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ǫᴜɪᴢás ᴇʀᴀ ʟᴀ ᴘʀɪᴍᴇʀᴀ ᴠᴇᴢ ǫᴜᴇ ᴠᴇɴíᴀ ᴀ ɪᴛᴀʟɪᴀ, pero aún así no comprendía por qué hacía frío el mismo día que tenía que llegar.

Tras bajarme del avión, ya podía notar la brisa fría de Italia. No había muchas diferencias entre las temperaturas de España con las temperaturas de Italia, pero el aire helado de Maranello no era el mismo que el de Madrid.

Sí, estaba en Maranello. Había logrado que el gran deporte de la Fórmula 1 me escogiera para ser una de los managers de uno de sus pilotos. ¿Qué piloto sería? Pues ni más ni menos que el nuevo fichaje de Ferrari, Carlos Sainz Jr.

Fue una gran sorpresa que me escogieran, (Ya que Sainz ya tenía manager) pero el primo de Carlos Sainz, también conocido como Caco, no podría encargarse de su primo todas las carreras, asique decidieron buscar a alguien que lo pudiera ayudar.

—¿Alexis Hernandez?— Pregunta un hombre de unos cuarenta años. Es alto, moreno y lleva unas gafas de sol que le tapan los ojos.

—¿Sí?— Digo mirándole con el ceño fruncido.

—Me presento, soy Lorenzo Rinaldi. Trabajo en las oficinas de Ferrari y Mattia me ha pedido que venga a buscarte— Me explica y me enseña su identificación.

—Un placer, señor Rinaldi— Le dedico una sonrisa mientras el sube mis maletas al coche y yo me siento en la parte trasera.

Digamos que el camino no fue el más cómodo, desde que entré en el coche hasta que salí solo se escuchaba la radio del vehículo. Silencio incómodo a cada rato.

Nada más llegar a las oficinas de Ferrari, ya pude visualizar un edificio enorme, dónde sería fácil perderme.

—Identificación por favor— Me pide una mujer sentada en recepción. Es de unos cincuenta años, lleva unas gafas sobre su nariz y el pelo lo tiene blanco.

—Ah...Sí, espere— Le respondo buscando en mi bolso mi DNI. —Aquí esta— Le entrego el DNI a la mujer y mientras apunta algunas cosas en el ordenador yo me dedico a observar el lugar.

La recepción es bastante grande, hay algunos coches de algunos ex pilotos, pero sobretodo el lugar es blanco, se ve muy limpio.

—Aquí tiene señorita Hernandez— La mujer me devuelve mi DNI con una sonrisa. —El señor Binotto la está esperando en la segunda planta—

—Muchas gracias— Me despido de la mujer y voy directa al ascensor con el señor Rinaldi.

Una vez las puertas del ascensor se cierran cojo una gran bocanada de aire mientras me lamo los labios.

—¿Nerviosa?— Me pregunta Rinaldi con la mirada fija en las puertas del ascensor.

—Demasiado, no ha sido fácil lograr todo esto— Respondo jugando con mis dedos.

—¿Se puede saber por qué?— El señor Rinaldi esta vez fija mi mirada en mí mientras yo bajo la cabeza.

Las escenas del día anterior pasan por mi cabeza. Un padre enfadado por no querer que me vaya de Madrid, una botella de cerveza rota en el suelo, quemaduras en mis brazos y miles de gritos por toda la casa.

—Eh...Problemas de estudios— Le miento, a medias. Si que he tenido problemas con los estudios, nunca nadie me ha pagado las clases o el material escolar. Siempre he sido yo buscándome la vida.

Las puertas del ascensor se abren haciendo que todo el aire que había acumulado hace segundos salgan por mi boca de golpe.

—¡Señorita Hernandez! Un placer tenerla aquí— Me saluda un hombre moreno con rizos. Supongo que es Mattia Binotto.

ɪᴛ's ᴊᴜsᴛ ʜɪᴍ | ᶜᵃʳˡᵒˢ ˢᵃⁱⁿᶻ ᴶʳDonde viven las historias. Descúbrelo ahora