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Yoongi no había ido a la empresa dos días seguidos luego de que dejará la casa de los Jung y es porque sabía que su madre iba a estarlo buscando.
Llegó al edificio ignorando las miradas que recibía todas las mañanas mientras se dirigía hasta su estudio, cuando estuvaba dando a la vuelta del pasillo, escucho a alguien.
— Es que no puedes estar haciendo lo que quieras, tienes un comeback a la vuelta de la esquina. No te puedes permitir enfermarte. — escucho una voz que conocía bien, Donghae.
— Lo siento. — escucho la voz de Jimin
— Con una disculpa no arreglas el tiempo que has perdido. — escucho al hombre.
Yoongi frunció el ceño cuando una puerta se abrió y los vio salir.
— Joven Min. — el hombre hizo una reverencia que fue devuelta con un movimiento de cabeza de Yoongi y detrás de él vio a Jimin salir.
Este no le miró, camino con la mirada baja detrás del hombre perdiéndose en el camino. Yoongi entro a su estudio y comenzó a trabajar en unas nuevas composiciónes que le habían pedido, estuvo en ello todo el día hasta que a las 5pm recibió un mensaje de Mark que ya había llegado por él.
Comenzó a guardar sus cosas y luego acomodo su mochila en su regazo para salir del estudio.
Iba tarareando, tenía una melodía en su cabeza y quería crear una letra para ello. Termino cruzando por la sala de práctica y escucho música.
— Te estoy diciendo que no es así, presta más atención!. — escucho la voz de alguien enojado.
— 5 minutos Hyung, solo dame 5 minutos. — escucho la voz de Jimin agitado.
— Perdiste 3 días, no tienes 5 minutos. — y puso la música de nuevo cuando escucho un golpe. — Dios Jimin, levántate.
Yoongi se acercó hasta la puerta de cristal que dejaba ver desde afuera y vio a Jimin en el piso mientras que el hombre estaba parado frente a él con los brazos cruzados.
—¿Que haces Hyung? — escucho la voz de Hoseok y lo miró para hacerle señas de que mirará donde él.
— ¡Arriba! — vieron como el hombre tomo bruscamente del brazo de Jimin quien se tambaleó.
—¿Puedes ayudarlo?. — dijo mirando al pelirrojo quien se sorprendió. Su Hyung nunca le había pedido nada.
—¡Maldita sea, Jimin! — escucharon el grito del hombre y Hoseok entro.
—¿Que está pasando?. — pregunto mirándolos.
— No pasa nada Hoseok. — el hombre sonrió haciéndole una leve reverencia. — Jimin está practicando para la nueva coreografía.
—Jimin, es hora de ir a casa. — Yoongi entro mirando al chico que estaba en el piso.
— Jimin aún tiene que ensayar, verdad Jimin?. — el hombre miró al rubio.
— Jimin.— Yoongi se acercó, Jimin se mantuvo con la mirada baja.
— No se preocupe Hoseok, él dijo que aún puede con esto, ensayaremos una hora más y luego lo mandaré a casa.
— Jimin. — Yoongi dijo bajito mientras se acercaba lo más que podía y tomo su mentón haciendo que lo mirará. —¿Eso es verdad? — vio como Jimin paso su mirada al hombre. — Hey!. — y volvió su mirada al pelinegro para negar levemente.
— Es todo, vete a casa Donghae. — escucho decir a Hoseok y ni el rubio ni el pelinegro miraron al hombre.
—¿Puedes ponerte de pie?. — pregunto Hoseok acercándose y poniéndose a la altura de Jimin.
— Si, aunque me duele un poco mi tobillo.
— Te ayudo. — tomo a Jimin del brazo y lo ayudo a ponerse de pie para verlo tambalearse. — Hablaré con mi padre, él no debe tratarte así.
— Está bien, fue mi culpa.
— No es tu culpa, no sabías que ibas a enfermarte. — dijo Yoongi enojado y quitó la mochila de su regazo. — toma esto Hobi. — se lo entrego al pelirrojo quien enseguida lo tomo.
¡Por dios! Min Yoongi le había puesto un apodo.
Vio como el pelinegro tomo la muñeca de Jimin y termino por sentarlo en su regazo.
— Mark está abajo, ¿Nos acompañas? — miró al pelirrojo quien asintió sorprendido de lo que veía.
—Y-yoongi, puedo caminar.
— Presumido. — dijo en forma de broma.
— No me refería a eso, y-yo..
— Está bien Jimin. — vio como el pálido le regaló una sonrisa pequeña, la primera en todo el tiempo que lo conoce.
Jimin se acomodo mejor en el regazo del menos y termino abrazándolo por el cuello sintiendo como este se tensaba.
— Tú te ofreciste, tengo que aprovechar todo lo que me des, bebé. — susurro escondiendo su rostro en el cuello del pálido quien se estremece cuando siente los labios del pálido rozar su piel.
— V-vuelve a decirme bebé y te voy a aventar de la silla.
— Bebé. — susurro mientras esperaba lo peor, pero nada sucedió.
Entraron en silencio al ascensor mientras que Yoongi sentía el peso ligero de Jimin quien aún se mantenía en la misma posición.
— Gracias Hoseok. — hablo el pálido cuando las puertas se abrieron.
— N-no hay de qué Hyung. — el menor sonrió y el pálido asintió para llegar al auto y le ayudaron a subir con su silla sin mover a Jimin.
Le dio una última mirada a Hoseok y cerraron la puerta para luego ver a Mark.
—¿A dónde?
— A casa.
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Cuando Jimin despertó se quedó confundido.
¿En donde estaba?
Miró el lugar un poco asustado y confundido, pero luego se encontró con la compañía a su lado. Yoongi dormía recostado del otro lado de la cama mientras abrazaba su almohada. Se veía tan bonito y tranquilo que sintió su corazón acelerarse.
Se acomodó para poder mirarlo bien, tenía la piel tan lisa y estaba casi seguro de que era tan suavecita. Su pequeña nariz tenía tantas ganas de dejar un besito sobre esté y solo el pensamiento lo hizo sonrojarse. Luego su mirada se dirigió hacia esos labios rosas, tan finos y delgados.
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Colorful - JIMSU
FanfictionMin Yoongi a los 17 años había sufrido una lesión en la médula espinal que había arruinado su sueño de ser un jugador de básquetbol profesional dejándolo en una maldita silla de ruedas, como él solía llamarla. Ese accidente automovilístico no sólo h...