algunos con burla y otros simplemente observando que haría después.

—¿No les enseñaron a ser un poquito empáticos?. — se escuchó la voz de Jimin un poco molesto. — Si no ayuden no estorben. — por primera vez las personas lo habían escuchar hablado así.

Camino hasta Yoongi y se puso de cuclillas para poder mirar la rueda.

— Está dañada, tienes alguna de repuesto?

— Vete, no necesito tú ayuda. — dijo moviendo con brusquedad su silla pero poniendo el doble de esfuerzo para poder avanzar ya que la rueda definitivamente estaba atorada.

— No me importa si la quieres o no. — se puso de pie y tomo el agarre de las sillas y comenzó a llevar a Yoongi hasta el ascensor en donde entraron en silencio, luego bajaron hasta el piso del pálido y lo ayudo a llegar hasta la puerta de su estudio en donde puso la contraseña y cerro sin siquiera agradecer.

Colorful - JIMSU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora