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“La oí reír y de inmediato Deseé poder ser divertido Solo para ella" - Ron Israel .
Papá nos comentó que tenía una sorpresa para nosotras, en un momento pensé que sería un perrito. Pero después él mencionó que sería para movilizarnos hacia la escuela, y ahí entendí que sería un auto.
El sonido de un claxon me sacó de mis pensamientos supongo que la sorpresa por fin está aquí.
Cuando llegamos al patio observé al señor Billy Black y su hijo Jacob. Él es un año menor que yo, antes nos divertíamos demasiado molestado a Bella.
— ¿Chicas recuerdan a Billy Black? — comentó papá con una sonrisa.
— Si. Luces bien — dijo mi hermana estrechando su mano con el señor frente a ella.
Yo para ser sincera no lo recuerdo mucho.
— sigo bailando — dijo dándole una sonrisa — es un gusto verlas una vez mas vez. Su padre no paro de hablar de sobre su llegada cuando supo que venían.
— Ja, sigue exagerando y te meto al lodo — bromeo su padre con el — estás comenzando a delirar.
— Hola soy Jacob — saludo sonriente el chico — solíamos hacer pasteles de lodo cuando éramos niños y Alana nos obligaba a ser jueces en las pasarelas de sus muñecas.
Valla, como se acuerda de eso yo con esfuerzos recuerdo algunas cosas.
— Si me acuerdo — contesto Bella volteando hacia mí — ¿Siempre son así? — dijo apuntando hacia papá y Billy.
— Empeoran con la eda.
— Y.... ¿Que les parece? — pregunto nuestro padre dándole un golpe a aquélla camioneta anaranjada a su lado
— Qué cosa — digo a mi Jacob me cae demasiado bien, y de mira muy guapo ahora sin lodo en su cara. Si dice que oremos juntos a la escuela por mi está bien, así tendría un amigo más aquí. Con mi hermana ya son dos.
— El regalo de bienvenida qué prepare.
Falsa alarma.
— ¿Es en serio? — lástima por mí, que no se conducir.
— Se la acabo de comprar a Billy — apunto hacía su viejo amigo.
