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Tu alma gemela no es alguien que entra en tu vida en paz, es alguien que viene a poner en duda las cosas, que cambia tu realidad, alguien que marca un antes y un después en tu vida. - Mario Benedetti.
— ¿Qué haces?.
Me asome por encima del hombro de mi papá, para observar mejor lo que estaba haciendo desde hoy por la mañana.
— Son carteles de búsqueda — levanto uno para enseñarme — un chico se perdió en Seattle, desde hace casi medio año, nadie sabe de el y por más que hemos buscado no encontramos nada. Es como si la tierra se lo hubiese tragado.
— Debe ser cansado todo esto — asintió pasando las manos por su cabello — espero y este chico, se encuentre bien... no te agobies mucho, se que lo encontrarán, eres el mejor policía del mundo.
Sonrió negando con la cabeza.
— Gracias, hija tu motivación me ayuda mucho.
— Losé papá, losé — tome un montoncito de los carteles que tenía en la mesa — voy a ayudarte, pegaré estos, iré con Seth al arcade entonces dejaré algunos por hay.
— Gracias, aunque no tendrías por qué hacerlo — me dedico una sonrisa cansada — es muy amable de tu parte.
— Si yo también estuviera perdida, me gustaría que alguien te ayudará a buscarme.
— Cosa que no pasará Alana, ni ahora ni nunca — me señaló con su índice — tienes que tener cuidado hija, se que Jacob te cuida y mucho, pero tampoco te confíes. Podrían hacerles algo a ambos. También tienen que tener cuidado con Seth, el aún es pequeño.
Sonreí, amo a papá.
— No te preocupes tanto — lo abrace por los hombros, dejándole un beso en la cabeza — Jacob, nos cuida bien. Además Seth es muy valiente.
— ¿Te gusta mucho pasar tiempo con el verdad?.
Asentí con la cabeza sonriendo.
— El es como.... el hermano, que siempre quise tener — me observo con una sonrisa un tanto confundida — tengo a Bella, pero siempre se gusto la idea de tener otro hermano.... y cuando comenzé a juntarme con Seth, me gustó mucho el sentimiento.
— Y a el también le agradas mucho — comenzó a recoger todos los papeles que tenía esparcidos por la mesa, y tambien sus cosas para irse a trabajar — me gustaría seguir hablando contigo, pero tengo que irme... se hace tarde — hizo una mueca parecida a las que Bella hace aveces — cuídate, y cuando salgas lleva contigo el gas pimienta que te di.