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"Ella no decía nada. Le gustaba que él le dijera cosas, pero ella callaba. Sólo sus ojos y sus manos hablaban ... Y eso bastaba". - Mario Benedetti.
Ese día tenía algo en mente, si bella no salía de esa cama por voluntad propia. Entonces a la fuerza sería no es lindo verla llorando y deprimirse todo el tiempo, sumándole el echo de todas las pesadillas que tiene. Ya vivió su duelo por separación — cuatro meses — creo que ya es tiempo de que, le de vuelta a todo y viva nuevamente su vida.
Llevo días diciéndole se buena manera que se levante de esa cama y hagamos algo, pero no quiere, entonces vamos a hacerlo de otra manera.
— Vamos hermana despierta — dije golpeando el cucharón sobre la tapadera de una olla. Mientras saltaba en su cama — el día está lindo, y los pájaros cantan afuera.
— ¿Por qué haces eso Lana?. Casi me da un infarto del susto.
— Te lo dije ayer — la señale acusatoriamente con el cucharón — si no te levantabas temprano hoy. Tomaría desiciones drásticas.
— Son las seis treinta de la mañana, te das cuenta de eso.
Valla ya se nos está haciendo tarde.
— Llevamos treinta minutos de retraso, apresurarte.
— ¿Podrías decirme a dónde vamos tan temprano? — pobre de ella que cree que temprano son las seis treinta — ¿Podemos dormir un poco más?.
— No, no podemos dormir un poco más — me encamine a terminar de abrir las cortinas de su habitación — y respondiendo a tu primera pregunta, iremos a correr. Entonces apresurarte te espero abajo.
Salí de su habitación sin escuchar todo lo que estaba diciendo, creo que no quiere hacer eso pero lleva cuatro meses sin hacer nada más que estar deprimiendose y eso afecta su actividad física — la cuál no tenía, hasta ahora — vamos a hacer de esa Bella, una diferente una a la cuál le guste el ejercicio. Y principalmente intentar cambiar su armario, no comprendo como ella no tiene sentido de la moda.
— Lista — le pregunté cuando llegó a dónde me encontraba con su expresión de cansancio — toma te prepare un licuado de plátano con chocolate.
— Por qué siempre tienes tantas energías por la mañanas.
— Bueno el hacer ejercicio siempre ayuda hermana — la jale del brazo para salir. La conozco y se que tratara de hacerme cambiar de opinión, lo cuál hoy no va a lograr — además ese licuado también lo hace. Es delicioso, deberías tomarlo por qué no quiero que te desmayes a medio camino.
