Hao empezó a despertar por el fuerte apriete que tenía su bejiga y al despertar del todo, empezó a sudar como un animal.
Nunca en su vida había sentido tantas ganas de ir al baño y estaba entre la contrariedad de si ir al baño o no.
No tenía permiso de ir al baño aún.
Pero no quería estropear la cama de su nuevo dueño.
Recordaba que uno de sus dueños anteriores, el primero, no le permitía ir al baño más de una vez al día, y eso estaba bien para Hao porque rara vez ingería alimento, así que no lo necesitaba mucho.
Ese hombre se hubiera merecido que Hao le estropeara la cama, pero su nuevo dueño no lo merecía.
Su nuevo poseedor era bueno.
Sin poder aguantarse más, Hao se levantó de la cama, con dificultad puesto que aún le dolía muchísimo el cuerpo por el último castigo que había recibido, y caminó apresurado hacia el baño.
Sus ojos se aguaron de alivio al estar allí dentro y al terminar incluso se tomó la libertad de abrir un poco el lavabo para enjuagar sus manos.
Cuando estaba saliendo, vio a su nuevo dueño entrar y Hao notó que estaba serio y tenía la cara roja.
El miedo se apoderó y se lanzó al piso a arrodillarse en súplica.
"¡Perdón, Señor, perdón!" sollozó Hao y Hanbin se sobresaltó, asustado al ver aquel extraño comportamiento. "¡Por favor no se enfade, le juro que no me podía aguantar y usted no se merece que le estropeara la cama!"
Hanbin miró entre el chico arrodillado y el baño y logró entender qué sucedía. Tal como lo había hecho las veces anteriores, se arrodilló frente al esclavo y esta vez le tomó las manos.
"Regla #3: Eres libre de ir al baño cada vez que lo necesites, cuantas veces lo necesites." susurró Hanbin y soltó una de sus manos para poner un dedo bajo su barbilla y levantar su cara. "Jamás me enfadaría por algo así, Hao."
Zhang lo miró calculador unos segundos y luego asintió despacio, sintiendo como su cuerpo se relajaba por la pequeña sonrisa que tenía Hanbin en los labios.
"Pero, ¿porqué-?" empezó a preguntar Hao y se calló al instante, sorprendido de que frente a su nuevo dueño tenía la necesidad de decir cosas que nunca jamás a sus anteriores poseedores se hubiera atrevido a decir.
"¿Qué pasa?" preguntó Hanbin y movió sus dedos de la barbilla de Hao a su mejilla, dándole suaves caricias con su pulgar.
Hao se estremeció al sentir la caricia.
"Si no estás enfadado, ¿por qué tienes la cara roja?" preguntó Hao susurrando y Hanbin se sintió orgulloso de que con solo un par de horas, el joven esclavo ya demostraba tenerle un poco de confianza y le hablaba de una manera menos formal.
"Es solo que estuve " empezó a decir Hanbin pero se interrumpió; no le iba a decir que era porque había estado llorando por él. "Es solo un poco de alergia, dentro de un rato se me quita, no te preocupes."
"Oh." suspiró Hao y de pronto sus ojos brillaron con emoción. "¡Yo podría aplicarle alguna crema o algo para que se alivie, Señor! Soy muy bueno cuidando heridas, ¡se lo prometo!"
Hanbin sintió como se derretía su interior al ver al fin un poco de vida en los ojos del chico, emocionado por ayudar a su poseedor.
Por lo mismo, no tuvo el corazón de confesarle que en realidad no tenía alergia y no era necesario, así que asintió y se levantó del piso, jalando la mano de Hao y ayudándolo a levantarse, dejándolo esta vez sin la posibilidad de negar su ayuda.
"Quédate ahí sentado, ya vengo con la crema, ¿sí?" Hanbin dijo y el esclavo asintió energéticamente.
Hao se sentó en la cama y al ver a Hanbin caminando tras la puerta, sintió algo extraño en su corazón.
No sabía qué era lo que sentía, pero sabía que su poseedor merecía todas las cosas buenas y Hao estaba dispuesto a darle todas las que estuvieran a su alcance.
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Liberame - Haobin
FanfictionUn mundo en el que todos los seres humanos libres deben por ley ser poseedores de un esclavo. Hanbin desearía no tener que vivir en este mundo. -Hanbin : top -Hao : bottom -Diferencia de altura y edades -Adaptación, historia original de @anothermar...