Capitulo 9.

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🌙

Yoongi no había ido a la empresa dos días seguidos luego de que dejará la casa de los Jung y es porque sabía que su madre iba a estarlo buscando.

Llegó al edificio ignorando las miradas que recibía todas las mañanas mientras se dirigía hasta su estudio, cuando estuvaba dando a la vuelta del pasillo, escucho a alguien.


— Es que no puedes estar haciendo lo que quieras, tienes un comeback a la vuelta de la esquina. No te puedes permitir enfermarte. — escucho una voz que conocía bien, Donghae.

— Lo siento. — escucho la voz de Jimin

— Con una disculpa no arreglas el tiempo que has perdido. — escucho al hombre.

Yoongi frunció el ceño cuando una puerta se abrió y los vio salir.

— Joven Min. — el hombre hizo una reverencia que fue devuelta con un movimiento de cabeza de Yoongi y detrás de él vio a Jimin salir.

Este no le miró, camino con la mirada baja detrás del hombre perdiéndose en el camino. Yoongi entro a su estudio y comenzó a trabajar en unas nuevas composiciónes que le habían pedido, estuvo en ello todo el día hasta que a las 5pm recibió un mensaje de Mark que ya había llegado por él.

Comenzó a guardar sus cosas y luego acomodo su mochila en su regazo para salir del estudio.

Iba tarareando, tenía una melodía en su cabeza y quería crear una letra para ello. Termino cruzando por la sala de práctica y escucho música.

— Te estoy diciendo que no es así, presta más atención!. — escucho la voz de alguien enojado.

— 5 minutos Hyung, solo dame 5 minutos. — escucho la voz de Jimin agitado.

— Perdiste 3 días, no tienes 5 minutos. — y puso la música de nuevo cuando escucho un golpe. — Dios Jimin, levántate.

Yoongi se acercó hasta la puerta de cristal que dejaba ver desde afuera y vio a Jimin en el piso mientras que el hombre estaba parado frente a él con los brazos cruzados.

—¿Que haces Hyung? — escucho la voz de Hoseok y lo miró para hacerle señas de que mirará donde él.

— ¡Arriba! — vieron como el hombre tomo bruscamente del brazo de Jimin quien se tambaleó.

—¿Puedes ayudarlo?. — dijo mirando al pelirrojo quien se sorprendió. Su Hyung nunca le había pedido nada.

—¡Maldita sea, Jimin! — escucharon el grito del hombre y Hoseok entro.

—¿Que está pasando?. — pregunto mirándolos.

— No pasa nada Hoseok. — el hombre sonrió haciéndole una leve reverencia. — Jimin está practicando para la nueva coreografía.

—Jimin, es hora de ir a casa. — Yoongi entro mirando al chico que estaba en el piso.

— Jimin aún tiene que ensayar, verdad Jimin?. — el hombre miró al rubio.

— Jimin.— Yoongi se acercó, Jimin se mantuvo con la mirada baja.

— No se preocupe Hoseok, él dijo que aún puede con esto, ensayaremos una hora más y luego lo mandaré a casa.

— Jimin. — Yoongi dijo bajito mientras se acercaba lo más que podía y tomo su mentón haciendo que lo mirará. —¿Eso es verdad? — vio como Jimin paso su mirada al hombre. — Hey!. — y volvió su mirada al pelinegro para negar levemente.

— Es todo, vete a casa Donghae. — escucho decir a Hoseok y ni el rubio ni el pelinegro miraron al hombre.

—¿Puedes ponerte de pie?. — pregunto Hoseok acercándose y poniéndose a la altura de Jimin.

— Si, aunque me duele un poco mi tobillo.

— Te ayudo. — tomo a Jimin del brazo y lo ayudo a ponerse de pie para verlo tambalearse. — Hablaré con mi padre, él no debe tratarte así.

— Está bien, fue mi culpa.

— No es tu culpa, no sabías que ibas a enfermarte. — dijo Yoongi enojado y quitó la mochila de su regazo. — toma esto Hobi. — se lo entrego al pelirrojo quien enseguida lo tomo.

¡Por dios! Min Yoongi le había puesto un apodo.

Vio como el pelinegro tomo la muñeca de Jimin y termino por sentarlo en su regazo.

— Mark está abajo, ¿Nos acompañas? — miró al pelirrojo quien asintió sorprendido de lo que veía.

—Y-yoongi, puedo caminar.

— Presumido. — dijo en forma de broma.

— No me refería a eso, y-yo..

— Está bien Jimin. — vio como el pálido le regaló una sonrisa pequeña, la primera en todo el tiempo que lo conoce.

Jimin se acomodo mejor en el regazo del menos y termino abrazándolo por el cuello sintiendo como este se tensaba.

— Tú te ofreciste, tengo que aprovechar todo lo que me des, bebé. — susurro escondiendo su rostro en el cuello del pálido quien se estremece cuando siente los labios del pálido rozar su piel.

— V-vuelve a decirme bebé y te voy a aventar de la silla.

— Bebé. — susurro mientras esperaba lo peor, pero nada sucedió.

Entraron en silencio al ascensor mientras que Yoongi sentía el peso ligero de Jimin quien aún se mantenía en la misma posición.

— Gracias Hoseok. — hablo el pálido cuando las puertas se abrieron.

— N-no hay de qué Hyung. — el menor sonrió y el pálido asintió para llegar al auto y le ayudaron a subir con su silla sin mover a Jimin.

Le dio una última mirada a Hoseok y cerraron la puerta para luego ver a Mark.

—¿A dónde?

— A casa.

🌙

Cuando Jimin despertó se quedó confundido.

¿En donde estaba?

Miró el lugar un poco asustado y confundido, pero luego se encontró con la compañía a su lado. Yoongi dormía recostado del otro lado de la cama mientras abrazaba su almohada. Se veía tan bonito y tranquilo que sintió su corazón acelerarse.

Se acomodó para poder mirarlo bien, tenía la piel tan lisa y estaba casi seguro de que era tan suavecita. Su pequeña nariz tenía tantas ganas de dejar un besito sobre esté y solo el pensamiento lo hizo sonrojarse. Luego su mirada se dirigió hacia esos labios rosas, tan finos y delgados.

Colorful - JIMSU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora