Nunca había entendido la frase "No hay nada que duela mas que la traición de una persona que amas" hasta el día que me entere de toda la verdad y pude comprender.
Una de las cosas que mas me gustaba hacer cuando estaba con vida era ir a una tienda de música y escuchar canciones que nunca había escuchado antes, a veces eran horribles pero otras veces tenia suerte y encontraba una canción que me gustaba. Bill ,el dueño de la tienda, me conocía desde hace años, el era bastante cascarrabias pero cuando lo conocías te dabas cuenta de que su mala cara y mal humor solo era una fachada ya que el era un amor de persona. Siempre que iba a la tienda me preguntaba como estaba y siempre tenia un cajón con vinilos de aristas nuevos que desconocía, y me dejaba escucharlos en la tienda, o a veces me preparaba algo para comer o me traía te o café. Era algo así como la clienta vip de la tienda.
Ese me había traído un te y galletas que su esposa había hecho. Me da paz y tranquilidad estar solas por horas dando vueltas en esa tienda, paz la cual se fue algo escuchar una horrible voz tras de mi.
—¡Maia!—hablo Haley—. ¿Como estas? Hace mucho tiempo no nos vemos.
—Haley—dije entre dientes—. Muy bien, gracias por preguntar.
—¿Como están tus amigos? Luego de la graduación no los vimos mas—sonrió amablemente—. Algún día tenemos que juntarnos a hacer una reunión como de ex alumnos, ¿No?. Nosotros ya los extrañamos—entrecerré los ojos hacia ella—.
Ella era una de las que nos hacia la vida imposible a mis amigos y a mi. No me creía nada la fingida amabilidad de Haley, algo quería.
—Si, no lo creo, no es lo nuestro eso.
—¿Por que no?—frunció el ceño—.
—¿Que quieres en verdad, Haley?
—Ay, Maia, siempre tan desconfiada—sonrió, esa sonrisa era todo menos amable—. Solo quiero pasar tiempo con mis amigos.
—Define la palabra amigos, porque creo que tenemos conceptos muy diferentes de lo que significa esa palabra—rio—.
—Ay, Maia, eres tan graciosa a veces—me dio cuando calmo su falsa risa—. Si somos amigas, todos nosotros lo somos.
—No, Haley, nosotras nunca fuimos amigos ni lo podríamos ser.
—Si, somos amigas—declaro—. Y tu vas a decir lo mismo.
—¿Por que diría lo mism...?
—Haley, cariño—me interrumpieron, me di vuelta y vi que la madre de Haley venia hacia nosotras—.
—¿Por eso quieres que diga que somos amigas?—pregunte con gracia, a ella se le fue la sonrisa—¿Tienes miedo de que le diga a tu mama lo que en realidad eres y dejes de ser la niña perfecta?—reí—.
—Tu vas a decir que somos amigas y que yo siempre fui la mas buena de todas contigo—ordeno, tomo mi brazo con fuerza y cuando intente zafarme apretó mas fuerte su agarre—. ¿Esta claro?
—¿O si no que?.
—Te vas a arrepen...—se corto cuando vio venir a su madre con sus amigas detrás de ella—. Mami, te presento a Mai, mi amiga.
—¡Hola, Mai!¡Que gusto conocerte!—me abrazo, me tense completamente—.
—Hola—salude incomoda, cuando se separo de mi su hija entrelazo su brazo con el mío como si fuéramos viejas amigas, las amigas de su madre solo asintieron hacia mi con una sonrisa, si no me equivocaba era las madres de los otros idiotas que Haley tenia como amigos—.
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Mi último suspiro
RandomSoy Maia, tengo dieciocho años y se supone que tendría que estar en el mejor momento de vida; entrando a la universidad,teniéndo una buena relación con mi familia y amigos que me aman o eso es lo que todos dicen... Pero no es así y por eso decidí i...